Valle Del Indo
valeriacm29 de Septiembre de 2014
3.965 Palabras (16 Páginas)472 Visitas
VALLE DEL INDO
Valle del Indo - ¿Dónde está?
¿Dónde está el Valle del Indo? Aproximadamente 5.000 años atrás, un pueblo nómada cruzó los Himalayas y se encaminó hacia el noroeste de India desde Sumeria, (actual Irán.) Se asentaron cerca del actual Karachi, una tierra rica, fertilizada por los sistemas de los ríos Indo, Ravi, Beas, Chenab y Sutlej. Aquí encontraron mucha agua, forraje, y leña, así como arcilla para hacer ladrillos y madera para hornearlos.
Esta civilización floreció desde el 1.500 a.C. hasta cerca del 2.500 a.C., y se extendió por más de mil millas desde las nevadas montañas de Cachemira hasta las dunas de arena frente al Mar Arábigo. La civilización tenía su propio gobierno, cultura, religión, historia, arte y arquitectura, reglas y regulaciones. No se hace mención en la Biblia de este valle, ni en el Vedas, el cual es uno de los textos más antiguos del Sur de Asia, remontándose aproximadamente a 3.500 años atrás. La gente no construyó monumentos altos, ni sepultó sus riquezas con los muertos, ni peleó legendarias batallas sangrientas. No tuvieron un gran ejército, ni emperador divino. En cambio, construyeron algunas de las primeras ciudades planeadas, y crearon uno de los primeros idiomas escritos.
Valle del Indo - Primeras Ciudades y Artefactos
Una de las ciudades situadas en el Valle del Indo es Harappa, y una ciudad vecina a 563 km, Mohenjo-Daro. Excavaciones han revelado grandes y ordenadas paredes de macizos edificios de ladrillos con sistemas muy sofisticados de higiene y drenaje. La cultura misma era muy gris y sin atractivo, porque la civilización no se enfocó en el oro ni en grandes monumentos. Se cree que Harappa comenzó como un pueblo agrícola cerca del 3.300 a.C. Mohenjo-Daro es la ciudad gemela y ambas formaban el núcleo de la civilización. Ya que sus principios de planeación fueron seguidos sin alteraciones en todos los otros sitios, estas dos ciudades sentaron el precedente para las otras ciudades que siguieron. Ambas ciudades eran de una milla cuadrada con murallas de defensa exteriores. El trazado de las calles muestra conocimiento del tráfico, con esquinas redondeadas para permitir que los carros giraran fácilmente, y dividiendo la ciudad en 12 manzanas. Exceptuando las manzanas centro-occidentales, la unidad básica para la planificación de la ciudad era la casa individual.
En Mohenjo-Daro, se encontraron treinta y nueve esqueletos en distintas calles y casas, y se conjetura que los arios invadieron y mataron a mucha de la gente. Un juguete, que pudo haber sido utilizado como silbato, fue desenterrado en esta ciudad. La pieza tiene forma de ave y está hecha de terracota. Se sopla en el agujero para obtener un silbido. En las excavaciones también fueron descubiertos dados en forma de cubo, junto con un sonajero de bebé con pequeños agujeros. Dentro, había pedacitos de arcilla para hacer sonar al sonajero. Ocasionalmente, la gente sí escondía adornos valiosos en vasijas, y las enterraba debajo del piso de la casa. Han sido encontradas vasijas de plata y adornos de oro y plata que proporcionaron evidencias de ricos comerciantes o terratenientes. Las excavaciones también proporcionaron grabados en piedra de figuras masculinas sentadas, que pueden representar a algunos de los líderes ancestrales de las comunidades. No existe evidencia de que sacerdotes o reyes hayan gobernado las ciudades. Esculturas desenterradas muestran una banda alrededor de la cabeza, un brazalete y una capa decorados con patrones triangulares que originalmente estaban llenos de pigmento rojo.
Valle del Indo - Gobernantes
Los gobernantes en las ciudades del Valle del Indo gobernaron mediante el control del comercio y la religión, en lugar de la fuerza militar. No existe indicación de guerras ni de armas que puedan haber sido utilizadas. Los gobernantes portaban sellos con símbolos de animales y escritos, y llevaban adornos de materiales raros. Cada símbolo de animal representaba alguna forma de poder: El toro representaba al líder de la manada, fuerte y viril. El símbolo del elefante estaba relacionado con bienes para comerciar. El búfalo representaba una postura de defensa a proteger. El tigre era utilizado por oficiales administrativos menores. El unicornio parece ser un símbolo importante de la élite y fue utilizado al gobernar los distintos asentamientos, asumiendo el poder económico y político en las ciudades más grandes.
El Valle del Indo - Religión
La cultura del Valle del Indo parece haber tenido un sistema religioso primitivo. Adicionalmente a una diosa madre que representaba a la fertilidad, se sugiere que también adoraban en cierto grado a animales. Una de tales figuras es una foca sentada en una posición como de yoga, la cual se piensa que es una representación primitiva de un dios hindú. Es difícil encontrar los nombres de los dioses del antiguo Valle del Indo. Parece que cuando murió su civilización, también murieron sus dioses. Qué contraste con el cristianismo.
- See more at: http://www.allabouthistory.org/spanish/valle-del-indo.htm#sthash.9cbBryVO.dpuf
LA CULTURA DEL VALLE DEL INDO
Entre los años 2350 y 1750 a.C., en el valle del Indo se desarrolló una cultura cuyos dos centros más significativos fueron Mohenjo-Daro y Harappa, verdaderas ciudades que distaban entre sí 600 kilómetros. Las dos tienen planta ortogonal, lo que indica que el urbanismo de Mohenjo-Daro y de Harappa responde a una planificación fijada de antemano.
Localización de Mohenjo-Daro y Harappa
Fue una cultura independiente, original, con creaciones peculiares que se diferencian de las de los pueblos vecinos. Alrededor del año 2350 a.C. esta cultura mantenía contactos con Mesopotamia, como lo indica la presencia allí de sellos de Harappa en época del gobierno de Sargón. Se admite, generalmente, que el origen directo de la cultura de Mohenjo-Daro y de Harappa hay que buscarlo en estas mismas ciudades, en los niveles encontrados debajo de los estratos de tipo Harappa en los yacimientos de la cuenca del Indo, como en Kot Diji, en Kalibangan y en Ariri. Se ha calculado que la cultura de Mohenjo-Daro y de Harappa abarcaba una extensión de 1.300.000 kilómetros cuadrados. Se caracteriza por una gran uniformidad en sus más variados aspectos a lo largo de los siglos: materiales, arquitectura, decoración y escultura.
Características de la cultura del valle del Indo
Stuart Piggot dio un juicio negativo de esta cultura, que en parte comparte el visitante de Mohenjo-Daro, de Harappa y del Museo de Karachi: 'la mano muerta del conservadurismo en el diseño, más que en la técnica, se hace en todos los productos harappenses. Se conocían complejos procesos técnicos, pero la producción padecía de uniformidad y de utilitarismo casi puritano. Al trabajar dentro de estos estrechos límites de formas tradicionales, fosilizados por los siglos de una rígida posición mental de la que no cabía escapar, el artista o artesano pudo hallar pocos caminos, salvo en el desarrollo de la maestría técnica. El cuadro de la civilización de Harappa parece haber excluido los grandes monumentos, como templos, palacios o sepulturas, en los que una explosión de proezas artísticas hubiera podido redundar en gloria de dioses y orgullo de un monarca espléndidamente derrochador. La reserva de esos lisos muros de ladrillo, la arquitectura sin adornos de incluso los edificios de la ciudadela, la monótona regularidad de las calles y el sofocante peso de una muerta tradición se combinan para hacer de la civilización de Harappa una de las fases menos atractivas de la Historia del Oriente'.
Este juicio tan demoledor es, en parte, verdadero, pero unilateral. El urbanismo de Mohenjo-Daro impresiona al visitante y la ciudad está bien planificada, con detalles como el de un alcantarillado muy avanzado. En el arte ha dado piezas de gran calidad, como la bailarina, el torso del varón, el toro y las figuras de la glíptica. Su mayor legado estuvo, quizás, en la religión, en la figura de Siva.
El urbanismo de Mohenjo-Daro
Lo primero que llama poderosamente la atención al visitante de Mohenjo-Daro es la monumentalidad del urbanismo, bien patente ya desde la entrada a la ciudad. Impresionan la altura de los edificios, todos ellos construidos de ladrillos, sin decoración ni ventanas, su uniformidad y su extensión. Los muros de las casas están fabricados de ladrillos colocados en hileras, alternando a soga y tizón. Ladrillos sin cocer cimentaban las terrazas y, quizás, se usaban también en las partes superiores de las paredes. Los ladrillos cocidos se colocaban frecuentemente sobre un mortero bituminoso en los muros. Mohenjo-Daro y Harappa contaron con albañiles que conocían bien la técnica de construcción. En lo referente a las técnicas arquitectónicas, no pasaron del arco de ménsula, que se empleaba en las puertas de casas -de 1 m de ancho aproximadamente-, en los boquetes de ventilación y en las cloacas. Los tejados eran planos y se apoyaban en una columna de madera. Los constructores de Mohenjo-Daro no usaban la bóveda, ni la cúpula, ni el arco. De esta arquitectura no pervivió nada.
Las casas eran de varios pisos y se subía a los superiores por escaleras. El sistema de alcantarillado era muy perfecto, hasta el punto de que sorprende tan alta perfección en el sistema de desagüe en fechas tan tempranas.
Las casas están divididas en insulae limitadas
...