El libro, “Pedagogía del Oprimido”

PEDAGOGIA DEL ORPIMIDO

Pedagogía del oprimido es un libro escrito por el filósofo y pedagogo Paulo Freire; Freire quien nace en Brasil en el año 1921, bajo la cuna de una familia de escasos recursos, lo cual despierta en él, el interés por las clases bajas, los movimientos obreros y la educación para estos; Es por ello que en 1943 ingresa a la facultad de derecho en la universidad de Recife, allí estudia filosofía y psicología del lenguaje simultáneamente, para luego emprender su labor de alfabetización de estas comunidades, quienes no sabían ni leer ni escribir. Este hecho causa gran impacto en la sociedad brasilera ya que, en aquella época, únicamente se les permitía a las personas que sabían leer y escribir, participar de las votaciones presidenciales.

Como quien dice, Paulo Freire consiguió que las clases bajas y obreras, tuvieran voz y voto; luego de esto, y mucho tiempo después, Freire trabaja junto al movimiento Democrático Cristiano por la reforma agraria y la organización para la alimentación y la agricultura de las naciones unidas.

Ya para 1968, escribe el libro “Pedagogía del Oprimido”, el cual fue publicado, en inglés y español, en el año de 1970. En este libro Freire propone una nueva pedagogía donde la relación Educador/Educando sea más equitativa y donde estos trabajen a la par como sujetos sociales. El texto se basa en su propia experiencia como educador de los “oprimidos” (aquellos iletrados de las clases bajas y obreras), donde Freire expone un análisis detallado de la relación Opresor/Oprimido y de su teoría educativa frente a estos y sus patrones de desarrollo.

El libro, “Pedagogía del Oprimido” está dividido en cuatro capítulos principales: en el primero, nos habla sobre la opresión, los oprimidos y los opresores y la relación existente entre ellos; en el segundo, toca el tema de la concepción bancaria frente a la educación; en el tercero nos explica en qué consiste la dialogicidad y, por último, en el cuarto capítulo, nos habla de la antidialogicidad y la dialogicidad, sus características y relación.

Desglosando un poco más el libro, podemos ver que en el primer capítulo, al hablar de los opresores, los oprimidos y la opresión, la relación que allí se establece es casi como la de un círculo vicioso, puesto que sin oprimidos no habría opresores y no habría opresión, y viceversa; nos habla de cómo está tan sistematizado todo que aún si un oprimido es “subido de cargo” y este siendo consiente por experiencia propia de que significa ser un oprimido, puede llegar a ser un opresor, por la mera concepción que tiene de que si no se es severo no habrá eficacia, de que si no hay opresión no habrá desarrollo. Freire propone que el oprimido tiene que liberarse psicológicamente para no convertirse en opresor, ya que tienden a identificarse con su contrario, es allí donde entonces Freire nos habla de su propuesta frente a este hecho, propuesta que se compone de dos partes. En la primera, él nos habla de que los oprimidos están bajo lo que decida y ordenen los opresores y que por consiguiente los oprimidos deben tomar conciencia de ello puesto que esta es la realidad en la que han estado viviendo. Luego de ello, se puede llegar a la segunda parte, donde los oprimidos no sólo toman conciencia de la situación, sino que también toman la iniciativa para luchar y liberarse de la opresión de los oprimidos, sin convertirse en uno de ellos. Freire, como decíamos anteriormente, creía firmemente en que no bastaba solamente con el hecho de tomar conciencia, si no que se debía tomar acciones al respecto para que así se pudiese llegar a la praxis.

Por otro lado, en el segundo capítulo, Freire nos habla de cómo es vista la educación, como esta es netamente memorística y repetitiva, cómo los alumnos allí son vistos como recipientes vacíos en los cuales se deben depositar los conocimientos ya preestablecidos, sin opciones de cuestionarles o indagar el porqué de estos. Freire menciona que esta educación es vista desde lo bancario, pues es así como se mantiene el control y se desarrollan seres “no pensantes” que luego solo obedecerán y harán únicamente lo que se les ha “enseñado” y sin cuestionarse. En conclusión, la educación bancaria crea autómatas que mantienen vivo aquel círculo vicioso de opresores, opresión y oprimidos. El educador siempre será visto como el que da la información, el que educa, el que manda y el que sabe; mientras que el alumno, será siempre el vacío, aquel que se ha de educar, el no pensante, el sumiso. la educación bancaria entonces, trata de hacer que el individuo llamado alumno, se adapte a las situaciones “reales” que le rodean y así estos puedan ser dominados con mayor facilidad.

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