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EL HOMBRE QUE CALCULABA


Enviado por   •  25 de Febrero de 2020  •  Ensayos  •  1.560 Palabras (7 Páginas)  •  195 Visitas

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Este espectacular libro nos continúa narrando las grandes habilidades que poseía Beremiz Samir un gran calculista que tenía la gran  habilidad de explicar todo por medio de las matemáticas.

Ahora nos narra, que al salir de la casa de Iezid, Beremiz se encuentra con unos niños que brincaban una cuerda, el cual le llamo mucho la atención, ya que los movimientos que hacia la cuerda representaban una curva que sin duda alguna tenía que ver con los cálculos de las matemáticas y es por esa razón que le llamo la atención. Después de alejarse del lugar donde se encontraban los niños siguió caminando junto con su amigo el bagdalí, y después de un rato se encontraron con unos viejos amigos los cuales en alguna ocasión Beremiz les ayudo con un problema de una herencia que tenían, entonces se acercaron para saludarlos y platicar con ellos, durante la plática los amigos de Beremiz le dijeron que tenían un nuevo problema y que solo él les podía ayudar, el problema tenía que ver con la venta de sesenta melones que le habían dado a un mercadero para que los vendiera, pero el mercadero a la hora de venderlos cobro de una manera que al final de la venta los confundió ya que dio diferentes precios a la hora de venderlos, y no sabían cómo repartirse las ganancias, pero justo en ese momento interrumpieron esa reunión para resolver ese problema debido a que recibieron una llamada para participar en la oración de la tarde que acostumbraban a realizar en ese lugar.

Después de cuatro días Beremiz y su amigo el bagdalí recibieron un llamado a una audiencia por el califa Abul Abas, ya que Iezid le había contado al Emir de las grandes habilidades que tenía Beremiz para calcular. Al llegar al palacio del Emir se sorprenden ya que todo era muy lujoso, en pocas palabras era todo como un sueño para ellos, puesto que no se imaginaban que serían llamados a una audiencia y menos en el palacio del Emir.

Al llegar al salón donde se llevaría a cabo la audiencia se encontraron con un gran monarca, siete visires, dos cadíes, varios ulemas y diversos dignatarios ilustres de alto prestigio. Enseguida Iezid presento ante todos al bagdalí y por supuesto al calculista Beremiz Samir, los cuales les dieron una cordial bienvenida pero el califa dijo a todos que necesitaba ver una demostración de Beremiz para ver si embardad era capaz de dicha habilidad que se le atribuía, así que Samir acepto con gusto y empezó a realizar una pequeña demostración que consistía en contar los versos y palabras que tenían los poemas que adornaban dicho palacio, al terminar su demostración todos los que estaban en ahí quedaron sorprendidos y maravillados con el conocimiento que poseía Samir incluyendo al califa. Pero el monarca no quedo muy convencido así que mando a traer al que había escrito aquellos poemas.

Mientras esperaban a que el jeque regresara de buscar a quien había escrito esos poemas, entraron al salón cinco músicos egipcios los cuales empezaron a tocar sus hermosas melodías, y mientras ellos tocaban, dos hermanas que eran las bailarinas del Emir se pusieron a bailar, mientras bailaban Emir le dice a Beremiz Samir lo hermosas que son esas mujeres y que ambas son idénticas ya que tienen los mismos rasgos y están vestidas de la misma forma, y por lo tanto no pueden saber quién es quién. Pero Samir le dijo a Emir que si era posible diferenciar quien era quien y el secreto estaba en que la ropa que llevaban aparentemente era igual pero en si se figaban en el diseño podrían notar algunas variaciones y así es como se podría diferenciar una de otra. Al escuchar eso Emir quedo maravillado y exclamo que sin duda alguna él era un prodigioso calculador. Pero un visir, al ver que Samir se ganaba cada vez más el respeto del Emir, se dirigió con el Emir y le dijo que para el arte no se necesitaban las matemáticas, al escuchar eso, Samir cuestiono y corrigió al visir con una grandiosa exposición, y gracias a esa gran exposición completa de razón Samir gano más crédito con el Emir y claro demostrándole su conocimiento al visir que decía que las matemáticas no se ocupan para el arte.

Después de un rato el jeque regreso de su búsqueda, pero no había tenido éxito, ya que, el que escribió los poemas que se encontraban en los muros del palacio ya no se encontraba en Bagdad, pero en su antigua casa pudo encontrar un juego de ajedrez que contenía algunos números, así que se lo dio al Emir y este a Beremiz Samir para que lo analizara y les dijera que es lo que quería decir eso, después de analizarlo Samir les dijo que tanto en filas como columnas daban como resultado quince y que formaban un cuadrado perfecto, todos los que se encontraban en la audiencia decían que el cuadrado perfecto era lo que se usaba en la antigüedad para protegerse de una enfermedad como lo era la peste, pero Samir les dijo que el cuadrado perfecto tenía más aplicaciones además de eso, ya que para las matemáticas nos decía que se trataba de un numero entero.

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