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El guardián entre el centeno Reflexión


Enviado por   •  16 de Junio de 2018  •  Trabajos  •  1.004 Palabras (5 Páginas)  •  497 Visitas

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El guardián entre el centeno

Hace unos pocos días mi hermana me dijo algo interesante “Uno no busca el libro, el libro lo encuentra a uno” mentiría si dijera que aquellas palabras no me calaron un poco y más cuando empecé a leer éste libro. Siendo sincera escogí el libro no por interés, fue más bien por azar, pasmosa sorpresa que me lleve al comenzar a leerlo y sentirme de inmediato identificada con Holden, de tal forma que casi rayaba en lo ridículo.

Durante las primeras páginas no pude evitar que mi mente evocara aquellos recuerdos adolecentes en los que me veía envuelta es situaciones absurdamente similares, tengo que admitir que en más de una ocasión me vi forzada a parar de leer, debido a la risa que me causaba la coincidencia de la historia con la mía.

Sobra decir que me compenetre con el libro casi de inmediato, pero aun a pesar de eso hubo ciertos fragmento que sentí como un regaño personal, llegando a mí un deseo de dar por finalizada la lectura, incluso no pude evitar pensar que Dios los estaba haciendo a propósito.

No estoy segura de como explicar la cantidad de emociones que me surgieron durante la historia. Claro que tampoco puedo decir que fue en toda, ya que hubo muchas situaciones que me eran ajenas y que pasaba por alto de tal manera que ni siquiera las recuerdo en este momento, aunque tampoco me preocupa ese detalla, ya que mi comprensión siempre se ha basado en recordar todo de una forma generalizada y los únicos detalles que se me quedan grabados son solo aquellos que me han causado cierto nivel de impacto. Quizás ese sea el motivo por el cual las personas me consideran una persona algo indiferente, pero la verdad no me importa.

Puedo admitir que me compagine con algunas cosas del carácter de Holden, principalmente su satírica forma de hablar, pero en mi caso sin llegar a lo excéntrico. Pero volviendo a las situaciones en las que se desenvuelve el libro, haciendo énfasis en la parte de su expulsión escolar, realmente me toco algunas fibras sensibles, me arriesgo a decir que quizás hasta abrió algunas viejas heridas que yo juraba haber cicatrizado tan bien que ni con fuego me volverían a arder ¡Vaya decepción que me he llevado! Al descubrir que siguen y seguirán ahí impidiéndome olvidar mis horrendos errores.

En realidad no todo fue desagradable, como dije anteriormente más de una parte me causo gracia, sobre todo al ver lo increíblemente dramático que resultaba ser Holden, descubriendo en el proceso que de igual forma yo soy una verdadera dramática, recuerdo incluso haber pensado cómicamente “¡Aun lado Claire Danes que aquí viene la nueva reina del drama!” creo que hasta en eso me parezco a Holden, ambos tenemos pensamientos algo destornillados.

Pero de entre todo el libro hubo una parte en especial que me pareció peculiar y a la ves extrañamente familiar, una parte en la que creo que Holden deje ver un segmento más sincero incluso para si mismo, en la habitación con su hermana cuando esta la pregunta “¿Qué es lo que quieres hacer?” y él le dio una respuesta que para muchos podría sonar absurda, pues quien respondería que deseaba ser un guardián en el centeno para evitar que los niños cayeran en el.

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