Padres Que Odian

“Padres que Odian”

Primero que nada es un libro que me pareció muy interesante, pude comprender muchas cosas en cuestión de familia y tal vez por qué en lo personal en ocasiones me es difícil entender el por qué hay padres que parece que odian y de verdad odian pero no como uno cree.

Cuando hablamos de odio, hablamos de un sentimiento de profunda antipatía, se puede basar en el miedo a su objetivo, ya sea justificado o no. Empiezo a hacer un análisis del libro desde las deidades parentales que menciona y para mi es mu atinada esta comparación con Dioses.

Y el libro comienza hablándonos de cómo los Dioses tenían esa capacidad de imponer un castigo y a su vez ser irracionales, cuando somos pequeños la deidad parental lo es todo son como Dioses y como no hay un patrón en el que los podamos juzgar simplemente suponemos que son perfectos.

Esa perfección es protección, y esta cuestión de tener a los padres en un pedestal definitivamente depende mucho del contexto cultural y religioso, un claro ejemplo es de cómo la religión nos dicta un mandamiento de amar a nuestros padres sobre todas las cosas incluso antes que nosotros mismos.

Este libro también menciona de cómo justificamos esas reacciones de nuestros padres por medio de los mecanismos de defensa esa negación que nos muestra que es la más perjudicial y poderosa de la defensas psicológicas como por medio de una realidad ficticia restando así la importancia de ciertas experiencias dolorosas y en ocasiones se olvida todo eso que hicieron y siguen estando en sus pedestales. La autora menciona otros mecanismos de defensa tales como la racionalización y el desplazamiento.

Me llama mucho la atención en como en ocasiones después de la muerte se les sigue considerando santos y los hijos siguen cargando con ese peso emocional de no poder creer lo malos o tiranos que fueron y en ocasiones hay culpa.

Al hablar de padres inadecuados hablamos de padres que no tomaron en cuenta los derechos inalienables, de cómo es obligación de nuestros padres el inculcarnos límites adecuados y como la disciplina por ninguna rezón debe de ser un maltrato físico ni emocional.

A medida de que vamos creciendo los padres alimentan la maduración asignándoles ciertas responsabilidades. El libro menciona 5 cimientos de adecuado cumplimiento de la función parental.

Existen padres que les roban la niñez a sus hijos y es así por que les roban esa oportunidad de vivir como niños, la oportunidad de ser juguetones, espontáneos y en ocasiones irresponsables es parte de ser niños.

Y es ahí donde vemos niños que adquieren obligaciones de adultos y que comienzan a jugar el rol de alguno de los padres, es un carga emocional tan pesada que al convertirse en adultos difícilmente pueden tener relaciones interpersonales verdaderas y estables, así como dudar de su capacidad para ser buenos en algo.

En este mismo capítulo habla de una codependencia, los hijos asumen esa responsabilidad de salvar a sus padres y es así como en el caso de Melanie la autora nos expone una lista de señales de codependencia como el hijo es un facilitador.

Y un facilitador invisible por que en ocasiones lo que el hijo haga piense o sienta no le importa a los padres. Hablamos de padres que se ausentan emocionalmente pero cuando uno se ausenta físicamente.

Esto nos permite hablar de cuando hay un divorcio, es bien sabido que es una experiencia traumática para toda la familia y es muy importante que los padres tengan en cuenta que se rompe una relación de pareja más no una relación familiar, ambos padres tienen la responsabilidad de mantener una conexión con sus hijos.

Los padres controladores, son aquellos que se ven amenazados por un miedo de perder a sus hijos, ese miedo de que los hijos

...