Ensayo "De los delitos y las penas"

          Ensayo: Libro “De los delitos y de las penas”

Nombre:

Juan David Gómez Galeano

Universidad Cooperativa de Colombia

Facultad de Derecho

Penal general

Bogotá D.C

2019

Introducción:

En el siguiente trabajo se realizó un vistazo al libro “De los delitos y las penas” de Cesare Beccaria, en el cual se hablara de los puntos que más toca en el Derecho penal acerca de delito, sanción, castigo, etc. Estos aportes que realiza Beccaria son de gran trascendencia para la época debido a que se basa en mostrar las deficiencias jurídicas en ese entonces, queriendo generar así una legislación más justa y efectiva.

Se tocaran puntos acerca del principio de legalidad de las normas como también el objeto que cumplen ellas al momento de ser legisladas, por lo que básicamente se intentara humanizar las penas de aquella época para que así exista un cambio social en las personas en donde se entenderá la finalidad que llevan estos castigos impuestos.

Además esta obra es base para el derecho penal de hoy en día debido a que muchos de los principios y temas que se hablaran son precedente del contenido de las normas actuales incluso hasta siguen vigentes actualmente.

Por ultimo para dar inicio a este trabajo, el autor tiene una idea punitiva muy naturalista por lo tanto estará en contra de los actos más extremos de castigo, debido a que estos no generan una acción preventiva sino más bien perversa e inequívoca racionalmente.

Desarrollo:

En un principio el autor quiere dar a entender la causa por las que las penas existen, y su planteamiento inicial nos pone en una situación lógica, donde dice que siempre buscamos vivir en sociedad aunque esto nos cueste entregar un poco de nuestra libertad debido a que existe una incertidumbre toda cuando  se está en plena libertad esto es porque a la hora de la verdad los individios siempre van a querer dominar a los otros por lo que siempre el débil perderá esto hace que quiera buscar protección y orden y no seguir en ese “estado de incertidumbre”. Consecuentemente esto genera que existe una sociedad regida por alguien, en este caso un soberano, que pueda dar de algún modo cierta administración y orden, para que asi existieran leyes y este pudiera forzar a que fueran cumplidas y sancionada si fuese el caso de que las infringieran.

Seguido de esto el autor también expresa una de sus ideas principales que es acerca de quien decreta la norma es aquel que interpreta el comportamiento de los individuos por lo tanto solo el legislador las puede realizar, por lo que ningúna otra persona podrá alterar y crearlas debido a que esto generaría cierto tipo de injusticia por que cualquiera mandatario podría cambiarlas a su favor para asi burlar el objeto de estas, además también habla acerca de la colectividad de estas normas punitivas, en donde se aplicara las misma sanción a todos los individuos que infrinjan la ley sin importar si es las personas mas pobre o mas rica, siendo este uno de los principios vigentes hoy en dia el cual es “Todos somos iguales ante la norma”, también habla acerca de los castigos atroces y exagerados que sean demostrados no serian validos debido a que va en contra de los derechos fundamentales y esto generaría en los ciudadanos que van en contra de estas leyes vuelvan a un estado salvaje contrario a lo que se busca generar con las penas.

Despues nos habla acerca de las función de los jueces la cual es solo identificar y aplica la pena ya establecida y no interpretar porque esa labor es de los legisladores, ademas nos habla un punto muy interesante sobre el entendimiento de las normas el cual se basa en cuanto mayor sea el numero de persona que entiende la norma, menor será el numero que la infringirán.

Nos habla acerca de la proporción entre el delito y la pena en donde en una escala en la cual el delito atenta mucho contra la sociedad, deben ser los que mayor pena tengan, y por consiguiente los delitos que menos injusticia tengan, menor pena tendrán, para que se entienda esta relación justa y las personas estén de acuerdo con las normas establecidas. Tambien nos habla acerca de la relación inexistente que debe haber acerca de las religión y las penas debido a que esto es una conexión verdaderamente subjetiva y desproporcionas frente a los castigos que generaría esto.

Habla también de una división de delitos en donde los más graves son los que destruyen inmediatamente a la sociedad; los delitos más personales, son aquellos que atentan contra la privada seguridad de los individuos en los bienes o en el honor; y las obligaciones, las cuales son las acciones contrarias a las que se está forzado a hacer.

Los capítulos siguientes hablan del honor y de los duelos, el primero básicamente trata de todo aquello que atenta contra el otro es decir la discriminación, difamación, etc. Y los duelos se basan en estas peleas entre privados que desde siempre ha habido que son actos contrarios a las leyes.

Acerca de la tranquilidad pública se basa en los mecanismo que existen para mostrar la informidad de alguna ley, actos que se realizan pacíficamente y deben ser escuchados por el soberano, y regulares por alguna autoridad la cual se base la constitución conocida por todos.

Beccaria nos habla acerca del fin de la pena, en el cual explica que las penas deben ser dadas siempre y cuando se haya cometido un delito, y estas penas deben estar previamente constituidas es un documento público, en donde dependiendo del delito se recibirá la pena, y será ejecutada siempre por un tribunal competente, las cuales pueden ser en un centro penitenciario, en su propio domicilio y tienen diferente duración.

Lo siguiente es que nos habla acerca de la existencia valedera de un testigo en un juicio, debido a que este hace parte de los recursos utilizados para defender o acusar a una persona, que dicho individuo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y su culpa frente a la acción realizada.

En el siguiente capítulo el autor nos habla de acerca de los recursos utilizados en un juicio para determinar si alguien es culpable o no, los cuales son las pruebas, donde nos hace una distinción entre pruebas perfectas e imperfectas, la cual la primera se basa en un único elemento que es determinante para decidir si es culpable, en el cual entrar, los testigos, el perito y la confesión propia de que es culpable del acto.

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