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GLOBALIZACION, TEORÍAS SOCIO CRIMINALES Y PREVENCIÓN DE LA DESVIACIÓN SOCIAL Y LA DELINCUENCIA

AnitaGCM7 de Mayo de 2015

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CAPITULO I

MARCO TEÓRICO

GLOBALIZACION, TEORIAS SOCIOCRIMINALES Y PREVENCION DE LA DESVIACION SOCIAL Y LA DELINCUENCIA

La Crisis Planetaria Actual

Basta repasar los gravísimos y crecientes problemas políticos, económicos, ecológicos, sociales y culturales que afronta el mundo en la actualidad sin controlarlos adecuadamente, para comprobar que la humanidad se halla en medio de una agudísima crisis sociocultural que se abate sobre todas las instituciones, países y personas. Hoy día, en efecto, entre muchos otros males, se observan los siguientes: el deterioro ambiental; la progresiva escasez de agua potable; la deforestación; la desertización, el agotamiento de los recursos no renovables; la desintegración de la familia tradicional; la desocupación, la subocupación, la exclusión social, la pobreza y el hambre crónicas en vastas regiones del globo; los problemas sociales; el terrorismo; el crimen organizado transnacional y mundial (las grandes mafias); la drogadicción, el narcotráfico y el lavado de dinero; la inestabilidad económica a escala mundial, provocada por el endeudamiento de los países emergentes, la especulación galopante de los mercados y la corrupción sin límites; la amenaza nuclear; la explosión demográfica y las furibundas enfermedades epidémicas y endémicas. Además, las vertiginosas transformaciones en curso, principalmente las de índole científico - tecnológica, comunicacional, financiera, comercial y empresarial están afectando medularmente a las culturas y sociedades, es decir, a la mayoría de los tradicionales valores, símbolos, conocimientos, creencias, patrones de conducta y relaciones sociales, que, tras envejecer rápidamente, son muchas veces reemplazados sobre la marcha por otros nuevos. A esta situación global de alto riesgo se añade el hecho fundamental de que las grandes ideologías, que antes permitían redefinir la sociedad y marcar rumbos, se han desmoronado y, en consecuencia, la economía se yergue como el único proyecto organizador bajo la égida de la única superpotencia sobreviviente de la “Guerra fría”–a lo que algunos se refieren como “el fin de la historia”-, pero con la consiguiente amenaza de que el mito del desarrollo destruya el ambiente y el sesgo neoliberal de la globalización económica hunda en la ruina a una gran parte de la población mundial.

El Amanecer de la Era Global y sus Características

Sin duda, esta crisis es profunda, integral y planetaria, debido a su índole y envergadura, algunos piensan que se está ante una crucial transición histórica, la cual preanuncia el amanecer de una era y civilización nuevas. En efecto, a partir de la última posguerra se da una espectacular convergencia de eras casi simultáneas: era nuclear, espacial, electrónica, informática, de la automación, de la comunicación masiva, etc. En los países desarrollados tiene lugar un colosal viraje desde lo que Alvin Toffler denomina la «segunda ola» (la industria de las chimeneas) a la «tercera ola» (la industria sin chimeneas), que luego se transmite al resto del mundo. Esta tercera ola, según diversos autores, también suele ser llamada, entre otras calificaciones, «sociedad posindustrial», «sociedad posmoderna», «sociedad tecnotrónica» y “sociedad global”. De acuerdo con la interpretación de Herbert Marshall McLuhan, en la era global la sociedad y la cultura se han transformado por completo. Estas, pues, han dejado atrás la era de Gutenberg, vigente hasta hace muy poco, la cual se caracterizaba por su orientación predominantemente visual, que acentuaba el pensar mecánico y lineal y enfocaba una sola cosa por vez, en lógica y eslabonada sucesión. En cambio, la cultura y la sociedad han adquirido, en la actualidad, una nueva orientación básicamente audiovisual que en forma simultánea enfoca, mezcla y maneja varias realidades. Por eso, las nuevas generaciones educadas en esta nueva era de la globalización y los multimedia, constituyen un nuevo tipo de hombre que percibe, siente y actúa de una manera cualitativamente distinta, esto es, desarrollan personalidades acordes con la nueva realidad sociocultural que se está forjando.

La era de la globalización, sintéticamente, podría caracterizarse por las siguientes tendencias significativas:

• Difusión de la democracia liberal. Esta ha aportado, por un lado, una mayor libertad de expresión y participación ciudadana para una gran parte de la población; pero, por otro lado, en algunos casos, ha suscitado nuevos conflictos sociales, étnicos o territoriales, así como la relajación de los controles formales e informales que antes inhibían el desarrollo de la criminalidad.

• Preponderancia de los mercados. Desde mediados de la década del 70 la ideología neoliberal rige el desenvolvimiento de la economía mundial. Una de cuyas consecuencias positivas es que se ha generado una mayor eficiencia en los procesos productivos, pero, en contrapartida, se ha ampliado excesivamente la brecha entre los países y segmentos de población más ricos y los más pobres, sometiendo a estos últimos a los dictados y exigencias de elites e instituciones financieras internacionales que actúan como acreedoras.

• Globalización económica. Los mercados de capital, trabajo y mercancías se integran cada vez más por encima de las fronteras nacionales, exacerbándose así la competencia internacional.

• Achicamiento del rol de los estados nacionales. Tal achicamiento se observa sobre todo en lo relativo a la aplicación de las normas de protección laboral, a la financiación de los programas de bienestar social, al control financiero y a la recaudación de impuestos.

• La velocidad de la innovación tecnológica y de su aplicación al campo social y económico. Los sistemas de producción y de comunicaciones se han computarizado. De resultado de ello, se suprimen empleos, se crean otros y se reestructuran las relaciones de trabajo y también las de poder tanto en el plano nacional como internacional. De este modo, surge la exigencia de una educación, capacitación y especialización crecientes y continuas para el desempeño de los nuevos roles laborales, con lo cual queda excluida y marginada del sistema económico y social una parte considerable de la población, que carece de oportunidades de actualización, siendo así arrastrada a la indigencia y la desmoralización.

• El desarrollo y penetración de los medios de comunicación masiva. El refinamiento de las técnicas, la difusión y penetración ubicua y omnímoda de dichos medios, con su enorme poder de persuasión y seducción, están socavando las culturas nacionales y los valores tradicionales, y, además, no solo informan a través de sus noticieros sobre los sucesos, sino que incluso inducen en buena medida su curso y orientan la opinión pública.

Las Teorías Sociocriminales en la Era De La Globalización

Las teorías de la anomia, de la asociación diferencial, de las subculturas y de la reacción social, precedentemente tratadas, ¿siguen siendo válidas y útiles en la era de la globalización? Por supuesto que sí. Por ejemplo, la progresiva especialización e interdependencia funcional de la actividad económica, el predominio de los mercados y su efecto anomizante en la moderna sociedad industrial, señalados por Durkheim, parecen tener hoy más vigencia que nunca. A su vez, la socialización. por la cual se internalizan los contenidos de la cultura, sigue realizándose como siempre, esto es, predominantemente a través de los contactos personales e íntimos y en el ámbito de las diversas subculturas, a los que hace referencia Sutherland en su teoría de la asociación diferencial. Del mismo modo, se advierten en la actualidad dos tendencias contrapuestas que operan simultáneamente, una de las cuales apunta a la mundialización, mientras la otra favorece la regionalización y el localismo. Este último fenómeno de particularismo social da la pauta de que el tema de la diversidad cultural y las subculturas, lejos de desaparecer, se afirma y renueva. Asimismo la exclusión laboral y social, que en estos días trae aparejadas la globalización, se ven fuertemente impregnadas de etiquetamiento y estigmatización sociales, mecanismos mencionados al tratar la corriente del labeling. No obstante la actual y plena vigencia de las citadas teorías, hay que tener el cuidado de encuadrarlas, interpretarlas y aplicarlas en función de los diversos contextos socioculturales que continuamente va transformando o generando el proceso de globalización, integrado por una multiplicidad de tendencias cambiantes y a menudo contradictorias. Algunos de esos contextos han cambiado muy poco y otros son completamente novedosos. Seguramente estos últimos son fuente de nuevas formas de patrones culturales, de relaciones sociales, y de conductas. Por eso, florecen hoy ciertas modalidades de delincuencia que son típicas de la globalización, debido a que han nacido de ella, o porque ciertas oportunidades recientes que ella ofrece como mayores facilidades migratorias y de comunicación favorecen su desarrollo. Tal es el caso del empinado auge de la “delincuencia organizada transnacional”, algunas de cuyas variantes consigna el Secretariado de las Naciones Unidas: lavado de dinero; terrorismo; robo de objetos culturales y artísticos; robo de la propiedad intelectual; tráfico ilícito de armas; secuestro de aeronaves; piratería marítima; fraude del seguro; delito informático; delito ecológico; tráfico de personas; comercio de órganos humanos; tráfico ilícito de drogas; etc. Dada la magnitud y la complejidad de la organización de estas perniciosas empresas y carteles delictivos que operan a gran escala y en distintos países, empleando gran cantidad

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