La desmotivación del profesorado.
briandaRdgzEnsayo6 de Enero de 2016
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SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR,
SUPERIOR, FORMACIÓN DOCENTE Y EVALUACIÓN
DIRECCIÓN DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE
‘’BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL URBANA FEDERAL FRONTERIZA’’[pic 1][pic 2]
El sujeto y su formación profesional como docente
Responsable de la asignatura:
María del Socorro Lepe Galindo
Escrito:
La desmotivación del profesorado.
Brianda Rodríguez Alaniz
1° A
Licenciatura en educación primaria
Diciembre de 2015
Mexicali B.C
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 4
RAZONES DE LA DESMOTIVACIÓN DEL PROFESORADO 5
CONCLUSIÓN 15
BIBLIOGRAFÍA 16
Introducción.
La desmotivación puede darse en muchos ámbitos de la vida pero en este escrito hablare sobre los factores que causan la desmotivación del profesorado analizando los factores que propone el autor Jurjo Torres Santomé en su obra: La desmotivación del profesorado.
En la actualidad la docencia presenta muchos problemas los cuales no había anteriormente.
La profesión docente está cargada de matices, unos despiertan la pasión por la enseñanza pero otros desmotivan a sus actores.
Algunos están relacionados con factores externos y otros con factores internos y más personales. En unos influyen los ideales y en otras la realidad. (Sánchez Lissen, 2009)
Razones de la desmotivación del profesorado
Es de resaltarse que en el sistema educativo, especialmente en el sector público, existe la constatación de un profesorado que no está a gusto. Que palabra como desmotivación, desmoralización, desilusión son utilizadas por el mismo docente para describir lo que su profesión les hace sentir.
Esta desmotivación es el resultado de no uno, si no muchos factores.
El prefijo ‘’des’’ indica una negación, o que va en sentido contrario (Gramaticas.net, 2014). Entonces ¿Qué es la motivación? Para Abraham Maslow, la motivación es el impulso que tiene el ser humano de satisfacer sus necesidades. (Maslow H, 1991).
Mientras que Piaget define a la motivación como la voluntad de aprender (Molla, 2013).
Una vez analizado esto, la desmotivación del profesorado se podría definir como la ausencia del amor por lo que la profesión docente implica como la constante actualización, el interactuar con los alumnos etc.
Como se mencionó antes, hay factores que tienden a ser el resultado de la desmotivación del profesorado tales como:
- Incomprensión de las finalidades de los sistemas educativos.
‘’Uno de los problemas de una parte muy importante de la población es la de la falta de comprensión de cuál es el sentido de los sistemas educativos y los centros escolares’’. (Torres Santomé, 2009).
Las numerosas y simultáneas transformaciones que se están produciendo en el momento como los cambios de reforma son ejemplo de una educación inestable.
Hoy en día vivimos en un mundo donde los lazos interpersonales débiles, cambiantes e inconstantes, causada en gran medida por la aparición e innovación de las tecnologías de la información y la comunicación.
Las diversas reformas educativas que se promovieron en las últimas décadas y la escasa participación del cuerpo docente acentúan aún más la falta de conocimiento acerca de lo relacionado con el que hacer y sus porqués en las aulas.
A estas dificultades de comprensión de los resultados esperados con el trabajo cotidiano en los centros escolares hay que añadirle la rapidez de las transformaciones y revoluciones en los campos del conocimiento, así como el acelerado paso con que se producen innovaciones el mundo de las nuevas tecnologías.
- Formación inicial muy deficitaria.
La corta duración de los estudios de Magisterio, impide que se puedan atender a todas las facetas que este tipo de profesionalidad requiere. (Torres Santomé, 2009).
Es como si el personal de administración no cayera aún en cuenta de lo necesaria que es una sólida formación cultural.
Pero el problema más significativo es la enorme separación que existe entre la formación recibida y las exigencias de un desempeño eficaz e innovador. Los programas de formación inicial de los docentes suelen estar muy alejados de los problemas reales que un educador debe resolver en su trabajo. Se otorga más importancia a la formación académica que a la observación y las practicas innovadoras. (Camacho González & Padrón Hernández, 2006)
Además de la corta y deficitaria preparación del profesorado, es de destacarse el hecho de que son muchos los alumnos que se matriculan para estas especialidades ya que las notas que tuvieron durante su formación en el bachillerato no les alcanzaron para aplicar en las especialidades que ellos tomaban como primera opción. Es de esperarse que estos alumnos ingresen a la especialidad desmotivados y con bajo rendimiento. En estos casos, obviamente, la calidad y buena capacitación llegan a resultar contradictorias.
- Pobreza de las políticas de actualización del profesorado.
Las políticas de actualización existentes además de ser calificadas como pobres no están marcadas para el profesorado como obligatorias.
La política de cada sexenio otorga algunas remuneraciones por asistir a cursos y conferencias aprobadas por la administración, sin embargo estos cursos y conferencias están, en su mayoría, al margen de las necesidades e intereses de los centros y del profesorado. Por su puesto que a fin de cuentas resultan inútiles para la vida profesional del docente pero es de esperarse que el cuerpo docente asista a ellos, por un lado, porque representan un ingreso extra a sus bolsillos, por otro lado hay profesores que en verdad están interesados por asistir esperanzados a que les sea de utilidad alguno la información otorgada.
Estamos ante un tipo de política de actualización e incentivación del profesorado que muy rara vez tiene repercusiones sobre la calidad del proyectos educativos en los que está implicado en sus centros escolares (Torres Santomé, 2009).
- Concepción tecnocrática del trabajo docente.
La forma de trabajar antes era muy diferente, los cursos impartidos no representaban mucho para el docente pues no relacionaban lo visto en los cursos con la aplicación que podrían tener en su trabajo diario.
La única meta planteada era APROBAR. La cultura del momento era conocida como ‘’cultura del esfuerzo’’ aquella en la que predominan frases como:
- Trabaja duro
- Si no te esfuerzas no conseguirás nada
- En la vida hay que sufrir
En una cultura en la que si una persona lucha, sufre y trabaja duro significa que es una persona madura y responsable. (Anguita, 2014).
Hoy en día es indispensable que se promueva la educación en la que el alumno se vea como una persona libre que pueda opinar y argumentar. Que las soluciones estén al margen de la línea discursiva y de acción que solo demandan esfuerzo.
Al alumnado primero hay que motivarlo y luego es cuando estaremos legitimados para demandarles también que se esfuercen. (Torres Santomé, 2009)
- Un currículum obligatorio sobrecargado de contenidos.
La existencia de un currículum obligatorio con un listado excesivamente sobrecargado de contenidos a impartir en las aulas, acabó por desviar las miradas del profesorado, casi exclusivamente, a las cuestiones metodológicas y de evaluación y vigilancia disciplinaria.
El llevar a cabo proyectos curriculares aunado con las dificultades qye los profesores ya tenían acabo por desincentivar los proyectos de innovación educativa existentes.
- Una administración del sistema educativo burocratizante.
Esto también incide en el desaliento del profesorado con la exigencia de proyectos curriculares de centro y de aula, pero que luego ninguna autoridad externa a las instituciones escolares revisa, ni requiere su cumplimiento.
Cuando este tipo de exigencias se burocratizan únicamente sirven para quitarle tiempo al profesor, tiempo valioso que podría implementar con algún otro tipo de proyecto que contribuiría a mejorar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje que tiene como obligación promover.
- Falta de servicios de apoyo y de una inspección escolar.
Otra de las razones de la desmotivación de un sector del profesorado radica en la falta de servicios de apoyo y una notable desprotección desde los propios servicios de inspección escolar, casi exclusivamente interesados en cuestiones burocráticas y de sanción.
Aunado a esto, la imagen negativa de la inspección fue agravada ya que se le son otorgados poderes casi absolutos para asignar a la persona que tomara cargo de la dirección de las escuelas. Recortando así la participación del profesorado, el alumnado, familias, y otros agentes sociales, dando como resultado un desanimo más para el colectivo docente.
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