Duelo. Del Camino De Las Lagrimas. Bucay
Enviado por crisferdez • 9 de Junio de 2013 • 2.617 Palabras (11 Páginas) • 681 Visitas
El duelo es el doloroso proceso normal de elaboración de una
pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra
situación interna y externa frente a una nueva realidad.
Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que
ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y
soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su
ausencia.
Convencionalmente podríamos decir que un duelo se ha
completado cuando somos capaces de recordar lo perdido
sintiendo poco o ningún dolor. Cuando hemos aprendido a vivir
sin él, sin ella, sin eso que no está. Cuando hemos dejado de
vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra
energía en nuestra vida presente y en los vivos a nuestro
alrededor.
Estas son algunas de las sensaciones corporales que sienten los
que están de duelo. Es el llamado duelo del cuerpo.
Palpitaciones.
Opresión en la garganta.
Dolor en la nuca.
Nudo en el estómago.
Dolor de cabeza.
Pérdida de apetito.
Insomnio.
Fatiga.
Sensación de falta de aire.
Punzadas en el pecho.
Pérdida de fuerza.
Dolor de espalda.
Temblores.
Hipersensibilidad al ruido.
Dificultad para tragar.
Oleadas de calor.
Visión borrosa.
Y estas son algunas de las conductas más habituales después
de una pérdida importante.
Llorar.
Suspirar.
Buscar y llamar al ser querido que no está.
Querer estar solo, evitar a la gente.
Dormir poco o en exceso.
Distracciones, olvidos, falta de concentración.
Soñar o tener pesadillas.
Falta de interés por el sexo.
No parar de hacer cosas o apatías.
Recomendaciones para recorrer el camino de las lágrimas (y
sobrevivir)
1.-Permitiste estar de duelo.
Date el permiso de sentirte mal, necesitado, vulnerable...
Podes pensar que es mejor no sentir el dolor, o evitarlo con
distracciones y ocupaciones pero, de todas maneras, con el
tiempo lo más probable es que el dolor salga a la superficie.
Mejor es ahora. Acepta que posiblemente no estés demasiado
interesado en tu trabajo ni en lo que pasa con tus amistades
durante un tiempo, pero metete en el duelo con todas sus
consecuencias. Tu vida será diferente mientras recorres este
camino, muy probablemente tendrás que cambiar
transitoriamente algunos hábitos, seguramente te sientas
vacío...
Permitite sentir el dolor plenamente porque el permiso es el
primer paso de este camino y ningún camino se termina si
antes no se comienza a recorrerlo.
2.- Abrí tu corazón al dolor:
Registrá y expresá las emociones que surjan, no las reprimas.
No te hagas el fuerte, no te guardes todo para adentro.
Con el tiempo el dolor irá disminuyendo. Si hay algo que opera
siempre aliviando el trayecto es justamente encontrar la forma y
darse el permiso de sentir y expresar el dolor; la tristeza, la
rabia, el miedo por lo perdido. recorrer el camino de punta a
punta es condición para cerrar y sanar las heridas. Y este
camino se llama el Camino de las Lágrimas. Permitite el llanto.
Te merecés el derecho de llorar cuanto sientas. Posiblemente
sufriste un golpe brutal, la vida te sorprendió, los demás no
supieron entender, el otro partió dejándote solo. Nada más
pertinente que volver a nuestra vieja capacidad de llorar
nuestra pena, de berrear nuestro dolor, de moquear nuestra
impotencia. No escondas tu dolor. Compartí lo que te está
pasando con tu familia y tus amigos de confianza...Llorar es tan
exclusivamente humano como reír. El llanto actúa como una
válvula liberadora de la enorme tensión interna que produce la
pérdida. Podemos hacerlo solos si esa es nuestra elección, o con
nuestros compañeros de ruta para compartir su dolor, que no
es otro que nuestro mismo dolor. Cuando las penas se
comparten su peso se divide. Cuando el alma te duele desde
adentro no hay mejor estrategia que llorar.
No te guardes todo por miedo a cansar o molestar.
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