ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Derecho Internacional Publico


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2012  •  2.551 Palabras (11 Páginas)  •  310 Visitas

Página 1 de 11

EL DERECHO INTERNACIONAL DE LA PAZ DE WESTFALIA AL CONGRESO DE VIENA

El proceso de desintegración de la Respublica christiana alcanzó su culminación con la Paz de Westfalia, que puso fin a la guerra de los Treinta Años. Guerra religiosa en el seno del Imperio en sus comienzos, se transformó en una guerra general en la que participó la mayor parte de los Estados europeos, redoblándose la rivalidad confesional entre católicos y protestantes. Todos los territorios del Sacro Imperio veían cómo se les reconocía una autonomía que les permitía concertar alianzas con Estados extranjeros a condición de que no se dirigiesen contra el Imperio, lo que les convertía en semi-soberanos. La Francia católica y la Suecia protestante, victoriosas, garantizaban la paz.

La paz de Wesfalia confirmó, en el plano internacional, la igualdad confesional entre el catolicismo y el luteranismo, y la extendió al calvinismo. No estableció, por tanto, una libertad religiosa plena: los súbditos debían adherirse a la religión del príncipe, disponiendo los disidentes del derecho a emigrar. La Paz de Westfalia ha sido la base del “Derecho público europeo”. Fue el punto de partida de toda una serie de tratados posteriores. Un principio de ordenación de este mundo de Estados fue el principio de equilibrio de fuerzas, en el que Italia fue el primer escenario. Ésta se extendería después a la gran política europea, hasta el reconocimiento expreso del principio como tal en el Tratado de paz entre Gran Bretaña y España, suscrito en Utrecht. Pero se trataba de un principio que no podía asegurar por sí solo un orden internacional estable. Su práctica era facilitada por un sentimiento de intereses comunes frente a los de las restantes partes del mundo, fundado sobre la realidad de una densa red de relaciones entre los Estados de Europa.

La preponderancia española cedió el paso a la de Francia. El predominio de Suecia cedió ante el de Rusia. La ascensión de Prusia la convirtió, a su vez, en gran potencia. Aun cuando el sistema de Estados europeo había conocido repúblicas, era fundamentalmente monárquico. De ahí el papel del principio de legitimidad como principio básico del sistema. No cabe, sin embargo, sobrestimarlo. No impidió el reconocimiento de la Commonwealth, ni el de las colonias inglesas de América sublevadas frente a la metrópoli, ni el desmembramiento de Polonia en tres repartos sucesivos.

En la práctica internacional, la legitimidad se inclinó oportunamente ante la efectividad de las situaciones establecidas. La guerra era una institución del Derecho de gentes, considerado por lo demás como el instrumento por excelencia de adaptación del Derecho a las cambiantes circunstancias del medio internacional. El papel de la efectividad permanecerá como una constante en el Derecho internacional hasta nuestra época.

La primera alteración del sistema de Estados europeo tuvo lugar a partir de la secesión de las colonias inglesas de América, que tras haber proclamado su independencia y gozado, durante la guerra que siguió, del apoyo de Francia, España y los Países Bajos, fueron reconocidas como Estado independiente por la metrópoli por el Tratado de París. Con ella triunfaba el principio del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos.

La Revolución francesa de 1789 avanzaba, en lo que concierne al Derecho de gentes, en la misma dirección. Napoleón Bonaparte estableció una hegemonía sobre Europa, de la que ésta, a fuerza de coaliciones, acabó por liberarse. Uno de los efectos más espectaculares de su política, fue la creación de la Confederación del Rin. La consecuencia fue la abolición del casi milenario Sacro Romano Imperio.

Una característica del Derecho de gentes del sistema europeo de Estados es la generalización de las representaciones diplomáticas permanentes a partir del siglo XVI. Con ello se intensificó la actividad política internacional. La gran cantidad de sujetos de Derecho de gentes tras la Paz de Westfalia tuvo por consecuencia que las desigualdades eran demasiado llamativas. La invocación a la Divinidad permanece en vigor.

Un lunar en la historia, no ya sólo de las relaciones internacionales, sino de la civilización, es la trata de esclavos negros entre África y América. Este período asistió al agravamiento del estatuto de la piratería, considerada como un delito del Derecho de gentes. Desde el punto de vista del Derecho internacional, otro rasgo de la época obedece a la idea de soberanía en su versión absoluta y hay que señalar que el principio territorial se impuso sobre el personal en la esfera de la legislación y la administración de justicia.

El Derecho de la guerra había registrado un endurecimiento durante la guerra de los Treinta Años. Pero más adelante se percibe una tendencia a la humanización de la guerra que se acentúa en el siglo de las Luces y se manifiesta a lo largo de las “guerras de gabinete”, que tratan de mantener el equilibrio sin destruir al enemigo. Lo que cabría designar como “la edad de oro” de la guerra, terminó con la Revolución y el Imperio napoleónico. Una consecuencia fue la identificación del pueblo con su ejército; otra, el endurecimiento de la conducta bélica, así como una menor preocupación por el Derecho.

Tras el segundo asedio de Viena comienza el lento reflujo del poder de la Puerta en Europa Central. Una serie de tratados reflejan las vicisitudes de la “reconquista”, que finalmente se saldó en la Paz de Belgrado entre el Imperio y Turquía. Con posteridad, Rusia se convirtió en el agente más activo. Francia proseguía su política favorable a la Puerta, que le aseguraba una posición privilegiada.

Los Tratados de paz incluían a veces cláusulas relativas al comercio o al estatuto de las personas, que se inscriben en el marco tradicional de las capitulaciones. Rusia veía reconocérsele el derecho de realizar propuestas relativas a la Iglesia ortodoxa, que la Puerta se comprometía a tomar en consideración. Los tratados, considerados al principio por la puerta como simples treguas, pudieron concluirse después a perpetuidad. Los Estados barberiscos de África del Norte, vasallos en teoría del Imperio otomano, gozaban de una amplia independencia de hecho. Las capitulaciones en favor de Francia fueron las que llegaron más lejos en cuanto al espacio jurídico privilegiado reconocido por la Puerta. El Tratado con Rusia consagra la cristalización del sistema. Confiere a los súbditos rusos amplios privilegios; se reconocían al Zar ciertos derechos de intervención en lo tocante a la religión ortodoxa, que la Puerta debía tener en cuenta. La expansión de las potencias marítimas de Europa occidental en ultramar y la de Rusia en Asia septentrional ampliaron en una proporción sin precedentes el horizonte geográfico.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.2 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com