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La escritura automática en el ombligo de los limbos

lorenacelesteMonografía2 de Agosto de 2022

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La escritura automática en El ombligo de los limbos

Lorena Celeste Gaitán

Literatura Europea II

Año 2018

[pic 1]

[pic 2]«El surrealismo no es una forma poética. Es un grito del espíritu que se vuelve hacia sí mismo decidido a pulverizar desesperadamente sus trabas»

 (Aragon, Artaud, Breton, Crevel, Desnos, Eluard, Leiris, Péret, Queneau y Soupault., 1925)

 Introducción

   

      Nuestro trabajo parte de las siguientes preguntas ¿Cuáles y cuántos procedimientos surrealistas pueden encontrarse en el ombligo de los limbos? ¿Cuál es el sentido del empleo de las técnicas?

      Antonin Artaud puede ser considerado un  autor plenamente surrealista, y El Ombligo de los limbos  una obra que reúne las condiciones para ser considerada claramente como expresión surrealista. Podemos comprobar esto ya que ella está construida a partir del automatismo, procedimiento de escritura mediante el cual los surrealistas buscaban evadir las barreras represoras que, según la teoría psicoanalítica ya reconocida en la época, no permiten la llegada de contenidos del inconsciente a consciencia, pues éstos, pueden provocar angustias de distinta índole. Pensando en términos del lenguaje, buscó en la profundidad de la mente el significante con toda su fuerza emotiva, que solo podría expresarse mediante el lenguaje poético, rico en imágenes, que se caracterizaron en el surrealismo por reunir términos muy alejados entre sí, a partir de los cuales se buscó generar desequilibrio en su recepción, impacto, dando lugar a lo insólito. Estos elementos, ligados en la imagen espontánea, guardan a pesar de su aparente lejanía una relación oculta que permite ser interpretada de manera múltiple.

      En el presente trabajo trataremos de hacer un recorrido de El Ombligo de los Limbos, demostrando como a través del empleo de un procedimiento surrealista como lo es la escritura automática o mecánica, se recoge material que luego el autor ordena  de modo tal, que temática y estructucturalmente testimonia su concepción de arte y obra, ligada a la profunda búsqueda de ruptura y posterior liberación de la razón. La escritura mecánica permite construir imágenes surrealistas de distintos tipos que se observan claramente en la obra de Artaud.  Veremos cómo esto se manifiesta en toda la obra de diferentes maneras. Los conceptos de ruptura y libertad  han guiado el análisis, permitiendo organizar la significación dada al texto.

     Sin embargo, no podremos entender la textualidad de Artaud sin aclarar su concepción de arte y obra, totalmente ligada a la vida que nos lleva a indagar sobre algunos aspectos biográficos del autor, ni entender al surrealismo, si no lo comprendemos como movimiento de vanguardia y como expresión que intentó superar y revolucionar el momento histórico en el que surgió. Además del fundamental aporte de los conceptos propios de la teoría psicoanalítica, sobre todo la primera tópica de Freud. De esta manera daremos una hojeada por estos aspectos, previo al análisis de la obra.

Las vanguardias europeas

     

     La aparición de las vanguardias puede ser relacionada, según Bürger como momento en el cual el subsistema arte llega a un momento de autocrítica. Ya que las vanguardias en general y en dadaísmo en particular, ya no crítica las tendencias artísticas del pasado sino a la institución arte burguesa. Este ir contra la institución toda, implica cuestionar el modo de circulación y distribución del arte, las concepciones de lo bello que dominan la época y las condiciones de producción de arte. Las vanguardias critican la autonomía del arte, al tiempo que  descubren en ella la carencia de función social que contiene. La vanguardia va buscar «devolver el arte a la praxis vital» (Bürger,1994 p 62 ).

     La autocritica como momento que protagonizan las vanguardias es posible solo después de que la institución arte esta fuertemente formada y lo político ha desaparecido de la esfera del arte. Es posible ubicar este momento ligado al esteticismo de finales del siglo XIX. Es en este momento las obras de arte se concentran sobre el medio mismo, afectan al contenido de la obra y se pierde entonces la función social. Este aspecto del arte burgués es notado y rechazado por todas las vanguardias históricas. Pensar en esta concepción de arte burgués, es pensar en un arte para pocos, en cuanto a su distribución. La inaccesibilidad de la obra de arte es también un aspecto fuertemente criticado por las vanguardias.

        Es el individualismo con el que se recepciona y se produce la obra de arte lo que también se busca romper por parte de las vanguardias. Para el arte burgués la obra tiene un fin en sí mismo. Para la vanguardia, la praxis y el arte si forman una unidad, siendo la primera estética y el segundo práctico,  no puede pensarse en una separación entre estas dos esferas  y no se reconoce una finalidad determinada finalidad.

      Por todo ello la obra de arte para la vanguardia puede ser colectiva, apelar a un receptor activo y a veces co-participante de la obra vanguardista. Ésta no busca producir una impresión general que permite encontrarle un sentido a las partes, pues estas ya no están ordenadas en torno a una determinada intención, esto produce un shok en el receptor de la obra  y estimula al cambio, de manera que se de comienzo a la transformación de la praxis vital del receptor.

El surrealismo

     Surge en Francia, hacia 1922 una agrupación de artistas que se identificarán como movimiento con el nombre de surrealismo. Esta corriente de vanguardia nucleará artistas diversos, entre ellos, habrá poetas. Éstos últimos,  siendo ya un grupo numeroso, se organizaron en torno a la revista Littérature. Para 1924, los escritores lograron conformar un órgano exclusivo de ese movimiento.

      En este grupo de vanguardia, según Aldo Pellegrini, la ruptura funcionó como «fundamento de una actividad creadora totalmente distinta y de una nueva concepción del mundo, del hombre, y de los medios de expresión » (1961, p 9).  Este pensamiento derivaba claramente de otra agrupación primera, nos referimos a aquella que se identificó como dadaísta. Movimiento en el cual participaron muchos personajes que luego se identificarán como surrealistas. El dadaísmo aparece a partir de la primera guerra mundial, frente al desencanto que este episodio genera en muchos jóvenes europeos que se levantaron en contra de una cultura que promovía los valores burgueses e hipócritas, conduciendo finalmente a la deshumanización y exponiendo a las nuevas generaciones a la autodestrucción que provoca la guerra. Es en medio de esta crisis provocada por este oscuro periodo de la historia, donde comienzan a emerger estos grupos y entre ellos el dadaísmo que puede pensarse como antecedente del surrealismo.

     Los dadaístas se caracterizaron por ser un movimiento negador y rupturista. Propusieron una concepción de arte sin cánones, rechazando las normas prefijadas, tomando como punto de partida para la actividad creativa una libertad total.  

     Para el surrealismo el arte y la vida forman una unidad. Los surrealistas se refieren a una vida concreta y no abstracta. Este movimiento se preocupó por los problemas esenciales del hombre y no por las problemáticas propias de la literatura y se proclamaban fuera de ella. Fue un movimiento que enalteció el discurso poético, la crítica resalta que el surrealismo entre en el periodo donde la poética tiene una relevancia importante y hace uno de sus picos máximos. Junto a ella se le da valor a lo maravilloso, a la imaginación y a los sueños. El concepto de libertad o liberación como proceso que tiene como protagonista al hombre es otro de los ejes centrales. La liberación de las condiciones sociales de una sociedad opresiva hace agresiva a la actitud surrealista.  Sus participantes son verdaderos agitadores sociales y enemigos del orden burgués hipócrita. El amor es fundamental en toda la poesía surrealista, ya que este es una pasión gracias a la cual se expresa y se exalta la vida.

 Otro aspecto importante que tiene la poesía para los surrealistas es  la posibilidad de observar al espíritu en profundidad. Su función es conocerlo, y entonces la poética tomo tinte de conocimiento para el surrealismo. Un conocimiento que permitirá iluminar los espacios oscuros y descubrir. 

      Antonin Artaud formó parte activamente del movimiento surrealista desde que se pone en contacto con éste en Paris durante 1920, en el cual rápidamente fue acogido y puesto al frente del departamento de investigaciones surrealistas. Sin embargo, en 1926 fue expulsado ya que al imponerse la idea de que el movimiento estuviera claramente relacionado con el  comunismo, Artaud no se mostró entusiasmado con este hecho considerando que el estudio sobre sí mismo era un camino de transformación individual que conducía indefectiblemente al cambio social si necesidad de expresar este cambio mediante la militancia política, esto generó críticas dentro del surrealismo y decantó en su expulsión.  

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