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Antología Infantil


Enviado por   •  19 de Mayo de 2014  •  1.269 Palabras (6 Páginas)  •  263 Visitas

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Índice

Adivinanzas

Canciones Infantiles

Cuentos

Fábulas

Poemas Infantiles

Rimas

Trabalenguas

Biografías de los autores argentinos

Cuentos

Clasificación de cuentos de acuerdo a los siguientes autores:

Andruetto, María Teresa

Bornermann

El árbol de lilas

María Teresa Andruetto

UNO

Él se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol florecido de lilas.

Pasó un señor rico y le preguntó:

-¿Qué hace usted, joven, sentado bajo este árbol, en lugar de trabajar y hacer dinero?

Y el hombre le contestó:

-Espero.

Pasó una mujer hermosa y le preguntó:

-¿Qué hace usted, hombre, sentado bajo este árbol, en lugar de conquistarme?

Y el hombre le contestó:

-Espero.

Pasó un chico y le preguntó:

-¿Qué hace usted, señor, sentado bajo este árbol, en vez de jugar?

Y el hombre le contestó:

-Espero.

Pasó la madre y le preguntó:

-¿Qué haces, hijo mío, sentado bajo este árbol, en vez de ser feliz?

Y el hombre le contestó:

-Espero.

DOS

Ella salió de su casa dispuesta a buscar.

Cruzó la calle.

Atravesó la plaza.

Y pasó junto al árbol florecido de lilas.

Miró rápidamente al hombre.

Al árbol.

Pero no se detuvo.

Había salido a buscar.

Y tenía prisa.

Él, con una sonrisa, la vio pasar.

Alejarse.

Hacerse un punto pequeño.

Desaparecer.

Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas.

Ella fue por el mundo a buscar.

Por el mundo entero.

En el Norte había un hombre con los ojos de agua.

Ella preguntó:

-¿Sos el que busco?

-No lo creo. Me voy –dijo el hombre con los ojos de agua.

Y se marchó.

En el Este había un hombre con las manos de seda.

Ella preguntó:

-¿Sos el que busco?

-Lo siento. Pero no. –dijo el hombre con las manos de seda.

Y se marchó.

En el Oeste había un hombre con los pies de alas.

Ella preguntó:

-¿Sos el que busco?

-Te esperaba hace tiempo. Ahora no –dijo el hombre con los pies de alas.

Y se marchó.

En el Sur había un hombre con la voz quebrada.

Ella preguntó:

-¿Sos el que busco?

-No. No soy yo –dijo el hombre con la voz quebrada.

Y se marchó.

TRES

Ella siguió por el mundo buscando.

Por el mundo entero.

Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.

La gitana la miró y le dijo:

-El que buscas te espera en el banco de una plaza.

Ella recordó al hombre con los ojos de agua.

Al hombre que tenía las manos de seda.

Al de los pies de alas.

Y al que tenía la voz quebrada.

Y después se acordó de una plaza.

Y de un árbol con las flores lilas.

Y de aquel hombre que, sentado a su sombra, la había visto pasar con una sonrisa.

Dio media vuelta y empezó a caminar sobre sus pasos.

Bajó la cuesta.

Y atravesó el mundo.

El

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