El carácter de la empresa y la contabilidad en la Nueva Granada - “El contexto neogranadino y la contabilidad”

Lectura: El carácter de la empresa y la contabilidad en la Nueva Granada -          “El contexto neogranadino y la contabilidad”

Danilo Ariza en este capítulo de su tesis busca explicar los diferentes aspectos y manifestaciones que le dieron vigencia a la contabilidad en la Nueva Granada durante el siglo XIX.

De esta manera el autor indica las diferentes transformaciones que se han realizado, las cuales han sido muy importantes, como lo fue el fortalecimiento jurídico – político, que permitió en la clase privilegiada usar su patrimonio en actividades productivas en busca de lucro, generando así una red y dinámica comercial; los cambios en el carácter socio – económico, en donde la actividad económica se fortalecía por medio de las asociaciones del patrimonio individual con otros patrimonios y las transformaciones de la óptica educativa, en donde le permitió el paso a “incursionar en el dominio de la ciencia, la técnica”

Ariza señala que la contabilidad tuvo una dinámica cambiante en el siglo XIX, en donde debía adoptar nuevas modificaciones para impulsar el comportamiento de sus usuarios. Establece que la Corona durante la conquista le dio un uso extenso de forma reglamentaria y permanente a la contabilidad, tomando esta una imagen de certeza.

Asimismo, el autor comenta que la contabilidad era el instrumento adecuado para “reflejar (dar cuenta y razón) el hecho económico a fin de que los acuerdos políticos - jurídicos se vieran adecuadamente implementado” y “Expresará las cifras de la participación del producto y la conservación del patrimonio de los participantes según lo convenido entre las partes.”  No obstante, esto ya no solo se vio en el ámbito de la Corona, sino que también se extendió al ámbito privado, en donde se implementaron algunas modificaciones que “le habían impreso a la contabilidad unos rasgos característicos relacionados con la evolución e interpretación de la partida doble.”         

Con esto, el autor expresa que se fueron señalando en los negocios y empresas dos papeles en el uso de lo contable, el auxiliar que es registrador y el papel de contador o elaborador de balances y analista del ciclo contable (contador o tenedor de libros). Debido a esto, durante la segunda mitad del siglo XIX, el código de comercio exigía llevar la contabilidad en libros, registrando de una manera clara y sin errores.

Finalmente, Ariza argumenta que la contabilidad fue constituyendo un lenguaje neutral que expresaba y daba significado a las transacciones de dinero en el contexto mercantil. Señala que la información contable en cierta parte refleja el espíritu de lucro mercantil y al mismo tiempo se establece como un modelo referencial que guía el comportamiento del comerciante, minero, inversores, etc. De la misma manera, el impacto de la contabilidad, transformo el carácter educativo dando paso a que la contabilidad empezara a tener participación en programas de segundaria y en algunas asignaturas de educación superior y con esto la contabilidad conseguía introducirse en el tejido sociocultural y económico, “Plasmaba el modelo orientador expresador del incremento patrimonial, prestigio y fácil asimilación.”

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