Escuela de Ciencia Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente

Momento Intermedio. Trabajo Colaborativo

Presentado por:

Maria Magola Anchica

Edwin Fernando Diago

Deisy Soraida Palacios 1.085.263.256

Estefany Katherine Palacios 1088973078

Presentado a: Silvia Alejandra Trujillo

Tutora

Ética Ambiental

358019

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Escuela de Ciencia Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente

Programa de Ingeniera Ambiental

15 de Septiembre de 2015

Ensayo del Proyecto El Cerrejón

La mina de carbón de El Cerrejón, está ubicada en la cuenta del río Ranchería, al sureste del departamento de la Guajira, siendo “privilegiado” por contar con un combustible fósil de alta calidad a nivel global. El carbón es, desde hace diez años, la segunda fuente de generación de energía, después del petróleo (IEA, World Energy Outlook, 2011). El proyecto Cerrejón en sus informes de sostenibilidad, declara que una de sus metas es posicionarse como un productor y exportador, que cumpla con los estándares de seguridad, salud, medio ambiente y desarrollo sostenible, de comportamiento ético ejemplar y respetuoso de los derechos humanos. Es importante tener en cuenta que la calidad del carbón ya no se mide sólo por su poder calorífico sino por la responsabilidad ambiental y socio-económica que tenga el producto en toda la cadena de producción. Según el proyecto El Cerrejón, este se rige por lo establecido en las fichas del Plan de Manejo Ambiental-PMA, elaborado por un grupo interdisciplinario de ingenieros de todas las ramas, y biólogos, sociólogos, trabajadores sociales y demás. El cual contiene programas de los medios abióticos, bióticos y sociales. Enfocados al uso, control de la calidad y manejo del agua y aire. Manejo de los residuos sólidos. Cuidado de la biodiversidad de flora y fauna. Rehabilitación de las tierras intervenidas por la minería. Manejo de hidrocarburos. Educación ambiental. Programas sociales. Con su modelo de gestión se busca prevenir, mitigar y compensar los impactos ambientales.

Teniendo en cuenta, que según fuentes de investigación, se dice que desde la parte teórica o lo que nos muestran a los receptores del proyecto El Cerrejón, cumple con los soportes en cuanto a los estudios de impacto ambiental presentados al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, contando con una licencia ambiental que actualmente la da La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Por lo tanto, la duda que surge es ¿Dónde radica verdaderamente el problema? El problema radica en la falta de ética de nuestros gobernantes, esto no es algo nuevo, ya que lastimosamente la nueva cultura que se ha formado es el de hacer todo por dinero, sin importar pasar por encima de la sociedad y mucho menos sobre el ambiente, que en pleno siglo XXI, al ambiente no se le da su verdadera relevancia.

Por lo anterior, se debería pensar en una legislación más fuerte sobre este tema, aumentando los recursos o impuestos a estas multinacionales con auditorias no programadas e informes más reales  de las zona en conflicto, creando multas por incumplimientos por las nuevas normas establecidas en vía de la protección de la comunidad y el ambiente, para genera una vida digna para las diferentes comunidades.

Es importante reconocer que la producción no puede  ser más importante que la responsabilidad social, económica y ambiental. El gobierno nacional  debe asumir con propiedad el compromiso de controlar la  operación carbonera de El cerrejón, su extracción  y comercialización responsable, basada  en su visión de posicionarse  como un productor y exportador  de clase mundial eficiente y confiable que cumpla con los estándares de seguridad, salud, medio ambiente y desarrollo sostenible; comportamiento ético, ejemplar y respetuoso de los derechos humanos, que contribuyen al bienestar   y desarrollo de las comunidades vecinas,  por lo tanto ocultar los pasivos ambientales es actuar  de manera poco ética  pues el compromiso  que deben adquirir estas grandes empresas es el de velar por el medio ambiente, generar producciones limpias, que permitan generar planes  de mejoramiento ambiental y tratamiento de residuos con el fin de mitigar el impacto generado a la naturaleza.

Según el economista, Álvaro Pardo “La gran minería está en el ojo del huracán por sus impactos sociales y ambientales. Pero poco se habla de que las regalías que pagan en Colombia son muy bajas” y lo único que ha dejado son ricos más ricos económicamente en el país, desplazamiento de comunidades enteras, enfermedades respiratorias, contaminación del rio ranchería la principal fuente hidrográfica de la región, la pérdida de biodiversidad. Con el único objetivo de no disminuir la producción  del mineral que gracias  a la comunidad se ha parado, porque ya goza de una licencia ambiental.

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