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Ensayo de Cronicas de una muerte anunciada


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2018  •  Ensayos  •  1.544 Palabras (7 Páginas)  •  161 Visitas

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Crónicas de una Muerte Anunciada.

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo al pueblo, sólo durmió un poco por la boda de Ángela Vicario que había sido el día anterior donde nos divertimos junto con nuestros amigos Cristo Bedoya y Luis Enrique.  Bien recuerdo que en enero cumplió sus 21 años y el día que lo iban a matar vestía de color blanco fue muy triste enterarme de ello pero trate de advertirle.  Ese día Santiago Nasar bajo a desayunar y yo iba llegando a visitarlo para acompañarlo a ver el buque y estábamos con una cara de amanecidos a lo cual Victoria Guzmán como todos los lunes le sirvió un tazón de café cerrero con un chorro de alcohol de caña y le pedí uno también para acompañarlo mientras ella desmembraba unos conejos acompañada de su hija Divina Flor, ellas ya sabían que lo iban a matar porque una mujer fue a pedir leche a la hacienda y les contó quienes y donde estaban los asesinos pero no le comentaron nada a Santiago, tenía resentimiento por su padre que fue una mierda que la acosaba igualito a mi amigo Santiago, la verdad sí pero tenía su corazoncito, ella en el fondo deseaba que lo mataran a lo cual tampoco Divina Flor le comentó nada ya que era sólo una pequeña temerosa de la vida.   Escuchamos el pitido del buque y salimos corriendo a recibir al obispo de pronto sentí unas miradas que Santiago no vio, eran los gemelos Pedro y Pablo Vicario que observaban desde una lechería al lado de la iglesia, los veía algo raros con una mirada muy fea hacia mi amigo Santiago pero continuamos corriendo hacia el muelle para recibir al obispo, mas tardé me enteré que estaban ahí ellos esperándolo para matarlo pero la señora Clotilde Armenta los detuvo diciéndoles que no lo hicieran, que esperaran a que se fuera el obispo por respeto a él y ya más tarde lo hicieron a lo cual decidieron esperar mientras tanto llegamos al muelle donde encontramos a Margot y Cristo Bedoya, observábamos como el padre daba la bendición a lo lejos sin detenerse aunque Santiago esperaba se detuviera por todo lo que tenía para regalarle pero solo quedó defraudado aun así con ánimos de seguir la parranda platicábamos de boda donde habíamos andado tomando y todo lo que se había gastado en ella, decía que él quería una mejor cuando se casara con Flora, después de la plática Margot nos invitó a desayunar a su casa lo cual comentamos que más tarde aun así seguía insistente como si supiera que lo fueran a matar lo cual nosotros no nos pasaba por la mente aunque ella después nos fuimos a la plaza junto con Cristo Bedoya, posteriormente a ella le contaron el chisme de lo que iba a pasar ya que habían devuelto a Ángela Vicario, hermana de Pedro y Pablo (No los de los Tigres del Norte) porque ya no era virgen cuando se casó, regresó ella a su casa a contarle a su mamá pero la madrina de Santiago ya sabía de ello, eso me contaron.   El hombre que la devolvió se llamaba Bayardo San Román era un extranjero de unos 30 años más o menos que parecía marica, digo parecía porque pues estaba guapo, como para comérselo uno todito, él andaba de pueblo en pueblo según me contaron buscando con quien casarse y aquí se enamoró de Ángela Vicario la hija menor de una familia de bajos recursos y la más bella de las 4 hijas, él le regaló una ortofónica en su cumpleaños pero sus  hermanos se la regresaron y volvieron con ella pero después de una noche de diversión, Ángela y Bayardo fueron novios por 4 meses e hicieron los preparativos para casarse, también le quería comprar su casa al viudo de Xius pero éste no quería venderla porque tenía recuerdos por su esposa fallecida aunque terminó vendiéndosela pero que le pagara poco a poco pero nadie sabia que ella ya no era virgen, ni su madre, solo unas amigas que guardaban el secreto y le trataban de enseñar artimañas para que no se diera cuenta Bayardo lo cual no sucedió porque cuando acabó todo llevó a Ángela a la casa de Pura Vicario, su madre, envuelta en una toalla y se marchó, su madre la golpeó por ello y llamó a sus carnales y a Pedro le dijo que había sido Santiago Nasar quien se había llevado su virginidad así que ellos por honor debían matarlo para poder estar en paz en el pueblo y salieron a buscarlo.  Yo recuerdo que los vi afilando unos cuchillos en el mercado pero no le tomé importancia alguna así que mejor me fui a ver a Nasar mientras a ellos los visitó el Coronel Lázaro Aponte ya que a un agente llamado Leandro le habían dicho de las intenciones de los hermanos Vicario y llegó a la Lechería de Clotilde donde ellos ya habían divulgado a más de 12 personas el chisme y les quitó los cuchillos así que después de ello ya casi todo mundo sabían que lo iban a matar fue entonces que ellos se fueron a buscar otros cuchillos para logar su cometido mientras tanto andábamos en la Plaza dando la vuelta junto con Cristo Bedoya sin aún saber que lo iban a asesinar y la gente nos miraba con asombro ya que como había dicho antes todos sabían lo que iba a suceder menos nosotros, fuimos a comprar un agua de coco y posteriormente a ello Santiago tuvo que irse y me quedé con Cristo en eso nos dijeron el chisme por completo de lo que iba a pasar, era una muerte anunciada a lo cual salimos corriendo a buscarlo mientras él estaba con Flora, su novia, la cual lo esperaba con las cofre de las cartas que Santiago le había enviado desde que iba al colegio, al entrar solo se le aventó el cofre , le dijo que ojala y lo mataran y se encerró después Nahir Miguel el padre de flora le preguntó si sabía que lo andaban buscando los hermanos Vicario para matarlo y que tenía dos caminos, que si se escondía esa casa o se llevaba su rifle pero él se fue sin entender que había pasado, yo lo seguía buscando por un lado mientras que Cristo Bedoya lo hacía también pero no lo podíamos encontrar y ni nos imaginábamos que había ido a ver a su novia.  Él se dirigió a su casa por la puerta de la cocina sin entender que estaba pasando mientras la gente le advertía y lo trataba de ayudar pero vio que estaba abierta la de la entrada, fue cuando de pronto lo vi en el centro de la plaza, yo también le gritaba e iba corriendo hacia él pero no me hacía caso ante tantas voces que le hablaban se confundía la mía lo cual fue muy triste, en eso resbalé y caí al suelo mientras en eso aparecieron los hermanos Vicario para perseguirlo, él ya estaba muy cerca de la puerta principal pero, su madre, que le habían contado que lo querían matar se asomó ante tanto escándalo por la ventana de arriba y no me vio ni a mí ni a Santiago, solo a los hermanos Vicario que corrían hacia la puerta principal a lo cual ella bajó a cerrarla pensando que Santiago estaba arriba en su cuarto sin saber que él estaba llegando a la puerta donde fue alcanzado por Pedro y Pablo, yo grité desmesuradamente pero ya era demasiado tarde, los cuchillos se clavaban en el cuerpo de Santiago mi gran amigo.  En eso su mamá, Plácida Lanero, volvió a asomarse por la ventana y vio correr a los hermanos Vicario hacia la iglesia como cobardes siendo perseguidos por la gente y se encerraron en ésta para después ver el cadáver de su hijo en la puerta boca abajo en el polvo, él se levantó como pudo deteniendo sus vísceras colgantes y se dirigió a la puerta de la cocina pero cayó antes de poder llegar, yo corrí hacia él a tratar de auxiliarlo pero ya era demasiado tarde, había perdido el sentido y mucha sangre, comencé a llorar mientras la gente observaba el a Santiago Nasar en mis brazos desfallecido, en eso escapó de mí un grito que retumbó en la plaza que decía “Dios mío porque a él, mejor llévame a mi” fue cuando la gente comenzó a llorar y de pronto comenzó a llover confundiéndose mis lágrimas con la fría lluvia que acariciaba mi cara llena de tristeza ante tal cobardía de pronto salió Plácida solo para ayudarme a lamentarnos por la muerte de Santiago.  Finalmente los hermanos Vicario se confesaron y fueron a la cárcel por 3 años ya que fue una cuestión de honor el asesinato, años más tarde yo me casé con otro foráneo que llegó en un barco él se llamaba Antonio, tuvimos una parejita y fuimos felices por siempre con lo que me había heredado Santiago Nasar en sus Testamento.  Fin!!

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