LOS VALORES QUE DEMANDAN UNA NUEVA SOCIEDAD
moy26028 de Mayo de 2015
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LOS VALORES QUE DEMANDAN UNA NUEVA SOCIEDAD
INTRODUCCION
En el presente documento se muestran varios temas que hacen referencia a la vida cotidiana del hombre, en sociedad, su educación y su formación en valores.
Muestran como el hombre ha evolucionado en el paso de los años, moldeando el mundo a su conveniencia para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, en el transcurso de esta evolución se llego a perder, haciendo su vida monótona, creando hombres robotizados, dominado por frases publicitarias, pasivos, identificado con los valores del mercado y olvidando los valores humanos (cualidades de amor, razón y capacidad artística).
Refieren también al papel de la escuela como formadora de valores, pero nos muestra que siendo una institución social, sólo puede transmitir los valores establecidos en el marco jurídico-político; formando así individuos pasivos ya que domina a los futuros hombres, haciéndole saber al niño que el éxito sólo lo logran los alumnos que acaten más y mejor las disposiciones y reglamentos, creando así hombres sumisos y pasivos.
La formación del hombre en valores, surge en el devenir de la sociedad y se encuentran mediados por objetos, costumbres, lenguajes, ciencia, filosofía, etc. Se constituyen históricamente, existiendo así valores universales. Estos son de suma importancia en la vida del hombre, ya que lo concientiza, humaniza y sensibiliza.
Nos muestran que para mejorar la vida actual, es necesario un cambio, una transformación en el hombre, en ese cambio el hombre podrá afirmar que no es una máquina, que por el contrario, encontrará una persona sensible, pensante, con objetivos, con dignidad humana, con proyecto de vida y en busca de el fin último de la existencia, la felicidad.
Tema 1.- LOS VALORES QUE DEMANDA UNA NUEVA SOCIEDAD
Lecturas: La condición humana actual.- Erich Fromm
La Moral.- Agnes Heller
La condición humana actual.- Erich Fromm nos habla de que el hombre actual se caracteriza por ser pasivo y consumidor, cuyo "valor reside en el precio que puede obtener de sus servicios, no en sus cualidades de amor y razón, ni en su capacidad artística". A través de los años, construyó una ciencia nueva, creó sistemas políticos que parecieron asegurar el desarrollo libre y provechoso del individuo. Pero condujo, a moldear al hombre ante las exigencias del mundo que él mismo creó, el carácter del hombre se identifica más con los valores del mercado, es un consumidor eterno, se ha convertido en lactante eternamente expectante y eternamente frustrado, pues el trabajo humano ha llegado ser un bien de consumo, vendido en el mercado laboral en iguales condiciones de comercio recíproco.
El hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo, y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente; sí lo logra, habrá "triunfado" y su vida tendrá sentido; de lo contrario será un "fracasado". Su "valor" reside en el precio que puede obtener por sus servicios, no en sus cualidades de amor y razón ni en su capacidad artística. El sentido que tiene de su propio valor depende de factores externos y el sentirse un triunfador está sujeto al juicio de otros. De allí que viva pendiente de estos otros, y su seguridad resida no apartarse nunca más de dos pasos del rebaño.
Los hombres son autómatas que fabrican máquinas que actúan como hombres y producen hombres que funcionan como máquinas; su razón se deteriora a la vez que crece su inteligencia, dando así lugar a la peligrosa situación de proporcionar al hombre la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla. Pierde cada vez más el sentido de ser él mismo; tiene la sensación de que su vida carece de sentido; en nuestro siglo, el problema es que el hombre esta muerto.
El peligro del futuro es que los hombres lleguen a convertirse en robots. Pero dada la naturaleza del hombre, los robots no pueden vivir y mantenerse cuerdos, entonces buscarán destruir el mundo y destruirse a si mismos, pues ya no serán capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido y carente por completo de objetivos.
Para superar ese peligro en esta etapa moderna, se debe vencer al hombre pasivo y dócil dominado por el mercantilismo y la sociedad, debe elegir un cambio, volver a adquirir un sentimiento de ser él mismo, capaz de amar y de convertir su trabajo en una actividad concreta y llena de significado, debe emerger de una orientación materialista y alcanzar un nivel en donde los valores espirituales -amor, verdad y justicia- se conviertan realmente en algo de importancia esencial y así transformar a la sociedad que hoy lo tiene enajenado.
Se necesita un cambio simultáneo en “todas” las esferas de la vida, pensar en los cambios económicos y políticos necesarios para vencer el hecho psicológico de la enajenación. En la esfera económica se requiere una democracia industrial, un socialismo democrático caracterizado por la dirección conjunta de todos los que trabajan en una empresa, a fin de dar lugar a su participación activa y responsable.
Para un renacimiento cultural deben combinarse la educación del trabajo para los jóvenes, educación para los adultos y un nuevo sistema de arte popular y ritual secular a través de toda la nación.
El hombre sólo podrá protegerse de las consecuencias de su propia locura creando una sociedad sana y cuerda, ajustada a las necesidades del hombre, una sociedad en la cual los hombres estén unidos por vínculos de amor, en la cual se hallen arraigados por lazos fraternales y solidarios más que por ataduras de sangre y suelo.
La construcción de una sociedad tal significa emprender la etapa siguiente: significa el fin de la historia "humanoide". Una vez que haya superado el estado primitivo del sacrificio humano, entonces tendrá ante si los conflictos y problemas verdaderamente humanos; deberá ser temerario, valiente, imaginativo, capaz de sufrir y gozar, pero sus fuerzas estarán al servicio de la vida, no de la muerte. La nueva fase de la historia humana, si es que llega a ocurrir, no será un final sino un nuevo comienzo.
La moral.- Agnes Heller plantea que existen factores que pueden permitir al individuo transitar de la particularidad a lo genérico social, a través del contenido moral de las acciones y que estos factores están relacionados entre sí.
Considera la moral como una actitud práctica que se expresa en las acciones y toma de decisiones del individuo, es la relación entre el comportamiento y decisiones particulares y las exigencias de la sociedad, en la actualidad hay gran diversidad de exigencias debido a la diversidad de esferas, y la relación, intercambio e influencias entre ellas, lo que genera conflictos morales.
Heller manifiesta que el contenido moral de las acciones está en función de múltiples factores relacionados entre sí, los cuales se muestran a continuación:
La regulación de las motivaciones particulares: lo básico en la moral es la subordinación de las acciones del individuo a las exigencias sociales, es decir la restricción o limitación de las necesidades, deseos y aspiraciones particulares, estas represiones de manera general se convierte en costumbre y se canaliza dicha energía por un conducto en el que de manera libre se pueda expresar, aceptado por la sociedad (sublimación).
Un individuo elige un conjunto de valores, en base a la moral que le rodea, aunque por lo regular no se eligen los valores de manera consciente sino que surgen de una alienación, sometimiento a las normas sociales sin importar, pero se debe aclara que esto no es la moral.
En la moral se expresa la actitud del particular hacia la exigencia genérico-social; el hombre debe vencerse a sí mismo para satisfacer las exigencias que ha aceptado. La moral es interiorizada, al menos socialmente, pero es evidente que no voluntariamente.
La elección (decisión) de valor: desde que nace el individuo está inmerso en un sistema de valores y exigencias provenientes de la sociedad que impera en ese momento, toda sociedad opera con sistemas distintos de exigencias: las norma abstractas y concretas, el hombre sigue las concretas e interioriza a su vez las abstractas sin percatarse de las contradicciones o diferencias entre ellas, pero una vez que se encuentre o identifique dichas diferencias el individuo acepta unas y rechaza otras, por ello es que solo se puede juzgar la moral de un hombre en la medida en que se encuentre interiorizado un sistema normativo social, manifestado a través de éste sus motivaciones y, así como observando el contenido de valor del sistema normativo social elegido por él mismo.
La constancia: otra característica de la moral es lo que le llamamos la firmeza de carácter, ya que la moral implica tanto la superación de motivaciones particulares y la elección de los valores a interiorizar, así como también la conservación y permanencia de los mismos en el comportamiento continuo, constante para reforzar el propio carácter del individuo.
La frónesis: se refiere a la capacidad del individuo de aplicar las exigencias; el hombre actúa según las exigencias y juzga a los demás adecuándose a las normas, pero en la realidad lo antes mencionado resulta imposible, lo que el individuo hace es extraer de la exigencia general qué y cómo es válido en la situación
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