La esperanza es lo ultimo que se pierde

“LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE”[pic 1]

Por Xiomara Tenorio Guerrero

Alberto Kenya Fujimori Fujimori​, peruano - japonés, de 82 años de edad nacido en Lima el 28 de julio de 1938, fue ingeniero agrónomo de profesión y catedrático en la Universidad Agraria de la Molina, este tecnócrata – como el mismo se autocalificó (…) yo soy un técnico y no político, elecciones 1990 (…) – gobernó el país en tres periodos: entre 1990 – 1995 y 1995 – 2000, respectivamente.

Alberto Fujimori llegó al poder en 1990 luego de ganar, en segunda vuelta, las elecciones generales con el 62.4% de los votos, posteriormente a ello fue llamado el OUTSIDER (forastero), que en política se aplica a aquellos candidatos y/o personajes que de manera inesperada llegan a calar en la preferencia de la población, con muchas posibilidades de llegar al poder. El lema de campaña de Fujimori fue “honradez, tecnología y trabajo” lema que tuvo mucho éxito en la población; más aún, por ser descendiente japonés. además de ello prometía mediante la honradez eliminar un flagelo endémico que, desde hace mucho no hemos superado: LA CORRUPCION, Fujimori representaba, en su momento la esperanza de todo un país, país que, había perdido la credibilidad en la clase política y en los llamados partidos tradicionales; sin embargo, contrario a todo lo esperado y a todas las esperanzas de un país en crisis, es catalogado como el gobierno más corrupto del siglo XX, donde el tarjetazo, la compra de conciencias políticas mediante el dinero mal habido llevó a este gobierno, no solo, a ser un Estado corrupto, controlador de los medios de información; sino, un narco estado, un gobierno inmoral, hipócrita (doble discurso).

La intención de Fujimori era hacer serias reformas económicas, políticas, sociales en un país que se hundida en la hiperinflación que nos dejó el primer gobierno de Alan García Pérez y que superaba el 1000 % para ello ejecutó un paquetazo que - según dijo en capaña, no aplicaría -,  los despidos masivos para colocar partidarios de Cambio 90, la compra de Las líneas editoriales de medios informativos y la consciencia de muchos políticos (TRÁNSFUGAS – VLADIVIDEOS), quedó con evidencia del inmenso nivel de corrupción al que habíamos llegado.                                                    

 Para poder controlar todo lo que anteriormente he mencionado, tenía que tener la mayoría del congreso, y Alberto no tenía dicha condición; así que, con la asesoría de un personaje siniestro llamado Vladimiro Montesinos, compró políticos y conciencias, procedió a disolver el COGRESO DE LA REPÚBLICA, la noche del día domingo 5 DE ABRIL DE 1992 (AUTOGOLPE DEL 5 DE ABRIL DE 1992), que terminará con las elecciones del nuevo CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRÁTICO (CCD), cuyos miembros elaborarían y aprobarían la CONSTITUCION DE 1993 y que a la postre sigue siendo nuestra principal carta magna. Este ato constituye un atentado contra la democracia y el estado de derecho, aún sigo sin entender como se sigue avalando una carta magna que fue creada en estas nefastas e inconstitucionales condiciones. Dicho sea de paso estos hechos siempre fueron una constante en la historia republicana del país, sino veamos la constitución de 1839 de corte conservador que avaló los interese del gobierno conservador del general Agustín Gamarra o cuando el presidente Augusto Bernardino Leguía derogó la constitución de 1860 para dar paso a la constitución de 1920, que le permitía perpetuarse en el poder, al igual que la constitución de 1993 con Fujimori. A ello le podemos agregar otros aberrantes acontecimientos que trajeron como consecuencia la difusión de los vladivideos que, ocasionó la caída de su régimen dictatorial, este nivel de corrupción terminaría cuando este prófugo envió una carta por fax desde Japón, su renuncia a la presidencia del país, dejando al Perú acéfalo de gobierno. Es necesario mencionar que la renuncia al gobierno me hacer recodar que Fujimori pertenece a una gavilla de ex mandatarios que de manera muy cobarde abandonando el país en contextos complicados y muy similares para el país, mandatarios que prefirieron fugarse antes de dar la cara y afrontar sus acusaciones, tal es el caso de Mariano Ignacio Prado y Nicolás de Piérola, quiénes dejaron el poder en plena guerra del pacifico.

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