LA FUNCION MEDIADORA DEL DOCENTE Y LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA

El desarrollo de la capacidad de aprender a aprender se sitúa en el centro de todo proyecto educativo, hemos llegado a una era en la que la escuela requiere de una transformación a fondo, los roles de los profesores, alumnos y practicas educativas deben modificarse, el estudiante debe convertirse en un aprendiz autónomo, capaz de autorregularse y de adquirir habilidades para el estudio independiente, automotivado y permanente, aprender a tomar decisiones y solucionar problemas; lo relevante del aprendizaje es “poder transformar lo que se sabe” y no únicamente poder “decir lo que se sabe”, se espera que el estudiante como resultado de su paso por las instituciones educativas aprenda a aprender, a colaborar, a comportarse de forma ética, responsable y solidaria, a resolver problemas, a pensar y recrear el conocimiento.

El profesor como agente mediador no solo debe dominar lo anteriormente mencionado, sino también apropiarse de nuevas formas de enseñar, se espera que los profesores privilegien estrategias didácticas que conduzcan a sus estudiantes a la adquisición de habilidades cognitivas de alto nivel, a la interiorización razonada de valores y actitudes, etc. Se espera que “la sociedad del conocimiento, las tecnologías de la información, los multimedia y las telecomunicaciones otorguen al profesor nuevos significados y roles.

Se espera que los profesores estén capacitados para participar en el diseño de simulaciones que reflejen el estado de arte de diversos campos de conocimiento, el docente es un factor clave en la transformación del paradigma educativo imperante, los retos que se afrontan son grandes, las demandas de la sociedad del conocimiento a la tarea docente cuestionan si identidad y practicas anuales y conducen a la apropiación de nuevas formas de organización y gestión del conocimiento en la escuela; esto implica hacer cambios en la visión de lo que es el aprendizaje en las instituciones educativas, aprender no solo es acumular información o ejercitar habilidades, el estudiante no construye en conocimiento en solitario, sino gracias a la mediación de los otros en un momento y contexto cultural particular (docente y compañeros de aula). El aprender implica tanto la construcción de significados como el “aprender a hacer” a través de la practica.

La función del maestro no debe limitarse a la de ser un transmisor de la información ni a la de facilitador del aprendizaje, el docente cumple una función de organizador y mediador en el encuentro del alumno con el conocimiento.

Los significados adquiridos durante su formación profesional y los usos prácticos que resultan de experiencias continuas en el aula configuraran los ejes de la practica pedagógica del profesor, esta se encontrara influida por la trayectoria de vida del profesor, el contexto socioeducativo donde se desenvuelva, el proyecto curricular en el que se ubique, las opciones pedagógicas que conozcan o se le exijan, asi como las condiciones que tenga en la institución escolar.

Los autores Gil, Carrascosa, Furió y Martínez-Torregrosa plantean lo siguiente respecto de que conocimientos deben de tener los profesores y que deben saber hacer: conocer la materia que enseñaran, conocer y cuestionar el pensamiento docente espontáneo, adquirir conocimientos sobre el aprendizaje de las ciencias, criticar con fundamentos los métodos habituales de enseñanza, saber preparar actividades, saber dirigir las actividades que plantean a los alumnos, saber evaluar, utilizar la investigación e innovación disciplinaria y psicopedagógica en el campo de la docencia.

Enseñar no solo implica proporcionar información, sino también ayudar a aprender y a desarrollarse como personas, el docente debe conocer bien a sus alumnos: cuales son sus ideas previas, qué son capaces e aprender en un momento determinado, su estilo de aprendizaje, los motivos intrínsecos y extrínsecos que los motivan o desalientan, sus hábitos de trabajo, las actitudes y valores que manifiestan frente al estudio concreto de cada tema.

La metáfora del andamiaje nos permite explicar la función tutorial que debe cubrir el profesor, para que el ajuste de la ayuda pedagógica sea eficaz, es necesario que se cubran dos aspectos a) que el profesor tome en cuenta los conocimientos previos del alumno b) que provoque desafíos y proponga retos abordables que cuestionen y modifiquen dicho conocimiento; la meta de la actividad docente es incrementar la competencia, la comprensión y la actuación autónoma de sus alumnos. Onrubia (1993) nos propone como eje central de la tarea docente una actuación diversificada y flexible, que se acompañe de una reflexión constante acerca de lo que ocurre en el aula, a la vez que se poya en una planificación cuidadosa de la enseñanza.

Las funciones centrales del docente consisten en orientar y guiar la actividad mental constructiva de sus alumnos, a quienes proporcionará una ayuda pedagógica acorde con su competencia. El potencial del aprendizaje del alumno puede valorarse a través de la denominada zona de desarrollo próximo, concepto vigotskiano muy importante

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