LA FAMILIA Y LA DISCAPACIDAD AUDITIVA

LA FAMILIA Y LA DISCAPACIDAD AUDITIVA

El concepto de familia al igual que otros conceptos relacionados con las estructuras sociales, evolucionan ajustándose a la realidad social de cada momento.

En nuestro caso, consideraremos a la familia como el primer núcleo social con el que el niño/a con discapacidad auditiva realiza las primeras interacciones y aprendizajes.

Cuando hablamos de la existencia de una familia con miembros sordos, normalmente nos centramos en la realidad mayoritaria, padres oyentes con hijos sordos, puesto que esta situación se da en un 90 a un 95% de los casos. Todas estas familias necesitarán una ayuda profesional, para ajustar la nueva situación y actuar en consecuencia. Qué puede hacer la familia ante la deficiencia auditiva: La ayuda de la familia es fundamental para la integración de una persona con deficiencia auditiva. Con unas pocas indicaciones es posible evitar que se aísle conseguir que participe en todas las conversaciones. ¿Cómo hacerlo?

• Avísale cuando vaya a hablas con él. Para llamar su atención es suficiente con un golpe suave en el brazo o en el hombro. Si está en otra habitación, enciende las luces intermitentemente o mueve una silla para que él pueda sentir las vibraciones.

• Indícale el tema de conversación y cada vez que varíe, díselo.

• Para hablarle, ponte cerca de él, de frente y a su altura. Procura que haya una buena iluminación para que pueda ver los labios y gestos.

• Habla despacio, pero sin exageración, y sin gritar. Articula bien las palabras.

• Mantén la boca libre de obstáculos. Nada de bolígrafos, de colocarte la mano, de mascar chicle o chupar un caramelo.

• Háblele con voz clara pero sin gritar, porque no oirá más por eso.

• No utilices palabras sueltas. Habla con frases completas, gramaticalmente correctas, pero sencillas.

• Si no entiende una palabra,...

Comportamiento de la familia ante la presencia de deficiencia auditiva

La presencia de una deficiencia auditiva en un niño provoca modificaciones muy importantes en el conjunto de sus interacciones con los demás y, por lo tanto, tiene un impacto muy significativo en su desarrollo cognitivo, social, afectivo y lingüístico.

Al mismo tiempo produce en las familias reacciones de inquietud y desorientación, ya que se enfrentan con un problema para el cual la gran mayoría de los padres no tienen ninguna preparación. Así, al contrario de lo que ocurre con los niños oyentes, los padres de un niño con deficiencia auditiva no pueden elaborar fácil y naturalmente las conductas más apropiadas para asegurar la educación de

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