El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl

                                   Instituto Politécnico Nacional.[pic 1][pic 2]

       Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Tepepan

Vazquez Martinez Oscar Abdiel

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Ensayo “El hombre en busca de sentido”

19/02/2024

Habilidades de la comunicación

Prof. Cruz Muñoz Orlando Oscar

“El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl nos lleva a un viaje profundo al espíritu y mente humana a través de las experiencias del autor en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Frankl enseña que encontrar sentido a la vida, incluso en los momentos más oscuros, es la clave indispensable para la supervivencia y la felicidad.

Para Frankl, la "tríada trágica" que consiste en sufrimiento, culpa y muerte  es algo que todo el mundo enfrenta en algún momento. Pero lo más importante no es lo que nos pasa, sino cómo lo afrontamos. Nos anima a encontrar sentido incluso en medio de nuestro mayor sufrimiento  y nos recuerda que  tenemos la libertad de elegir nuestra actitud en cualquier situación. También es importante asumir la responsabilidad de uno mismo.

No podemos controlar lo que nos sucede, pero siempre podemos elegir cómo reaccionamos. Esta idea está plasmada en la logoterapia, desarrollada por Frankl para ayudar a las personas a descubrir y vivir el significado de la vida.

En resumen, El hombre en busca de significado es un poderoso recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay esperanza y significado si estamos dispuestos a buscarlos. Las lecciones de Frankl todavía son importantes y de utilidad ya que sirven y nos recuerdan que la  capacidad de encontrar sentido a la vida puede ser nuestra mayor fortaleza en tiempos difíciles.

Me pareció un tema sumamente interesante y novedoso, ya que muchos de nosotros desconocemos cuál es el verdadero sentido de vivir. Aunque no siempre lo expresamos abiertamente, en el fondo todos nos cuestionamos sobre ello. Frankl nos brindó un recuento de pruebas concretas de vida y compartió su propia percepción del sentido en cualquier momento o situación.

Basándome en las experiencias personales de Frankl, creo firmemente que todos deberíamos sumergirnos y leer su libro para encontrar un poco más de sentido en nuestras vidas y aprender a valorarla en su totalidad.

En primer lugar, creo que el encierro es una situación increíblemente difícil de afrontar. Los personajes mencionados por Frankl estaban completamente aislados de sus seres queridos, de sus actividades habituales y de cualquier comodidad a la que estuvieran acostumbrados, siendo despojados de todo lo que llamaban “vida” llevándolos a una existencia desnuda. Estaban confinados en campos de concentración, sometidos a un trato inhumano por parte de los alemanes. Es realmente injusto pensar en cómo eran tratados, siendo maltratados incluso peor que esclavos. Además, muchos eran quemados simplemente por no ser útiles o por ser demasiado mayores o niños.

Intentemos imaginar por un momento lo que significaría para una persona estar sometida a malos tratos constantes, gritos, exceso de trabajo sin descanso, sin comida, sin agua, sin poder dormir ni bañarse, viviendo en condiciones infrahumanas. Es realmente desgarrador pensar en lo que debieron sufrir estas personas en esos campos de concentración.

Un sentimiento que se experimentaban en los prisioneros en estas condiciones era la apatía,  pues en estas situaciones ya no les importaba nada. Pero al final este sentimiento servía de autodefensa, ya que así ya no les afectaba tanto muchas de las cosas que vivían en este lugar. Además de todas estas torturas físicas, emocionales y espirituales, ellos sufrían de algo terrible que es tener hambre y no tener qué comer o comer y no satisfacer tus necesidades, simplemente llenar el estómago pues sus alimentos eran mínimos y tenían que distribuirlos bien para utilizarlos en un momento de hambre, con el objetivo de lograr sobrevivir bajo estas condiciones. Aunque no toda la gente guardaba provisiones para tiempos de escasez, por lo cual muchos de ellos morían de hambre. Ellos estuvieron en el campo en una época de frío extremo y algunos lograron adaptarse al no tener otra opción para sobrevivir, con sus ropas maltratadas y zapatos rotos soportaron realizar su trabajo sobre la nieve. Las personas que no resistían este clima morían, era común saber que la persona con la que habían hablado ayer, hoy había muerto de frío. Nadie hacía nada al respecto, la gente muerta quedaba en el suelo, lo cual provocó una serie de enfermedades que acabaron con otro tanto de los prisioneros. En cuanto a lo que pensaba un prisionero para aguantar en el campo, tenía que alcanzar un objetivo, adquirir una gran fortaleza interior, establecerse una meta, una esperanza y un motivo para seguir viviendo. Para cambiar el ánimo de estas personas era necesario que se plantearan que aunque fuera muy difícil sobrevivir en un campo de concentración todavía había la posibilidad de hacerlo; Habían de adquirir una esperanza de vida. A veces este intento por tratar de mejorar el ánimo de estas personas era en vano.

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