Temporada de zopilotes

Introducción

La historia de México siempre ha estado llena de traición al igual que de guerra, pero ningún suceso se iguala como al que se vivió en el año de 1913. El autor Paco Ignacio nos narra este suceso y nos platica lo vergonzoso que fue este momento en la historia de México.

Apenas si México se encontraba superando la Revolución, pues la gente no se esperaba lo que vendría en Febrero de 1913. El régimen de Díaz solo favoreció a pocos, y estos pocos tenían el objetivo de destruir a Madero “el chaparro”, como se le denominaba, buscaba mantener contentos a todos los sectores de la población pero no pudo. Rodolfo Reyes junto con Manuel Mondragón y otros generales se reúnen para buscar la manera de eliminar a Francisco I. Madero. Mondragón y Rodolfo buscaban liberar Bernardo Reyes y Félix Díaz para completar con el golpe contra el gobierno de Madero. La decena trágica es uno de los momentos más trágicos y uno de los pocos estudiados de una manera seria en la historia de México, pues Taibo II en su libro “Temporada de zopilotes” nos narra cómo Huerta traiciona a Madero de una manera tan oscura. A continuación desarrollaré de manera resumida este momento trágico que se vivió en la Ciudad de México.

La Decena Trágica

Porfirio Díaz abandonó el país, Francisco I. Madero había llegado a la presidencia de México; el sistema de generales y burócratas estaba casi intacto, todos los leales de Porfirio Díaz seguían en el poder y chocaban mucho con Madero, entre ellos el General Félix Díaz sobrino del Dictador Díaz, Bernardo Reyes y Manuel Mondragón los cuales intentaban reprimir movimientos revolucionarios zapatistas, estos sujetos en 1912 se reunieron en La Habana, Cuba junto con el embajador de E.E.U.U en México Henry Lane Wilson el cual no soportaba Madero porque no quería involucrarse en negocios con la agenda estadounidense. El General Félix Díaz, Bernardo Reyes y Manuel Mondragón y otros generales planean un golpe de Estado que pasaría la mañana del 9 de Febrero de 1913, plan el cual consistió en meses antes, ir a todos los cuarteles de artillería e infantería en la Ciudad de México y convencer a los generales encargados de los cuarteles  de unirse al golpe de estafa lo cual fue bastante fácil en la mayoría de cuarteles principalmente en los que había más soldados, pues la Ciudad de México en ese momento era un nido de conservadores hasta la fecha.

La mañana del 9 de Febrero de 1913 salieron rumo a Lecumberri, y la prisión de Santiago Tlatelolco para liberar a Félix Díaz y Bernardo Reyes que habían sido arrestados meses antes; después fueron a tomar Palacio Nacional, el cual después de un rato el general Lauro Villar con ayuda de algunos cuarteles que no se unieron al golpe de estado lograron recuperar. La pelea duró toda la mañana mientras que Madero iba desde el catillo de Chapultepec hacia palacio, en la pelea los golpistas salieron de Palacio y se replegaron al otro lado de la plancha del zócalo donde los leales lograron matar a Bernardo Reyes a cambio de que Lauro Villar saliera herido del cuello, al ver en el momento en que ya no iban a poder tomar Palacio Nacional escaparon a la ciudadela en donde actualmente es un mercado de artesanías; en 1913la ciudadela servía como almacén de armas y municiones en donde se escondieron.

Después de un paseo por la Ciudad Francisco I. Madero llegó a palacio y puso de encargado para recuperar  la ciudadela y frenar el golpe de estado a Victoriano Huerta, literalmente todos en ese entonces sabían que Huerta era la peor opción posible y desde el inicio de la conspiración se le pidió ayuda a Huerta; desde antes durante los primeros días del golpe, el hermano de Madero se la pasaba diciendo que Huerta estaba planeando cosas con Félix Díaz desde la tarde del 9 hasta el 19 de Febrero, Victoriano Huerta y Félix Mondragón se la pasaban día y noche “dándose y revolviéndose” de cañonazos y metralla, pero Huerta el cual a nivel de guerra tenía mucha experiencia táctica, no planeaba recuperar la ciudadela, sólo estaba haciendo tiempo. Resulta que el embajador Henry Lane Wilson se la pasaba diciéndole a Washington D.C que Madero no era apto para gobernar ni para frenar un golpe de estado, y todos esos días estuvo exagerando e inflando todas las cifras de muertos, tanto que hasta el punto en que Estados Unidos amenazó con una intervención, también estuvo conspirando junto con otros embajadores para ya no reconocer el gobierno de Madero hasta que este aceptara su renuncia, por lo que se buscó establecer un dialogo con los golpistas, los cuales pedían su renuncia inmediata de él y del vicepresidente Pino Suárez; al mismo tiempo Madero se la pasó negando la posibilidad alguna de renunciar a su cargo, y se la pasaba regañando a Huerta, porque todos decían que Huerta sólo estaba haciendo tiempo y estaba con Félix Díaz y Mondragón, entonces Madero confió en él, y fue a buscar otros generales que también puedan ayudar a Huerta a recuperar la ciudadela, trajo al General Blanquet, y a Felipe Ángeles. El 18 de Febrero no hubo ruido de batalla pero hubo pláticas nocturnas bastante conspiranoicas, y para la mañana del 19 de Febrero, oficialmente Huerta y Blanquet se habían unido a Félix Díaz y Manuel Mondragón. Huerta manó a arrestar al hermano de Madero, a Pino Suárez y al mismo Madero; cuando fueron a arrestar a Madero el cual llevaba desde el 9 de Febrero en Palacio Nacional fue rescatado por varios de sus amigos y burócratas entre uno de ellos que era Garmendia, pero no logró escapar de Palacio Nacional, pues llegó Blanket con un nuevo cuartel y lo encerraron con el vicepresidente en un cuarto.

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