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Ciudad De Dios


Enviado por   •  21 de Julio de 2014  •  2.129 Palabras (9 Páginas)  •  286 Visitas

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CIUDAD DE DIOS (2002)

Director: Fernando Meirelles y Katia Lund.

Intérpretes: Matheus Nachtergaele, Seu Jorge, Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino Da Hora.

En esta película existen muchas situaciones violentas, y estas son clasificadas como violencia visible e invisible, la visible es la domestica, sexual, de género, verbal y física, la violencia invisible es la violencia de estado y psicológica.

La violencia visible nace como consecuencia de un estado de abandono, soledad, marginalidad e ignorancia hacia el individuo.

Si empezamos a analizar al actor principal nos podemos dar cuenta como le cuesta abandonar el medio ambiente en el cual se desenvuelve para poder integrarse en una nueva posición social.

Ciudad de Dios narra la vida de varias personas que habitan en una favela en Río de Janeiro a lo largo de casi treinta años, entre los sesenta y los ochenta. La película se nos muestra la evolución de una urbanización construida en los años sesenta con el propósito de albergar familias sin vivienda, y que en poco tiempo acabó convertida en una ciudad marginal regida por sus propias leyes e impenetrable para quienes no viven allí. Se trata de barrios para gente pobre. Una vez en la ciudad su vida cotidiana se irá degradando, sin políticas públicas y sin empleo. De hecho, los jóvenes crecen sin una socialización en el trabajo. Así, por ejemplo, cuando al principio de la película dos ladrones del Trío Ternura pasan la noche escondiéndose de la policía en un árbol, después de haber cometido un robo, uno de ellos se pregunta que cómo será trabajar. Progresivamente la delincuencia irá tomando mayor peso en la articulación social de la comunidad. La violencia arrastra a los habitantes de la favela como única garantía de éxito y/o de supervivencia. La misma evolución de las formas en las que se desenvuelve la delincuencia resulta significativa: de las situaciones casi románticas de los primeros ladrones de las favelas en los años sesenta, justo cuando nace el asentamiento de Ciudad de Dios, con unos delincuentes cargados aún de inocencia, hasta el progresivo incremento de la violencia, el uso de las armas de fuego y la expansión del narcotráfico en los años setenta, para llegar a una situación de caos total al final de la década siguiente. Un momento central en esta evolución es el momento en el que Ze Pequeño decide que lo que hay que hacer es dejar de robar y dedicarse a traficar con droga. Desde ese momento todo adquiere unas dimensiones desproporcionadas y la economía de la droga adquiere un protagonismo fundamental en la vida de los suburbios urbanos. Igualmente el peso social de los delincuentes varía: inicialmente nacen de la comunidad y la misma comunidad les protege. Posteriormente acaban ocupando un lugar central en la vida del barrio, lo controlan y protegen a sus habitantes de otras bandas. Al final, el caos se instala y cada vez hay menos reglas ni pautas de conducta comunes. Pero en este proceso de degradación también hay actores externos, así la película denuncia la implicación y complicidad de la policía en la venta de armas y su corrupción.

Otro de los temas sobre los que merece llamar la atención que aborda la película es sobre la situación de los niños en la favela. A medida que pasa el tiempo, la degradación ambiental afecta también a los más chiquitos. Los niños que acaban controlando el negocio del tráfico de drogas al final de la película saben que probablemente no llegarán a adultos. Su niñez cada vez es más corta. Así por ejemplo, resulta significativo que uno de los niños diga, en un momento de la película, que ya es un hombre por el hecho de ya haber fumado, inhalado, robado y asesinado. Se trata de una nueva generación familiarizada con el crimen, que ha crecido con él y que acaban controlando despiadadamente este ambiente. En el centro de la Ciudad de Dios se instaló la desesperanza. Nutrida por la falta de oportunidades laborales, dio paso rapido a la delincuencia, la que en los sesenta estuvo liderada por el "Trío Ternura", un grupo de jóvenes (Cortador, Pato, Velludo) acompañados por un niño "Dadito" posteriormente Ze Pequeño, que realizaban robos armados de pequeña escala, tanto dentro de la Ciudad de Dios como en el Río de Janeiro turístico. Se trata, eso sí, de una delincuencia ingenua y mitificada: es el robar para subsistir, que se justifica como una forma radical de lucha por la igualdad social, del quitarle a los ricos para darle a los pobres. A diferencia de lo que sucederá en las décadas siguientes, en los sesentas ni siquiera quienes perpetran los crímenes los justifican y es todavía la conciencia la que dicta las normas. El crimen tenía un sentido, un propósito, y también un momento: “La mayoría de los maleantes raramente circulaban de día, preferían la noche para jugar a las cartas, fumarse un porro, jugar al billar, cantar samba sincopada acompañándose con el sonido de una caja de cerillas, e incluso para charlar con los amigos” . En las décadas siguientes, por el contrario, la violencia se generalizará y se le desproveerá de sentido alguno, si es que pudiera tenerlo. La urbanización del suburbio. Esta primera parte termina con la muerte del Trío Ternura a manos de Zé Pequeño, un niño de no más de 10 años que aprieta el gatillo mientras sonríe, con felicidad. La Ciudad de Dios es así: un territorio corrompido y abandonado a su suerte, donde las muertes son frecuentes y donde es posible y necesario jugar fútbol con una pistola en el bolsillo. La pérdida temprana de inocencia tiene que ver no sólo con la violencia que lo empapa todo, sino también con la breve esperanza de vida. Un niño de 16 años aproximadamente sabe que si tiene suerte vivirá tres o cuatro años más, sabe que morirá pronto y que va hacia su muerte como si estuviese buscando su destino final. El tema del film es cómo se desperdicia la vida”. La segunda parte del film hace repferencia a Ze Pequeño quien logra el control territorial de todo negocio ilícito de la favela matando a sus enemigos y estableciendo su señorío sobre los puntos de distribución y venta de droga. Con esto la Ciudad de Dios, paradójicamente, se vuelve un territorio pacífico: la policía es coimeada para no crear problemas y, como la prioridad de Ze pequeño es la venta de drogas, prohíbe

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