EL PRINCIPITO

EL PRINCIPITO

Introducción

El principito de Antoine de Saint-Exupéry, publicada por primera vez en 1943, tanto en francés como en inglés, es considerada una de las mejores obras literarias del siglo XX y es el libro en lengua francesa más traducido y leído. Como suele suceder con muchas grandes obras, El principito parece opacar el resto de la producción literaria del autor. Gracias su estilo sencillo, de cuento infantil, este relato es tan popular como hermoso gracias a que el lenguaje dulce y el discurso filosófico, a veces malentendido como simples preceptos morales didácticos, están bien equilibrados en una historia maravillosa que tiene por principal objetivo recuperar la infancia perdida.

Las características mencionada,s y la particular vida de su autor, han generado que en torno a esta obra se generen una serie de leyendas y polémicas, que van desde suponer un profundo autodescubrimiento de Saint-Exupéry, hasta asegurar que la historia en realidad no es propia de él, sino la recuperación de cuentos que su esposa narraba.

Antoine de Saint-Exupéry, novelista y piloto, nació en Lyon, Francia en 1900. Su experiencia como aviador influyó en su producción artística ya que sus viajes y peripecias le sirvieron de inspiración para crear sus obras. Nacido en una familia aristocrática, siendo el tercer hijo de Jean vizconde de Saint-Exupéry y de Marie de Fonscolombe, vivió una infancia feliz a pesar de la muerte prematura de su padre, cuando el escritor tenía alrededor de cuatro años. A partir de este hecho, Saint-Exupéry se apegó a su madre, con quien mantuvo constante comunicación a través de cartas a lo largo de toda su vida. Estas cartas fueron seleccionadas y reunidas en el epistolario Cartas a su madre, de publicación póstuma en 1955.

Su gran interés por la aviación surge a temprana edad cuando en 1912 vuela por primera vez en el “Aeródromo de Ambérieu” acompañado del piloto Gabriel Wroblewski; el amor que siente por el aire y su pasión por las alturas perdurarían el resto de su vida, hasta en el último momento. Asimismo, su talento para las letras se hizo evidente cuando, a los catorce años, obtuvo un premio de redacción por su primer ensayo literario titulado “Odisea de un sombrero de copa”.

Después de estos acontecimientos que marcarían su vida, Saint-Exupéry cursó estudios clásicos durante el bachillerato y buscó ser admitido en la Escuela Naval, pero no logró su objetivo, por lo cual se inscribió como oyente en la Escuela de Bellas Artes, en la especialidad de Arquitectura. Sin embargo, su deseo por volar continuaba alentando su espíritu y pudo cumplir su sueño durante el servicio militar uniéndose al 2° Regimiento de aviación de caza. A fines de 1921 fue trasladado a Casablanca, se unió al 37º Regimiento y obtuvo su título de piloto civil. Un año después, en 1922, ascendió a cabo y consiguió la ansiada licencia de piloto militar.

Sus habilidades como aviador le valieron que en 1923 el general Barés le ofreciera unirse a “el Ejercito del Aire”, pero los peligros de tal trabajo preocuparon a la familia de quien entonces era su prometida, Louise de Vilmorin, y se opusieron a que se uniera a la flota. Al interrumpir su carrera militar, Saint-Exupéry debió desempeñar diversos trabajos como oficinista de las Tullerías de Boiron y como trabajador en la fábrica de automóviles “Saurer”. Cuando Saint-Exupéry recibió el ofrecimiento de publicar uno de sus cuentos por parte del editor Gaston Gallimard y del escritor Jean Prévost, en 1925, recibió un aliento refrescante que además de sacudirlo de la monotonía de su vida, le confortó de la ruptura con su novia. A raíz de esta invitación se publicó su primera novela titulada “El aviador” en el mes de abril.

Sin embargo, Saint-Exupéry debía conseguir un trabajo remunerado que le permitiera volver a las nubes y, en 1926, lo contrató la Sociedad de Aviación Latécoère y sus viajes por el mundo comenzaron. Su desempeño positivo en las rutas de correo Tolouse-Casablanca y Dakar-Casablanca, le valió ser designado jefe de escala para el aeropuerto de Cabo Juby, ubicado en un Marruecos. Durante este periodo escribió su novela Correo del sur, publicada en Francia en 1928.

Ya de vuelta en su país natal, firmó un contrato con Gaston Gallimard por siete novelas y cursó el nivel superior de navegación aérea de la Marina; al obtener su diploma decidió embarcarse para hacer de nuevo el servicio militar en América del Sur y fue designado jefe de la Aeropostal Argentina en 1929.

En 1930, mientras dirigía una expedición en los Andes para rescatar a un compañero de vuelo perdido en una tempestad, conoció a Consuelo Suncin, viuda del escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, con quien se casaría un año después a su regreso a Francia; es también durante este periodo que escribe

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