EL LIDER SAMURAI

EL LÍDER SAMURÁI

"No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma".

Krishnamurti

El Ejecutivo Guerrero

Para un líder samurái lo importante no es pelear todas las batallas y ganarlas o desgastarse y perderlas, o lo que es aún peor, ganar batallas y perder las guerras, lo que un líder samurái debe hacer es identificar qué batallas deben pelearse, para que batallas debe prepararse, cuáles deben ser evitadas, en cuales se debe conservar la calma y cuáles son las que se pueden ganar por medio de una gestión. Para poder lograr esto es muy importante mantenerse en calma por fuera pero con una mente en extrema vigilancia, a esto se le conoce como el Ying-yang, tener la mezcla de los dos conduce a una clara visión de las cosas para cualquier situación en la que uno se encuentre, así que cuando exista una situación de estrés o donde los ánimos se empiecen a encender lo mejor es mantener una postura relajada, libre de movimientos nerviosos e impulsos descontrolados y se deben tener acciones firmes y rápidas con una mente despejada y serena para así poder tomar el control que las situaciones ameriten. Perder el autocontrol nos pude llevar a perder una batalla, ya que quién no es capaz de controlarse así mismo, no podrá ser capaz de controlar a los demás y por ende habrá perdido. Para poder tener control en uno mismo se requieren dos cualidades de suma importancia: valentía y concentración, estas dos son la diferencia entre salir librado de una batalla o perderla. En cuanto más dominio de ambas se tenga, será más intimidante la posición frente al adversario. No todas las batallas se deben pelear, existen algunas batallas que solo nos llevarán a un desgaste innecesario y que nos quitarán energía para lo verdaderamente relevante, por eso debemos identificar 3 aspectos muy importantes, primero: tener pasión por el tema, es decir, si no es algo que realmente te interese, ¡no te desgastes! elige tus batallas de acuerdo a tu interés y motivo, segundo: tener la capacidad o recursos para ganarla, si desde un principio se está en desventaja con el adversario, no pelees, recuerda que al menor indicio de inseguridad tus aliados pueden irse y no estar cuando más sean necesarios y tu adversario estará en ventaja, por el contrario si se muestra confianza ésta se verá reflejada en los demás y las estrategias planeadas se llevarán a cabo con mayor eficacia venciendo los obstáculos que se puedan presentar, tercero: que los objetivos y metas vayan acorde con uno, para qué pelear una batalla si no es afín con lo que se quiere lograr; si logramos identificar estas herramientas estaremos listos para entrar en acción. También existen las batallas que de no ser peleadas acarrean consecuencias graves, es decir, de no atacarse en el momento los resultados pueden ser fatales, aparte de que la inseguridad, estrés, miedo, entre otras cosas estará latente en uno mismo y en el futuro no se querrá seguir luchando. Cada batalla a la que nos enfrentamos optimiza nuestras habilidades y nos genera experiencia para continuar

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