RESUMEN DEL LIBRO DIOS VUELVE EN UNA HARLEY

En lo personal cuando escuché el título del libro no me convenció mucho de leerlo, ya que no es muy de mi interés leer cosas relacionadas a la religión por simple gusto. Pero como es una tarea tengo que hacerlo.

El libro comienza con una narración de una enfermera que es de New Jersey, explicando por qué no entiende que le llaman El Estado Jardín justificando su respuesta. También nos dice que se acaba de mudar de California después de siete años. Explica que fue consiguió trabajo en el Centro Médico Metropolitano como Jefa de la Unidad Quirúrgica de Traumatología. Y explica lo mucho que le da gusto estar en “familia”. Nos dice que lleva en la profesión 15 años y ha trabajado en hospitales de todo el país. Explica brevemente lo que es realmente el trabajo de enfermería. Nos menciona que tuvo una vida amorosa en esa casa de desgracias.

Habla de una persona llamada Michael que le rompió el corazón, lo llamó “Eutanasia Cardiaca”.

Un día desayunando Michael le habló y ella sin voltear supo de inmediato que era él, el que tanto la había lastimado pero el mismo por el que aún sentía algo. Comenta cómo se sintió ella al verlo, tratando de demostrar que el ya no le interesaba pero por dentro, el seguía interesándole. Nos dice que ella lo ve mejor que nunca y que comenzaba a sentir punzadas, esas punzadas que seguramente el también sentía.

Nos explica quién fue Michael y cómo sucedió aquél amor. Fue en las prácticas de Michael como interno, ella ya era enfermera de trauma y dice que ella le enseñó todo lo que él ahora sabe. Nos cuenta que al principio los internos se muestran muy educados y con ganas de aprender pero terminado su curso, se olvidan de todo, hasta de cómo se llaman aquellas enfermeras que antes les ayudaban. Pero él era diferente.

Nos dice que es de sobra decir que entre médicos y enfermeras hay algo eléctrico. Ella y Michael se enamoraron un día después de que Michael hizo su primera intubación en un hombre que había fallecido. Salieron a celebrar y ahí empezó todo. Fue el principio de una relación sentimental que duró tres años y todo era perfecto hasta que salió el tema del matrimonio. Afirma que el compromiso no era una de las virtudes de Michael.

Nos comenta que dejó a Michael y al centro Médico e iba a intentar trabajar como enfermera ambulante.

Retomando el momento en que él le habló, salió el tema de que él ya se había casado, con Sheila Conlin. La ex enfermera supervisora de Christine (la protagonista), y Christine nos dice que ella no era guapa ni lista, que de hecho Michael había escuchado quejarse infinidad de veces de Sheila, se refirió a ella como la típica enfermera apocada, sumisa.

La actitud de Christine se tornó grosera, sarcástica y desconcertante porque ella no lograba entender cómo es que no se casó con quien de verdad lo amaba.

Michael fue respetuosamente humillante cuando dio detalles de cómo logró casarse con Sheila, gracias a Christine.

Hizo un acto masoquista e investigó la vida de Michael. Nos detalla cómo se imaginaba a Michael con Sheila y tratando de comparar la supuesta vida de Michael ahora con la de antes, junto con ella.

Ella, necesitaba una copa.

--Mi comentario acerca de este primer capítulo es que Christine Moore no era muy feliz, gracias a Michael Stein, su ex. Había renunciado a su trabajo y a su vida por la culpa de ese personaje infantil. Pero, por desgracia ese personaje infantil fue tan importante en su vida que después de 7 años, no podía olvidarlo, o al menos no hasta volver a verlo.

En el segundo capítulo nos menciona que en el bar, con el segundo Absolut con soda se le habiz subido directamente a la cabeza y la hizo reflexionar acerca de su carrera y sus vida emocional. Nos explica sus problemas personales, como que era una enfermera gorda, confundida y solitaria.

Nos menciona que la única esperanza que tenía para cambiar su vida era renunciar a la comida rápida y a los hombres.

Algo repentino pasó, ella notó que alguien la estaba observando, ¿Qué hombre en su sano juicio estaba interesado en ella?, se preguntó y con un autoestima muy pesimista se contestó esa pregunta. Ella lo observó, porque destacaba entre las demás personas, describió a una persona un poco ruda, pero que ordenaba jugo de arándano con soda.

Nos comenta que sentía por él curiosidad e interés, ya que la actitud del tipo era extraña. A la hora de abandonar el bar, nos comenta cual disfruta la noche en su tierra natal, la de los desenterradores de almejas.

Caminando, pensando en su vida sin sentido, cayó y se golpeó contra la barandilla de madera en la cabeza. Cuando se levantó notó que un hombre montado en una Harley e imaginó el tipo de hombre que estaba ahí, aunque al verlo contradijo lo que pensaba de él. De repente empezó un diálogo entre el hombre y ella, un poco raro, ya que él se comportó de una manera muy respetuosa, aunque ella se comportó indiferente.

--Mi comentario acerca del segundo capítulo es que Christine sigue siendo muy dura consigo misma, no se da oportunidad de disfrutar aunque sea los pequeños momentos que vive.

Cuando ella se logra acercarse a él, se da cuenta que era el tipo del bar, le estrecho la mano y comenzaron a hablar. Ella pensaba que ese hombre no era nada normal ni corriente.

Al momento de casi marcharse, Joe, comenzó a hablarle acerca de la vida de Christine. Christine obviamente sintió miedo y demás sentimientos encontrados, pero algo en su corazón la arrastraba hacia él.

Le preguntó que quién era y que cómo sabía tantas cosas sobre ella. Él le dijo que le respondería todo, pero a su tiempo. Él le dijo que su intención era lecciones de vida que ella no se imaginaría, pero que necesitaba la confianza de Christine, El, comenzó a hablarle de cosas sobre la infancia de Christine y demás cosas acerca de la historia de su vida, cosa que Dios suele hacer en las películas para demostrar sus poderes.

Él le dijo que era el Dios del que ella estaba huyendo durante toda su vida.

Ella lo encaró recalcándole las cosas malas que le han pasado y que él había permitido.

El hizo un tipo acto de magia seguido de un comentario: Te estoy preparando para vivir de verdad.

Le dijo que anteriormente la había querido ayudar y que ella se ponía a la defensiva, pero que ahora por fin iba a vivir.

Ella se sintió conquistada y convencida por él.

Él le explicó que iba a quedarse una temporada con él. Que iba a aparecer de tanto en tanto en su vida y que se asegurará que Christine ponga los pasos en práctica.

Ella le cuestionó del porqué la Harley y la vestimenta.

Él le respondió que necesitaba llamar la atención y cambiar la imagen que tenían de él.

Uno de los mandamientos personalizados para Christine fue el de No levantar muros, aprender a traspasaros.

Refiriéndose a los muros que levanta Christine en el corazón como defensa para que no la lastimen.

Ella asintió, comenzó a llorar y Joe la abrazo, colocándole la cabeza en su pecho y ella sintió una gran tranquilidad.

Le pidió que no comentara con nadie lo que iba a suceder, ya que sucumbiría el caos.

Al momento de despedirse, ella le preguntó si volvería a verlo. Joe sonrió y le dijo que en ese momento había derribado el muro, ya que en circunstancias normales no se hubiera atrevido a preguntarle eso a cualquier persona. El, le dijo que la llamaría.

--En éste tercer capítulo puedo ver que como un cliché de película, Dios se presenta de una manera inusual con la persona a la que desea ayudar. No me agrada tanto que hipotéticamente hablando, si realmente existiera un Dios se dé el tiempo de cambiar la vida de una persona que por sus mismas decisiones se ha tornado por un mal camino. Teniendo muchísimas cosas más importantes por resolver, se da el lujo de presentarse ante una persona cerrada, y con trucos, la hace cambiar de opinión en cuestión de segundos, hipotéticamente hablando.

Tardíamente me he dado cuenta de que esto se trata de una novela, así que haré las cosas un poco más sencillas, sólo daré mi opinión y resumiré un poco capítulo por capítulo.

Christine no puede dejar de pensar en Joe, ya que lo recuerda a todas horas, está deseosa de volver a verle y no se separa en ningún momento del teléfono, aunque se pregunta cómo la va a llamar, ya que nunca le pidió su número.

Transcurren dos semanas desde la vez que se conocieron en la playa y ya cansada de la espera, comenzó a desconfiar de Joe y sobre si había sido alguna alucinación, un sueño o tal vez como dijo ella, alguien puso alguna sustancia en su bebida aquél día.

Decide salir a correr, ya que esto le relaja y le ayuda a ordenar las cosas. Christine va cada día a correr, cada día incrementa el kilometraje. Lejos de sentirse sofocada o exhausta se sentía de maravilla.

Un día, al volver a casa suena su teléfono, se seca el sudor con un trapo y al contestar descubre que es Joe, Christine no puede ocultar su satisfacción de volver a hablar con él. Éste le dice que no puede tener ideas románticas referentes a él, ya que no era la finalidad de su visita y no permitiría que eso la echara a perder.

Que en vez de esperar su llamada, debería de estar disfrutando las cosas que ha puesto a su disposición y que en esas dos semanas hubiera puesto en pie su segundo mandamiento: vivir cada momento de su vida, pues todos son preciosos y no debe de malgastarlos. Ella asiente, reflexiona y Joe le dice que debe de vivir el presente al máximo y le dice que haga una lista con las cosas a las que nunca había

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