Poder De La Riqueza

Ensayo inspirado en el libro de Alvin Toffler y Heidi Toffler:

“LA REVOLUCIÓN DE LA RIQUEZA”

Herramientas para la Riqueza

Si tratamos de encontrar un factor común en los distintos acontecimientos, que han construido la historia de la humanidad, a través de todas la épocas, podemos establecer, que la búsqueda de la riqueza define de manera muy acertada dicho factor.

Es posible definir riqueza en varios tópicos, el espiritual, el material, el afectivo, de conocimiento, etc.... y podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que aquella riqueza que pertenece al grupo de los “tangibles”, es la que mas alto impacto, ha generado a través del tiempo.

En la primera ola, el conocimiento de la agricultura (basado seguramente, en un rudimentario método científico de observación y análisis) permitió el establecimiento de poblaciones en un sitio fijo, resolviendo de manera efectiva las necesidades básicas primarias de todo individuo. Una vivienda que le de abrigo para protegerlo de la intemperie, que siempre éste allí sin importar las condiciones del ambiente (estaciones), comida y agua para sobrevivir y un grupo de individuos que viven en comunidad para defenderse (entre otras cosas) de los peligros del entorno, definen solo algunos de las ventajas de poder estar en un sitio estable.

Es decir, el tener la capacidad de materializar (“tangibilizar”) dicho conocimiento, permitió el desarrollo de las poblaciones al liberar a los individuos de su preocupación diaria.....el sobrevivir.

Se le dió entonces, un gran valor a la posesión de la tierra, como factor de riqueza, lo que arrastró el progreso durante buena parte del devenir de la humanidad.

Era claro que por aquel entonces, el poseer mas tierra era sinónimo de riqueza y bienestar, es decir, la riqueza era directamente proporcional a su “tangibilidad” (tan arraigado tenemos este concepto, que aún en la actualidad, sigue teniendo la misma connotación).

Esta claridad en la manera de alcanzar el bienestar, imprimió una velocidad propia al desarrollo de productos, bienes o servicios, por los cuales alguien estuviese dispuesto a dar algo “tangible” a cambio.

Pero el afán y la velocidad por acumular riqueza (propia de los seres humanos, “a mas riqueza, mas oportunidades de supervivencia) de la época, tenía un limitante....el factor humano.

Al ligar el deseo de incrementar la riqueza, con la velocidad con la que se puede hacer tangible una idea, el factor humano era un gran limitante, pues era la única manera de darle forma física.

Las herramientas entraron entonces, a jugar un papel protagónico en la capacidad para aumentar la riqueza. Al igual que hoy (para algunas empresas) quien tuviese las más sofisticadas, tenía la ventaja.

Se enfocan entonces todos los esfuerzos en el desarrollo de estas herramientas y es cuando aparecen las maquinas, como punto de quiebre, para el inicio de la segunda ola.

Basados en conceptos netamente de tangibilidad, de valorar lo que se ve y la cantidad; el “como” realmente no era muy importante. Bastaba con tener la herramienta del caso, para el producto de interés y podrían hacerse más unidades en menos tiempo.

La dinámica que generó este elemento, en la sociedad, dejó claro las reglas del juego; se está dispuesta a pagar el precio que sea necesario, para acomodar sus estructuras, al esquema que garantice la supervivencia de todos.

Y todos como parte de una comunidad, que automáticamente busca el equilibrio, ante cualquier factor de cambio, tomará la senda de lo que la mayoría considere va a mejorar su calidad de vida (a esta altura ya no se denomina “supervivencia”, sino calidad de vida). Es decir tarde o temprano se tendrá que asimilar el cambio.

Es entonces, en esta etapa de la humanidad, cuando los estamentos

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