ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

GUERRA DE LOS MUNDOS

LeorjuEnsayo3 de Diciembre de 2016

5.249 Palabras (21 Páginas)351 Visitas

Página 1 de 21

COBAEM

GUERRA DE

LOS MUNDOS

AUTOR: H. G. WELLS

ALUMNO: LEONARDO NIPITA ARELLANO

MAESTRO: JESUS EDUARDO MANZO TREJO

GRUPO: 202

FECHA: 23/05/16


INTRODUCCION

   Este es un libro de ciencia ficción que narra una invasión marciana a la tierra unos alienígenas que vinieron de marte que llegaron en capsulas que usaban armas extrañas para acabar con sus enemigos en este caso nosotros los humanos.

Esta historia se desarrolla en Europa los acontecimientos narran una invasión marciana que venían de marte a apoderase de la tierra ya que su planeta estaba muy mal y llegaron con su tecnología superior a la de nosotros a la tierra.

Usaban armas muy raras y superiores a las terrestres como rayos caloríficos y grandes maquinas de guerras gigantescas.

También eran mas terroríficos ya que los narraban muy monstruosos en comparación a como piensan que son de forma de hombrecitos verdes pero estábamos en un error ya que eran peligrosos e inteligentes para su apariencia.

Pero los hombres no se iban a rendir tan fácilmente asi que dieron pelea hasta la muerte pero no les voy a contar el final ya que seria muy molesto que lo contara y quitarle lo emocionante a esta historia que tal vez les parezca muy bueno y a otro tal vez muy malo por la trama.

Espero les guste esta historia ya         que es de ciencia ficción y de acción también pero ojala sea de su agrado.


LIBRO PRIMERO

CAPITULO 1

En los últimos años del siglo diecinueve nadie habría creído que los asuntos humanos eran observados agudamente por inteligencias más desarrolladas. Es muy posible que os los infusorios que se hallan bajo el microscopio hagan lo mismo. Y a comienzos del siglo veinte tuvimos la gran desilusión. El enfriamiento que algún dia a de sufrir nuestro planeta ha llegado ya a un punto muy avanzado en nuestro vecino. Su estado material es todavía en su mayor parte un misterio.

La presión constante de la necesidad les agudizo el intelecto aumentando sus poderes perceptivos y endureciendo sus corazones. Los marcianos deben haber calculado su llegada con extraordinaria justeza sus conocimientos matemáticos exceden por mucho a los nuestros. Durante la oposición de mil ochocientos noventa y cuatro se vio una gran luz en la parte iluminada del disco primero desde el observatorio Lick.

A pesar de todo lo que sucedió desde entonces todavía recuerdo con toda la claridad la vigilia de aquella noche. Ogilvy andaba de un lado a otro le oia sin verle. Por el telescopio se veian un circulo azul oscuro y el pequeño planeta que entraba en el campo visual. Aquella noche partio otro proyectil invisible en su viaje desde Marte. Iniciaba su trayectoria veinticuatro horas después del primero. Ogilvy hizo numerosas comentarios acerca del planeta Marte yse burlo de la idea que tiene habitantes

Una noche cuando el primer proyectil debía hallarse apenas a diez millones de millas salía a pesar con mi esposa. Brillaban las estrellasen el cielo y le decribi los signos del Zodiaco.

CAPITULO 2

 

Luego llegó la noche en la que cayó la primera estrella. A esta hora yo me encontraba en casa estaba escribiendo en mi estudio y aunque mis ventanas dan hacia Ottershaw y tenia corridas las cortinas no vi nada fuera de lugar. Nadie parece haberse molestado en ir a verla la primera noche.

Ogilvy acercase al objeto sorprendiéndose ante su tamaño mas aun de su forma ya que la mayoría de los meteoritos son casi completamente esféricos. Permaneció de pie al borde del pozo que el objeto. Por un momento no comprendió lo que significaba esto aunque el calor era excesivo bajo al pozo y se acerco. Entonces percibió que el extremo circular del cilindro rotaba con gran lentitud. ¡Dios mio dijo Ogilvy allí dentro hay hombres. La idea de criaturas allí confinadas resúltale tan espantosa que olvido el calor y se adelantó para ayudar a los que se esforzaban por desenroscar la tapa.

Alrededor de las ocho había partido ya hacia el campo comunal un gran numero de muchachos y hombres desocupados que deseaban ver alos hombres muertos de Marte.

CAPITULO 3

Encontré un grupo de unas veinte personas que rodeaban el enorme pozo en el cual reposaba el cilindro. Habia cuatro o cinco muchachos sentados en el borde del pozo y todos ellos se divertían arrojando piedras a la gigantesca. En el grupo de personas mayores había un par de ciclistas un jardinero que solía trabajar en casa una niña con un bebe en brazos el carnicero y su hijito. Al mismo tiempo me hice cargo perfectamente de que el objeto había llegado desde el planeta Marte pero crei improbable que contuviera seres vivos. En la tarde había cambiado mucho el aspecto del campo comunal. Había más de media docena de coches de la estación de Woking. Hacia mucho calor no se veía una sola nube en el cielo soplaba la mas leve brisa y la única sombra proyectada en el suelo era la de los pinos. Agrego que la multitud y en especial los muchachos dificultaban los trabajos de excavaciones –

CAPITULO 4

Se ponía ya el sol cuando volví al campo comunal varios grupos desimanados llegaban apresuradamente desde Woking seguí avanzando hacia la multitud tuve la impresión de que había doscientas o trecientas. Desde el interior del casco estaban desenroscando la tapa y ya se veían unos cincuenta centímetros de la reluciente rosca. Estoy seguro de que tal fue mi idea pero mientras miraba vi algo que se movía éntrelas sombras era de color gris y se movía sinuosamente y después percibí dos discos luminosos parecidos a ojos se asemejaba a una serpiente a ese primer tentáculo siguió inmediatamente otro.

Era redondo y podía decirse que tenia cara había una boca abajo frente a los ojos la abertura temblada abriéndose y cerrándose convulsivamente mientras babeaba. Hay algo profundamente desagradable en su piel olivácea y algo terrible en la torpe lentitud de sus tediosos fundamentos. Luego no se vio nada mas que los montones de arena proyectados hacia afuera de la caída del cilindro.

CAPITULO 5

Después que hube visto a los marcianos salir del cilindro en el que llegaran a la tierra una especie de fascinaciones paralizo por completo ni cuerpo. La mayoría de los espectadores había formado dos grupos uno de ellos se hallaba en dirección a Woking y el otro hacia Chonham. Comenzó a oscurecer antes quue ocurriera algo más. El grupo situado a la izquierda en dirección a Woking parecía haber crecido en numero.

Vi entonces a algunos cocheros y otras personas que habían entrado sin miedo en los arenales y oi ruido de cascos y ruedas. Era la delegación había efectuado una apresurada consulta y como los marcianos eran sin duda inteligentes a pesar de su aspecto repulsivo. Me quede mirando la escena sin comprender aun que era la muerte lo que saltaba de un hombre a otro en aquel gentío lejano.

Todo esto había ocurrido con tal rapidez que estuve allí inmóvil y atontando por los incesantes relámpagos de luz sin saber que hacer. Aquí y alla se veian setos y arboles que humeaban todavía y desde las casa de Woking se elevaban grandes llamaradas.El miedo que dominaba no era racional sino pánico.

CAPITULO 6

Todavía no se ha podido aclarar como lograban los marcianos matar hombres con tanta rapidez y tal silencio. Este calor intenso lo proyectaban en un rayo paralelo por un espacio paralelo por medio de un rayo paralelo por medio de un espejo parabólico de composición desconocida tal como funcionaba el espejo de los faros.

Cuando estas personas salieron de dos y de a tres al campo abierto viron varios grupitos que hablaban con vehemencia y miraban al espejo giratorio que sobresalia del pozo. Ese grupo de personas escapo de la muerte por puro milagro. Solo les salvo el hecho de que una loma arenosa intercepto la parte inferior del rayo calórico.

Al ocurrir esto todo esto el grupo dominado por el grupo dominado por el pánico parece a ver vacilado unos momentos. ¡Ya viene! chillo una mujer acto  seguido se volvieron todos y empezaron a empujarse unos a otros desesperados por escapar hacia Woking.

CAPITULO 7

Por mi parte no recuerdo nada de mi huida excepto las sacudidas que me lleve al chocar contra los árboles y a tropezar frente a los brezos.

A fin de no poder seguir adelante estaba agotado por la violencia de mis emociones y por mi fuga. Unos minutos había tenido frente solo tres cosas la inmensidad de la noche del espacio y la naturaleza me puse de pie y asendi con paso inseguro la empinada curva del puente mi mente estaba en blanco mis músculos y nervios parecían carentes de energía y mis pasos eran tambaleantes.

Hay algo importante exprese para calmar los temores de mi esposa son las criaturas mas torpes que he visto en mi vida. Comencé a calmarla repitiendo todo lo que digiera Ogilvy acerca de la imposibilidad de que los marcianos se establecieran en la tierra. Han cometido un error comente  son peligrosos porque seguramente están aterrorizados tal vez no esperaban encontrar aquí seres vivos. Al terminar la cena me puse a fumar un cigarro mientras lamentaba el arrojo de Ogilvy. Yo ignoraba pero aquella fue mi última cena civilizada en u n periodo de muchos días extraños y terribles.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (31 Kb) pdf (192 Kb) docx (23 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com