Algunas Consideraciones Sociológicas Sobre El Trabajo Del Historiador - Laslett
Enviado por anitaclio • 29 de Julio de 2013 • 1.230 Palabras (5 Páginas) • 331 Visitas
El autor se pregunta por qué lo que el historiador hace presenta poco interés para el que se consagra a la ciencia social del pasado.
El autor se pregunta por qué gran parte de lo que hacen los historiadores es bastante aburrido.
La tarea del historiador es buscar las estructuras sociales del pasado.
El filósofo John Locke, primer creador del empirismo inglés, traduce a Pierre Nicole: “cada historiador es un mentiroso. Si es sincero miente sin proponérselo; si no lo es miente a sabiendas. Pero como ni el uno ni el otro indica de donde se sale de la verdad, es imposible dejar de ser víctima.”
Estos dos intelectuales pensaban en los apologistas de tiempo.
Los historiadores de nuestros días consciente o inconscientemente, engañan en cierto grado.
Sobre una única serie de acontecimientos los historiadores jamás han dicho las mismas cosas sobre ello.
La historia se está reescribiendo siempre y está en perpetua revisión.
Sin embargo en todos los sistemas de educación, el profesor continúa utilizando, año tras año, el mismo libro anticuado.
La historia que se enseña a las masas es inmune al proceso de revisión y corrección, diferente al perpetuo movimiento que hay entre los historiadores profesionales y universitarios.
El autor dice que hay que considerar la relación existente entre la historia universitaria y la historia de mercado.
El historiador académico que trabaja sobre pequeños detalles que demuestra que sus predecesores se equivocaron, está empeñado en mostrar que ellos fueron mentirosos, sin pretender serlo.
Los historiadores que componen los libros de texto de las escuelas, son considerados como bandas de mentirosos conscientes, deliberadamente hacen un desarrollo nacional, el orgullo de la nación y de la grandeza de las figuras heroicas.
La actividad del historiador universitario contemporáneo consiste en una perpetua revisión y ampliación de lo que sus predecesores hicieron.
Ese historiador está preocupado por un aspecto especial de la conducta de un momento determinado y en una sociedad particular.
Su objetivo es conseguir una visión “correcta” de la sociedad en aquel momento.
“correcta” significa que explica un trozo importante del pasado para iluminar el propio presente del lector.
Si preguntáramos por qué la historia de mercado y de la escuela ha permanecido inafectada por la historia académica, tendremos tres respuestas:
1. La del historiador universitario: va responder porque la escuela es demasiado grande y que no pueden darse el lujo de cambiar los libros de texto muy a menudo.
2. Otra respuesta, la del elitismo intelectual: los niños que van al colegio e incluso sus maestros, el público en general no tiene por qué estar al corriente de cada cambio de interpretación.
Solo los intelectuales necesitan tener el pasado constantemente revisado.
3. Tercer tipo de respuesta: no importa mucho cual sea la versión de la historia que conoce el chico siempre y cuando esa versión lleve la mayor cantidad de hechos esenciales, el armazón de la historia, los hechos políticos, acontecimientos, sucesos y su interpretación.
La historia tiene un armazón que es de naturaleza política.
El sociólogo historiador debe rechazar dicho presupuesto.
Para el estudio del comportamiento, los acontecimientos son variables dependientes.
Los sucesos políticos pueden ser considerados el armazón de la historia solo desde el punto de vista de alguien, deba por necesidad estar familiarizado con cuestiones importantes que requieran una explicación.
El que suponga que el estudio completo del comportamiento está fundado en un conjunto de hechos, no comparte la visión de un científico social.
El mayor obstáculo que la historia tradicional coloca el camino de la historia sociológica es su énfasis exclusivo en lo político, relegando los llamados “otros tipos de historia” a posiciones marginales.
La importancia del estudio de la estructura social y del comportamiento social del pasado no depende de la aportación de un conocimiento político.
La relativa inmunidad de la historia
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