Duelo. Del Camino De Las Lagrimas. Bucay
crisferdez9 de Junio de 2013
2.617 Palabras (11 Páginas)773 Visitas
El duelo es el doloroso proceso normal de elaboración de una
pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra
situación interna y externa frente a una nueva realidad.
Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que
ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y
soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su
ausencia.
Convencionalmente podríamos decir que un duelo se ha
completado cuando somos capaces de recordar lo perdido
sintiendo poco o ningún dolor. Cuando hemos aprendido a vivir
sin él, sin ella, sin eso que no está. Cuando hemos dejado de
vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra
energía en nuestra vida presente y en los vivos a nuestro
alrededor.
Estas son algunas de las sensaciones corporales que sienten los
que están de duelo. Es el llamado duelo del cuerpo.
Palpitaciones.
Opresión en la garganta.
Dolor en la nuca.
Nudo en el estómago.
Dolor de cabeza.
Pérdida de apetito.
Insomnio.
Fatiga.
Sensación de falta de aire.
Punzadas en el pecho.
Pérdida de fuerza.
Dolor de espalda.
Temblores.
Hipersensibilidad al ruido.
Dificultad para tragar.
Oleadas de calor.
Visión borrosa.
Y estas son algunas de las conductas más habituales después
de una pérdida importante.
Llorar.
Suspirar.
Buscar y llamar al ser querido que no está.
Querer estar solo, evitar a la gente.
Dormir poco o en exceso.
Distracciones, olvidos, falta de concentración.
Soñar o tener pesadillas.
Falta de interés por el sexo.
No parar de hacer cosas o apatías.
Recomendaciones para recorrer el camino de las lágrimas (y
sobrevivir)
1.-Permitiste estar de duelo.
Date el permiso de sentirte mal, necesitado, vulnerable...
Podes pensar que es mejor no sentir el dolor, o evitarlo con
distracciones y ocupaciones pero, de todas maneras, con el
tiempo lo más probable es que el dolor salga a la superficie.
Mejor es ahora. Acepta que posiblemente no estés demasiado
interesado en tu trabajo ni en lo que pasa con tus amistades
durante un tiempo, pero metete en el duelo con todas sus
consecuencias. Tu vida será diferente mientras recorres este
camino, muy probablemente tendrás que cambiar
transitoriamente algunos hábitos, seguramente te sientas
vacío...
Permitite sentir el dolor plenamente porque el permiso es el
primer paso de este camino y ningún camino se termina si
antes no se comienza a recorrerlo.
2.- Abrí tu corazón al dolor:
Registrá y expresá las emociones que surjan, no las reprimas.
No te hagas el fuerte, no te guardes todo para adentro.
Con el tiempo el dolor irá disminuyendo. Si hay algo que opera
siempre aliviando el trayecto es justamente encontrar la forma y
darse el permiso de sentir y expresar el dolor; la tristeza, la
rabia, el miedo por lo perdido. recorrer el camino de punta a
punta es condición para cerrar y sanar las heridas. Y este
camino se llama el Camino de las Lágrimas. Permitite el llanto.
Te merecés el derecho de llorar cuanto sientas. Posiblemente
sufriste un golpe brutal, la vida te sorprendió, los demás no
supieron entender, el otro partió dejándote solo. Nada más
pertinente que volver a nuestra vieja capacidad de llorar
nuestra pena, de berrear nuestro dolor, de moquear nuestra
impotencia. No escondas tu dolor. Compartí lo que te está
pasando con tu familia y tus amigos de confianza...Llorar es tan
exclusivamente humano como reír. El llanto actúa como una
válvula liberadora de la enorme tensión interna que produce la
pérdida. Podemos hacerlo solos si esa es nuestra elección, o con
nuestros compañeros de ruta para compartir su dolor, que no
es otro que nuestro mismo dolor. Cuando las penas se
comparten su peso se divide. Cuando el alma te duele desde
adentro no hay mejor estrategia que llorar.
No te guardes todo por miedo a cansar o molestar. Busca a
aquellas personas con las cuales podes expresarte tal como
estás. Nada es más impertinente y perverso que interrumpir tu
emoción con tus estúpidos condicionamientos de tu supuesta
fortaleza protectora del prójimo.
3.- Recorrer el camino requiere tiempo.
Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero cuidado, el tiempo solo
quizás no alcance. LO que realmente puede ayudar es lo que
cada uno hace con el tiempo.
NO te hagas expectativas mágicas. Estate preparado para las
recaídas. Un suceso inesperado, una visita, un aniversario, la
Navidad te vuelven al principio, es así.
No podés llorar hoy lo de mañana, ni seguir llorando lo de ayer
Para hoy es tu llanto de hoy, para mañana el de mañana.
¿Estás utilizando este día para aceptar que estás de duelo, para
reconocer que lo perdido ha muerto y no lo vas a recuperar?
¿Estás utilizando el día de hoy para sentir tus emociones
intensamente y para expresar el dolor que supone esta pérdida?
¿Estás utilizando este día para aprender a vivir sin esa persona
querida?
¿Estás utilizando el día para volver a centrarte en vos mismo?
Viví solamente un día cada día.
4.- Sé amable contigo.
Aunque las emociones que estás viviendo sean muy intensas y
displacenteras (y seguramente lo son) es importante no olvidar
que son siempre pasajeras...Uno de los momentos más difíciles
del duelo suele presentarse después de algunos meses de la
pérdida, cuando los demás comienzan a decirte que ya tendrías
que haberte recuperado. Sé paciente. No te apures. Jamás te
persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. Tus tiempos
son tuyos.
Recordá que el peor enemigo en el duelo es no quererse.
5.- No tengas miedo de volverte loco.
Todos podemos vivir sentimientos intensos de respuesta a la
situación de duelo sin que esto te lleve a ningún desequilibrio
La tristeza, la bronca, la culpa, la confusión, el abatimiento y
hasta la fantasía de morir son reacciones habituales y comunes
a la mayoría de las personas después de una pérdida
importante o de la muerte de un ser querido.
Necesitas sentir el dolor y todas las emociones que lo
acompañan: tristeza, rabia, miedo, culpa...Habrá personas que
te dirán: "Tenés que ser fuerte". No les hagas caso.
6.- Aplazá algunas decisiones importantes.
Decisiones como vender la casa, dejar el trabajo o mudarte a
otro lugar son trascendentes, y se deben tomar en momentos de
suma claridad; dado que un cierto grado de confusión es
inevitable en el recorrido de este camino, sería preferible
dejarlas para más adelante.
Con el mismo razonamiento sobre todo en los primeros tiempo
inmediatos a la pérdida no parece conveniente iniciar una
nueva pareja, decidir un embarazo, acelerar un casamiento.
Podríamos lamentarlo después.
hay urgencias que no se pueden postergar, pero conviene
respetar la norma de no cruzar los puentes antes de llegar a
ellos.
7.- No descuides tu salud.
Muchos de los que recorren el camino están tan ocupados en su
proceso interno, están tan atentos a su sentir penoso que no
prestan atención a su propio cuerpo. Pasados los primeros días
puede resultar muy útil que decidas por unas semanas
imponerte un horario para levantarte, un horario para las
comidas, una hora para acostarte...y lo sigas. Alimentate bien y
no abuses del tabaco, del alcohol ni de los medicamentos. De
hecho si para ayudarte en estos momentos fuera necesario
tomar algún medicamento, deberá ser siempre a criterio de un
médico y nunca por los consejos de familiares, amigos y vecinos
bien intencionados. De todas maneras es bueno no deambular
"buscando" el profesional que acepte recetar los psicofármacos
para "no sentir", porque lejos de ayudar puede contribuir a
cronificar el duelo.
8.- Agradecé las pequeñas cosas.
Es necesario valorar las cosas buenas que seguimos
encontrando en nuestra vida en esta situación de catástrofe.
Sobre todo, algunos vínculos que permanecen (familiares,
amigos, pareja, sacerdote, terapeutas), aceptadores de mi
confusión, de mi dolor, de mis dudas y seguramente de mis
momentos más oscuros. Para cada persona lo que hay que
agradecer es diferente: seguridad, contención, presencia y hasta
silencio.
9.- Anímate a pedir ayuda.
No interrumpas tu conexión con los otros, aunque ellos no
estén hoy recorriendo este camino. Necesitás su presencia, su
apoyo, su pensamiento, su atención. Dales la oportunidad a tus
amigos y seres queridos de estar cerca. Todos lo que te quieren
desearán ayudarte, aunque la mayoría no sabe cómo hacerlo.
...