La Formación Del Poder Mexicano

LA FORMACIÓN DEL PODER

Durante el porfiriato en el país se presentó un aumento del ingreso, la formación de un proletariado agrícola e industrial, la más estrecha vinculación interna y con el exterior, debido a mejores comunicaciones, crearon mercado interno y facilitaron la obtención del externo, desde entonces México emprendió la creación de la infraestructura moderna. El México por revolucionario empezaba a recuperarse de los efectos de la lucha armada se vio afectado por la gran depresión de 1929 – 1933, no de forma severa. Desde el punto de vista social y política el Estado posrevolucionario reúne las condiciones que los porfiristas buscaban, las clases sociales son las mismas con dos excepciones: la destrucción de la vieja clase terrateniente y la aparición en el campo de una gran masa de pequeños productores.

La Constitución de 1917 puede ser considerada como un documento que no se ha aplicado, se tenía un desprecio por el poder Legislativo y Judicial siendo solo un grupo de persona encargadas del poder. Emilio Rabasa justifica la dictadura porfirista como resultado de una división de poderes inscrita en la Constitución de 1857 que imposibilita la función del Ejecutivo, siendo el Legislativo el que recibe las atribuciones y controles sobre la actividad del presidente, permaneciendo inactivo dando paso a la anarquía y a la descomposición de la nación.

Por otro lado Carranza proponía la organización de un gobierno fuerte, rechazaba el despotismo y confirmaba la necesidad de que la conservación del orden coincidiese con la legalidad. El nuevo poder de decisión se otorga al Estado especialmente al ejecutivo. Las reformas sociales fueron empleadas como instrumentos de poder, hicieron del Estado un Estado comprometido con los intereses de la clases populares, las reformas utilizadas como un arma efectiva contra las viejas y nacientes clases poseedoras, permitieron a los dirigentes del Estado movilizar a las masas.

La revolución mexicana ha sido definida como una revolución democrático – liberal, agraria, popular y antimperialista, podemos definir el modelo conceptual de la teoría política clásica, que distingue entre revolución política y revolución social.

Revolución política: está dirigida a destruir un poder político, que confunde directamente la propiedad haciendo de ella una propiedad privilegiada por el hecho de ser propietario, un poder político exclusivo reconocido por el orden público. La revolución política se plantea la destrucción de este orden público y la reforma de la propiedad eliminando su esencia privilegiada y transformándola en propiedad simplemente privada.

Revolución social: no solo significa la destrucción del orden político existente, sino además la eliminación de la propiedad misma, según Marx la revolución social sólo cumple cometido cuando ha abolido toda forma de propiedad privada sobre los bienes de producción.

Revolución popular: se toma el concepto a través de las clases trabajadoras, por lo que persigue la abolición de las condiciones fundadas en la propiedad privada, que hacen posible la explotación de las clases trabajadoras llamadas clases populares.

La revolución Mexicana tuvo como resultado la reforma de la propiedad privada principalmente en el campo, pero no su abolición como revolución popular y revolución agraria tuvo la forma y comienzo pero no resultados. La revolución se lleva a cabo en un contexto

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