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Tendencias Arquitectónicas de la Modernidad


Enviado por   •  15 de Marzo de 2022  •  Exámen  •  1.897 Palabras (8 Páginas)  •  79 Visitas

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Nombre: Tapia Palacios Daniela Jael  [pic 1]

Paralelo: S5-P2

Fecha: 13 de Enero, 2022 

Tendencias Arquitectónicas de la Modernidad

La verdadera arquitectura refleja la sociedad que la crea y, a su vez, ya en pie, esta moldea, reconstruye y se rebela constante y permanentemente contra la realidad espacio- tiempo, descubriendo nuevas realidades socio-culturales que en el presente ensayo expongo, y que han permitido dejar a un lado las tendencias historicistas para entrar a una nueva época de la que somos parte.

El Renacimiento, comienzo del progreso, exploración y desarrollo del ser humano se divide en dos partes: El Quatrocento y Cinquecento, siglo XV y siglo XVI correspondientemente. La arquitectura Renacentista del Quatrocento se desarrolla en Toscana y Florencia, sus mayores representantes fueron Brunelleschi, quien tenía un Interés por las proporciones y fue autor de  la Cúpula de Santa María de las Flores en Florencia(Ver imagen 1), la cual fue símbolo de este cambio para la humanidad; Alberti que destacaba por su Belleza en las proporciones y las formas geométricas, autor de la Iglesia  de San Andrés de Mantua; y

Michelozzo, que evolucionó el modelo del Palacio Renacentista con el Palacio Medici- Ricardi de Florencia

Estas obras icónicas respondían a los principios teóricos de la época, buscando romper esa atadura con la iglesia y acercamiento a la ciencia, sus características técnicas eran el orden, proporción y simetría en puertas, ventanas, fachadas, módulos y arcos. También se caracterizaba por las cúpulas en edificios religiosos abandonando así elementos góticos. En sí, este periodo se caracteriza por la reinterpretación de la arquitectura clásica, y la concepción de la teoría de “ciudades ideales” y la planificación de estas.

Siguiendo con el Cinquecento, en este se desarrolla el renacimiento pleno y su difusión a toda Europa, así como el denominado “Tardo Renacimiento”, el Manierismo. El clasicismo posee características como: ideal racionalista, naturalismo, belleza ideal, estudio de la luz, proporción, simetría y atemporalidad. Sus exponentes principales son Bramante y Miguel Angel, autores de obras como la Basílica de San Pedro del Vaticano y la Biblioteca Laurenciana. El Manierismo surge como respuesta a la crisis Italiana y posee características como la subjetividad y sus exponentes fueron Miguel Angel y Andrea Paladio.

Siguiendo a la Arquitectura Renacentista está la Arquitectura Barroca, esta se desarrolla a

principios del siglo XVII y se extendió hasta mediados del siglo XVIII cuando evolucionó en el Rococó. Esta nace con el fin de exaltar el poder de la iglesia católica por encima de la iglesia protestante. En esta época histórica se afirman los estados nacionales, existe la monarquía absoluta, es el auge de la burguesía, el mercantilismo es el modelo económico y se desarrolla el capitalismo. En el aspecto urbanístico se comienzan a integrar los espacios en un todo y es así como se le da importancia a la ciudad conforme a su extensión y tamaño, de igual manera el exterior se integra como un espacio más, dándole significado y posición al espacio público.

Se caracterizaba por transformas las formas clásicas, es así como críticos lo bautizan con el nombre con significado “bárbaro”, ya que consideraban este acto nefasto, su arquitectura poseía arcos, abovedamientos, espacios abiertos, dinamismo, uso de espejos y pinturas; sus mayores exponentes fueron Gian Lorenzo Bernini con la Plaza de San Pedro, Louis Le Vau con el Palacio de Versalles y Christopher Wren con la Catedral de San Pablo.

La cúspide de la arquitectura barroco es el Rococó, se pueden observar el poder que tiene la burguesía y se caracteriza por la asimetría, uso de colores pasteles, elíptica oval, paredes cóncavas y convexas, importancia a la luz y a la perspectiva y variación entre el interior y el exterior y techos curvos. Esta tendencia no se caracterizó por los autores sino por sus las obras, entre estas tenemos la Residencia en Wurzburg y el Hotel de Soubise(Ver imagen 2).

Cuando la burguesía comienza a crecer en poder y existen mejoras en los sistemas de producción gracias a las nuevas invenciones y avances cientificos y tecnológicos, surge la Revolución Industrial, trayendo cambios muy grandes a la historia de la humanidad y en su estructura tanto económica como social. La movilización de los ciudadanos desde las partes rurales hacia las grandes ciudades con el fin de obtener empleo y una mejor vida, creó una nueva clase social y una nueva forma de ver el urbanismo, generando un crecimiento en la densidad poblacional en las ciudades y por la tanto la precariedad en las condiciones de vida debido al hacinamiento e insalubridad que se vivía; para esto se generaron planes urbanísticos, como el plan urbano de Francia o el plan de Cerdá, dichos planes repensaban totalmente la ciudad acercándonos a la ciudad como la conocemos, los cambios fueron bruscos, necesarios para llevarnos a una nueva época.

Luego de este periodo industrial, se puede evidenciar el Eclecticismo Historicista, tendencia arquitectónica nacida de ideologías democráticas tras la revolución Francesa que defendían el liberalismo, positivismo e industrialismo.  Esta arquitectura es considerada la arquitectura de la ingeniería, donde se construyen puentes de hierro, estaciones ferroviarias, representados principalmente por Georges Eugène Haussmann. Las obras destacadas son el Cristal Palace, construido en 1851, Escuela de Chicago, construida en 1888 y la Bolsa de  Amsterdan, construido en 1896. Surge a la par de esta arquitectura el urbanismo moderno, basado en bases utopistas, marximistas (contra capitalista) y cuantitativas que evidenciaban las condiciones higiénico-sanitarias que he mencionado anteriormente.

Como base para la arquitectura moderna, llega el Art Noveau, esta tendencia arquitectónica fue la completa liberación de las formas del pasado y surge a finales del siglo XIX en una era de progreso y expansión como resultado de la industrialización dialogada, es aquí cuando surge una gran importancia al arte y al artista-fabricante. Se comienza a aceptar la tecnología moderna y la integración de lo artificial con lo natural. Su mayor representante es

Antonio Gaudí, arquitecto catalán, que, con sus extraordinarias obras, como La Sagrada Familia representa la esencia de este movimiento arquitectónico y su característica ondulante.

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