Análisis sobre el texto "Guerra y salud mental"

Guía de lectura: Guerra y salud mental

Presentado por:

Laura Vanessa Mesa Betancur – 000621099

Docente:

Wbeimar Alonso Lopera López

Asignatura:

Formación Ciudadana-7805

Fecha:

16 de febrero de 2021

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales

Psicología

Bello, Colombia

2021

Índice temático

Lectura intratextual: Guerra y salud mental        4

Salud mental        4

La guerra civil en El Salvador        5

Violencia.        5

Polarización.        6

Mentira.        6

El impacto de la guerra sobre la salud mental        6

Convivencia social y el impacto de la guerra en los sectores.        6

Involucramiento de los grupos en la guerra.        7

Temporalidad.        7

Salud mental para un pueblo        7

Ideas principales        9

Comentarios de las ideas        10

Glosario        16

Adaptación        16

Agresividad        16

Angustia        16

Ansiedad        16

Bienestar        17

Bienestar psicológico.        17

Salud mental        17

Síndrome        17

Síntoma        18

Trastorno        18

Violencia        18

Referencias        19

Lectura intratextual: Guerra y salud mental

El texto “Guerra y salud mental” del autor salvadoreño, Ignacio Martín-Baró, escrito en el año de 1984, conlleva a adentrarse en el reconocimiento del trasegar que ha recorrido el término de salud mental durante los hechos de guerra en el país de El Salvador, ejercicio crítico que surge debido a la fuerza que se fue incrementando en los diferentes asuntos histórico-sociales de la época. Dichos aspectos, han sido los responsables de adjudicarse esa connotación y significación que se le ha dado al término de salud mental, el cual, surge precisamente como respuesta a las diferentes situaciones sociales que durante varios años han golpeado la tierra salvadoreña.

Salud mental

Martín-Baró, trae a colación la descripción de un contexto que ha sido golpeado y herido por un hecho histórico como lo es la guerra civil. Asunto que ha traído consigo situaciones de hambre, desempleo masivo, desplazamiento, desaparecimiento de poblaciones, y es precisamente en este contexto espacio-temporal en el que el autor comienza a reflexionar en torno a la salud mental, llegando incluso a exponer la paupérrima concepción que se tenía en torno a este término, pues se concebía como un asunto que estaba enmarcado, en primer lugar, por “la ausencia de trastornos psíquicos y después como un buen funcionamiento del organismo humano” (Martín-Baró, 1993, p. 1). Teniendo en cuenta esa idea reduccionista de salud mental, en el texto se expone como ésta se convierte en una característica atribuible, o de identificación, de aquellas personas sanas mentalmente, es decir, cuando el pensar, sentir y actuar van acorde a las exigencias y necesidades del contexto que habitan.

De acuerdo con lo anterior, Martín-Baró (1993) plantea generar una transformación de esa concepción reduccionista en la que se ha comprendido el concepto de salud mental, y comenzar a entenderlo en términos de asuntos “más positivos y amplios” (Martín-Baró, 1993, p. 1). Así, es posible decir entonces que, la salud mental acogería esos aspectos enfocados en el carácter de la vida, es decir, en la construcción social que se hace en el medio que se habita, donde ésta comienza a jugar un papel determinante en relaciones interpersonales, en la configuración que se hace de ese mundo, y en el vínculo bidireccional que se gesta.

Así pues, la salud o el trastorno mental se encuentran en un proceso de interrogantes alrededor de ese carácter específico que se da a partir de las relaciones comunes y significativas de una persona, y que precisamente se convierten, en cierta medida, en la fuente y en el determinante de la salud mental. Es en este sentido, donde se comprende el impacto que tiene en una comunidad la vivencia de acontecimientos que afectan las relaciones humanas, encontrando así las crisis económicas, las guerras, o los hechos naturales, siendo la guerra, el más nocivo y profundo de todos, por su tinte irracional y deshumanizante con el que viene cargado.

La guerra civil en El Salvador

La guerra civil que afrontó El Salvador por tres años y medio y dejó un número de víctimas que sobrepasan las 50.000 personas, cifra que contiene en su mayoría, el nombre de civiles que no estuvieron involucrados de manera directa en aquella guerra bélica.

Con el objetivo de examinar el impacto de la guerra en la salud mental de la población salvadoreña, Martín-Baró (1993) plantea una triada de términos alrededor de los cuales es posible analizar la alteración y la conformación de las relaciones sociales a la luz de los acontecimientos de la guerra: violencia, polarización y mentira.

Violencia. Se encuentra cómo las relaciones intergrupales se convirtieron en la fuente para que la salud mental de aquella población se viera vilmente afectada, pues la razón fue cambiada por la agresión, “y el análisis ponderado de los problemas es sustituido por los operativos militares” (Martín-Baró, 1993, p. 3). Esto trajo consigo la violencia, como un hecho que pasó de ser una última alternativa, a considerarse como un hábito y la más adecuada respuesta a la sumisión y represión de la época, generando así que las relaciones humanas se encuentren en un detrimento y oculten la verdadera naturaleza de la enfermedad.

Polarización. El segundo aspecto que utiliza el autor para describir la guerra, es el asunto de la polarización social, entendida ésta como “el desquiciamiento de los grupos hacia extremos opuestos” (Martín-Baró, 1993, p. 3). Esta polarización genera precisamente una fisura en el proceso de convivencia, pues se da una diferenciación entre dos grupos: ellos y nosotros, lo que sin lugar a duda permea todos los sectores de la población, trayendo consigo un clima de tensión a nivel social y emocional.

Mentira. La última y tercera característica, es la mentira. En ésta se enmarcan hechos de corrupción por parte de las instituciones, discursos políticos que superan la ficción en sus paupérrimas propuestas de calidad de vida, y el tinte de poca verdad que acogen las opiniones de la población civil.

El impacto de la guerra sobre la salud mental

Al continuar con la idea plantea por el autor en torno a caracterizar la salud mental con base en las relaciones sociales, es posible decir que, el estado de la población salvadoreña se encuentra en deterioro. Pues la situación de la guerra acarreó altas tasas de desempleo, problemas económicos, y el desplazamiento de un sinnúmero de personas, y son precisamente las relaciones sociales el andamiaje donde el ser humano se construye como persona y como comunidad.

Convivencia social y el impacto de la guerra en los sectores. Así pues, el deterioro de la convivencia social ya trae consigo un grave trastorno social, pues ello implica el derrumbamiento de constructos de respeto, reemplazados por la paupérrima capacidad colectiva para amar y trabajar en grupo. Sin embargo, es relevante tener en cuenta que la guerra se convierte en un asunto diferenciador, pues no tiene el mismo impacto en los diversos sectores que conforman la sociedad.

Involucramiento de los grupos en la guerra. El grado de acción e involucramiento de las personas y grupos en la guerra, se convierte en la segunda variable para analizar las consecuencias de ésta en la salud mental, siendo difícil que este tipo de acontecimientos no se comporten como un asunto que influye en la vida de las personas, no solo de civiles, sino los que de manera directa están involucrados en la misma guerra: los soldados, lo que genera efectos en estos como: neurosis de guerra, cansancio de combate y reacción al stress, mientras que en los civiles se da un proceso de desplazamiento, angustia, dificultades económicas, falta de trabajo, entre otros aspectos.

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