Problema Antropologico
Suaj4Eva18 de Marzo de 2015
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EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO
El hombre encuentra su tormento y su desdicha en el avanzar; él, insatisfecho de cada momento.
Goethe
El hombre no tiene naturaleza, tiene sólo historia.
José Ortega y Gasset
Según Kant, filosofar implica, por lo menos, cuatro interrogantes fundamentales: ¿Qué puedo conocer?, cuya respuesta la daría la teoría del conocimiento por ser una problema epistemológico; ¿Qué debo hacer?, Que compete a la ética o filosofía moral, dedicada a estudiar las normas y los valores que nos permiten actuar con rectitud; ¿Qué me cabe esperar?, preocupación metafísica correspondiente al campo de la religión; y ¿Qué es el hombre?, en la que -----nos dice Kant----- desembocan todas las anteriores porque es justamente el hombre quien se pregunta por todo esto y a quien le interesa conocer la realidad, actuar en el mudo y salvarse de la contingencia.
Esta última pregunta es atendida por la antropología filosófica.
No obstante que la antropología filosófica es una conquista de los tiempos modernos (“El nombre de antropología se remonta en realidad hasta los tiempos del humanismo: el humanista protestante O. Casmann publicó en 1596 un libro bajo este título”. 54), a lo largo de la historia de la filosofía y desde la antigüedad se encuentra ya un gran cúmulo de reflexiones sobre la naturaleza del hombre, su sitio en el mundo, su destino, etcétera. (PAG.67)
Ciertamente, el hombre como objetos de estudio ha sido abordado por múltiples ciencias y disciplinas, como la psicología, la sociología, la etnología, la historia, la biología y, de manera especial, la antropología física, al estudiarlo desde el punto de vista psicofísico; esto es al analizar su larga evolución y sus transformaciones físicas con el apoyo de ciencias como la anatomía comparada.
Sin embargo, la antropología filosófica no se queda en los enfoques específicos con casa una de estas ciencias estudia al hombre; sus objetivos son mucho mas generales, al considerarlo en su totalidad, en su completa e integra estructura. Este saber totalizador y global que la antropología filosófica persigue no implica una repetición o una contradicción con las demás ciencias humas y naturales,
54 Landmann, Michael, Antropología filosófica. Autointerpretación del hombre en la historia y en el presente, Manuel Uteha, México, 1978, p.2
pues la filosofía retoma los resultados obtenidos por ellas para plantear y resolver problemáticas mas generales o totalizantes. En este sentido, la antropología filosófica aborda la complejidad ontológica del hombre, se pregunta por su esencia misma: “¿Qué es en definitiva el hombre?”; por sus rasgos peculiares o exclusivos (sus antropinos) y sus diferencias frente a los demás seres, como los animales superiores: ¿Es el hombre esencialmente distinto del animal o sólo muestra diferencias de grado frente a éste?;y, dentro de la posible constitución general o esencial del hombre, se pregunta por la posibles especies ontológicas de la naturaleza humana: ¿Es posible una antropología regional que permita distinguir diversos tipos humanos?
“Los elementos de que consta el concepto general de hombre solo se dan en cada hombre de carne y hueso como ingredientes, bien que de manera inseparable esencial. El hombre real es un ser complejo, es unidad y multiplicidad a la vez, participa de la idea general unitaria, de hombre, y de otros caracteres. Entre lo general y lo individual del hombre está el tipo”.55
El hombre, sin duda, ha rebasado su hábitat natural creando una segunda naturaleza conocida como cultura; este hecho plantea la tarea de (PAG.68)
Dilucidar, esclarecer las relaciones del hombre con la naturaleza y la cultura, que en cierta forma nos remiten a preguntarnos: ¿cuál es el lugar del hombre en los cosmos? ¿Cuál es su función o misión en el mundo?
Otra interrogante formulada por los estudiosos de la antropología filosófica es: ¿Qué destino se le depara al hombre? ¿Acaso el hombre tiene un destino irremediable ya trazado de antemano o por el contrario su destino es forjado por el mismo en virtud de su libre actuar y en la medida en que se propone fines o metas que cumplir? Así, averiguar como el hombre hace o construye su vida es tarea imprescindible de la antropología filosófica.
Las corrientes trascendentalitas nacen de la idea de que el hombre tiene una trayectoria que cumplir en su vida. Según estas corrientes la vida humana no termina en la tierra sino en un “más allá”, en una transcendencia o realidad transepirica. El trascendentalismo es contrario a las corrientes inmanentistas, que constriñen el sentido y el actuar del hombre en su “acá” (temporalidad, finitud o concreticidad), calificando de ilusión o espejismo la existencia de transmundos donde el hombre pueda depurar al final sus imperfecciones.
Los primeros en filosofar sobre el hombre fueron los filósofos griegos de la antigüedad. En el periodo presocrático (siglo VI a.C.) predomino la filosofía natural y la reflexión acerca del cosmos sobre el problema antropológico. Más adelante, en el periodo en que vivió Sócrates (siglo V a.C.), se trato con mayor claridad el problema antropológico vinculado con la indagación del mundo interior del hombre.
55.Larroyo, Francisco, La antropología concreta, Editorial Porrúa, México, 1963, p.151.
Según Cicerón, Sócrates, a diferencia de sus antecesores, bajo la filosofía del cielo a la tierra y obligo a los filósofos a preguntar por las cosas humanas. Sócrates guiaba su filosofía por una frase que ostentaba el frontispicio del templo de Apolo de Delfos: “conócete a ti mismo”, la cual reclamaba la necesidad de que el hombre se adentraba en sí mismo para sacar a la luz los más profundos secretos de su ser. (PAG.69)
Junto con Sócrates figuraron los sofistas, sabios ambulantes considerados también como fundadores del periodo antropológico de la filosofía griega. Mientras Sócrates descubría al hombre bajo la perspectiva ética (conocerse a sí mismo para alcanzar la virtud), los sofistas lo hacían bajo el punto de vista de la filosofía de la cultura. En efecto, los sofistas advirtieron que al lado de un mundo meramente natural esta el mundo humano u cultural, constituido por las costumbres, la religión, el derecho, el lenguaje, la filosofía, etc. En los sofistas “[…] se exponen por primera vez la potencia creadora de cultura del hombre y se reconoce y celebra al hombre como creador de culturas. El es el que puede establecer el Nomos.56
El hombre bajo diversos enfoques
En la época clásica (filosofía grecorromana), animados por la búsqueda de “esencias” o principios rectores capaces de conjurar los cambios, los filósofos se empeñaron en formular una naturaleza humana, un saber fijo acerca del hombre. Este elemento establece o sustancia lo encontraron en la razón o logos, característica esencial y, por lo tanto, distintiva del hombre; dicho logos llevo a los griegos a crear la filosofía y a las más altas cimas de la especulación. Mientras en otros pueblos el conocimiento estaba al servicio de intereses prácticos (por ejemplo, la astronomía estaba al servicio de la navegación), en los griegos se perfilo como un saber autónomo.
“Solo entre los griegos nacen las zonas culturales autónomas de la filosofía y de la ciencia y consiguientemente los tipos humanos del pensador y del sabio”57. (PAG.70)
Este racionalismo o intelectualismo desarrollado por los filósofos griegos permea su antropología de manera acusada e incide en sus reflexiones éticas: la virtud debe apegarse a los cánones de la razón; bien y conocimiento, decía Sócrates, son correlativos; la virtud es producto del conocimiento, el malo o vicioso es un ignorante que no conoce lo que es lo bueno; para platón, la razón debe dominar los apetitos por ser nuestra fuerza suprema; para los estoicos es necesario
56 Landmann, op. Cit, p.41.
57 Ibidem, p.112.
reprimir en lo posible los afectos y las pasiones, para llegar a un estado de ataraxia o imperturbabilidad, y para Aristóteles, el alma debe purificarse de toda suerte de pasiones mediante la tragedia.
Gracias a la razón, el hombre ocupa un lugar privilegiado que lo diferencia de los demás seres; sin embargo, los griegos reconocían una razón divina o universal que posibilitaba el orden o cosmos físico y humano. Así, de acuerdo con Heráclito –quien aconsejaba ceñirse a lo ``sabio o a la razón ´´-, los estoicos hablaban de un logos universal que regia todo.
Por su naturaleza racional, el hombre se siente como espejo del todo. Los griegos descubren no solamente la razón humana, sino también la formalidad racional del mundo.
La antropología de la edad media modifico la cosmovisión griega, al introducir elementos novedosos como el primado de la fe sobre la razón. Para los griegos era antológicamente imposible pensar la nada: ex nihilo nihil fit (nada se hace de la nada ) . el cristianismo rompió con esta tradición al afirmar que el mundo y el hombre habían sido creados, justamente, a partir de la nada por la benévola acción de un dios personal. De esta manera, el hombre se concibió como una criatura, un ser hecho a imagen y semejanza de su creador (grandeza del hombre); pero al desafiar a su Creador y abusar de su libertad, este ser sucumbió al pecado (miseria del hombre). Para el cristianismo, el hombre ocupa un lugar intermedio entre los animales y los ángeles: es inferior a estos
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