Reporte De Libro Psicología Del Mexicano
marianichi1815 de Mayo de 2015
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En Mexico tenemos un franco proceso de transición hacia una nueva atapa de desarrollo, en la cual la competencia internacional , así como la necesidad de satisfacer adecuadamente al mercado interno obligara a los participantes de economía, finanzas, el gobierno, a ser más eficiente, innovadores y mejores empresarios.
La tecnología de los procesos productivos y la sofisticación de los servicios, hacen indispensable mantener una actualización permanente en materia de nuevas técnicas y métodos.
Hay un estudio de la UNESCO se enumero el repertorio de los recursos naturales esenciales para el desarrollo y la riqueza de los países que son 29 total. Este estudio observa que mientras Japón, Singapur y Taiwán solo tienen 3 de los 29 recursos esenciales y son países ricos, Mexico tiene los 29 recursos esenciales y es considerando un país pobre.
En algunos medios empresariales y gubernamentales se maneja con abundancia la literatura sobre finanzas, sobre administración y sobre productividad. Por otra parte, los profesionales que salen de las universidades comprueban, que no les bastan los conocimientos y habilidades técnicas. Cualquier ejecutivo, gerente, director o jefe de departamento va aprendiendo, a veces con tropiezos y fracasos, que la productividad, la eficiencia, la calidad son resultado más de la gente que de los sistemas y de los recursos técnicas y materiales. La base que es ancha, solida, confiable, no puede ser otra que el factor humano.
La gente no es igual en los diferentes países. Las razones están a la vista, la primera es la de la herencia biológica que nos dieron nuestros padres, esto determinan grupos humanos característicos y diferentes unos de otros, lo segundo es el del medio ambiente, como el clima, los paisajes, la alimentación, el folklore local, la religión, la estructura familiar y luego las experiencias de cada sujeto van conformando personalidades muy peculiares y la tercera de nuestras reacciones y decisiones, son las raíces que de las conductas laborales deben buscarse en la psicología e idiosincrasia, ahí se forma la personalidad.
Los dirigentes con mas visión y los capacitadores mas sólidos se vuelven ahora hacia los pliegues y las entretelas de la idiosincrasia de la identidad nacional.
Dice “No se puede construir una psicología del mexicano si se ignora la historia de México”. Ni tampoco es posible comprender al trabajador mexicano, sin comprender la cultura mexicana en sus aspectos más fundamentales.
La mexicanidad, objeto de estudio filosófico y psicológico es una vocación y un estilo de vida, explica que hubo que esperar hasta principios del siglo XX para ver florecer investigaciones y reflexiones sobre la esencia de la mexicanidad. Uno de los logros mas apreciables y duraderos de la Revolución de 1910 fue activar el proceso del autoconocimiento nacional.
Los pioneros fueron José Vasconcelos, que era un gran creyente de la intelectualidad mexicana, pondero las cualidades y el destino de los latinoamericanos e invito con pasión a los mexicanos a adentrarse con profundidad en sus propias raíces y en su proyección futura. Después estaba Antonio Caso, que analizo los valores del mexicano, la dinámica de la ideología nacional, y planteo lucidamente la historia y la cultura mexicana como problema en busca de explicación. Luego estuvo Samuel Ramos, pionero de discutir públicamente el tema sobre lo mexicano, por ejemplo “El perfil del hombre y la cultura en México”.
Más cerca de nosotros tenemos otros estudiosos como, Octavio Paz, Santiago Ramírez, Pablo González Casanova, Carlos fuentes, Enrique Krauze entre otros tantos.
Cuando estamos hablando de que el mexicano es poco trabajador se puede manejar de dos maneras distintas: como un lamento estéril o como un reto para analizar es por eso que existe quien decía “La cultura mexicana modela a sus habitantes más de los que hacen otras culturas”.
En el tema de “La Sociedad Mexicana, su Génesis y su Cultura”, los mexicanos del siglo XXI somos un conglomerado de tres ingredientes.
El primer factor es el indígena, que este elemento fue reprimido a partir de la conquista, el segundo factor fue el hispano-cristiano, esto es, la sangre y la cultura de los conquistadores, y desde hace cien años se debe considerar el factor anglosajón, cuya cultura capitalista se vuelca sobre nosotros desde el vecino país del norte y nos desborda a lo largo de la larguísima frontera de tres kilómetros.
En “El componente indígena”, englobamos en los aztecas imperialistas a las demás culturas indígenas, pues habían sido lo suficientemente poderosos como para imponer su cultura a los pueblos circunvecinos.
Vivian pues la creencia, de la inestabilidad del cosmos; siempre tenían frente a si la perspectiva de la catástrofe final, la destrucción de todo lo existente, ellos creían que el hombre había sido creado para servir a los dioses, y como dios principal Huitizilopochtli que era el dios identificado con el Sol, creían que al caer la tarde y al enseñorearse del mundo de las sombras de la noche, había que fortalecerlo con la fuente de la vida, es por eso que hacían los sacrificios.
México-Tenochtitlán, había alcanzado una organización social excelente para su época, no había un campesino sin tierra, el desarrollo urbano fue magnífico y llego a contar con servicios superiores en mucho a sus contemporáneos europeos, en el siglo XV ya tenía establecida la educación obligatoria y no había un solo niño sin escuela.
Aquellos idolatras salvajes poseían un sentido cósmico y arquitectónico más admirable que el de sus civilizadores cristianos, dijo el crítico español Esteban Inciarte.
Los mayas al igual que los aztecas, eran supersticiosos, pues creían que sus destinos estaban gobernados por estrellas misteriosas y planetas enigmáticos, nunca como “arquitecto de su propio destino”.
En “El componente hispano”, en el año de 1492 fue un gran final y un gran inicio, el cierre de una gesta de siglos y la apertura de una gesta de siglos, también fuie el descubrimiento de América e inicio la colonización y la conquista.
Aquí en América tenemos la cruzada religiosa militar dirigida por Cortes y los frailes. Por el constante guerrear de moros y cristianos, los españoles se habían hecho duros y sanguinarios.
Los conquistadores fueron por un lado soldados audaces y aventureros, gente ruda, ambiciosa y por otro frailes misioneros. La Corona española impero atra ves de sus dos brazos, el civil y el eclesiástico, en estrecha sinergia, desde sus cuarteles generales. Situados uno al lado del otro: el palacio virreinal y el palacio arzobispal. Los llevaron tan lejos de su tierra tres tipos de motivaciones, que fueron, el poder, la aventura, las riquezas y la explotación, otra fue la convicción de realizar la tarea de civilizar a personas inferiores, y otra fue el propósito de evangelizar, es decir, de llevar la fe cristiana a paganos sumidos en burdas idolatrías.
En “El choque de las culturas”, decir “conquista”, lo que que ne realidad fue un choque violentísimo y una guerra despiadada, el resultado no fue una mala mezcolanza, como la que se obtiene del agua y del aceiteo de la sal con el azúcar.
Además de la heterogeneidad, obro el modo en que se dio el encuentro: brutal destructor, sin ápice de dialogo de razón y de respeto. Los europeos católicos llegaban a “Las Indias” a tomar posesión como dueños. Con la promulgación de la bula Inter Coetera, el papa español Alejandro VI había concedido a los reyes de España “las islas y tierra firme descubiertas y por descubrir … para que procuréis llevar a esos pueblos a la religión cristiana”.
Con estos antecedentes puede comprenderse que la guerra entre los recién llegados y los dueños tenía que ser exterminio.
Para los naturales significaba lo mismo “españoles” y “cristianos”, pero esto recién llegados eran heraldos de la religión del amor y al mismo tiempo sanguinarios y brutales, sádicos, y traidores. Impusieron la religión del manso y amoroso Jesucristo a tajos de espada y retumbos de cañones y fiereza de perros adiestrados para despedazar indios.
El fruto de la unión fue éste: le mestizo, hijo de la india violada, chingada, y como tal devaluado, rechazado, y despreciado.
Y ahora a la distancia de los siglos, quedan los simbolos de ese choque: por un lado Hernan Cortes, y por el otro dos personajes indios, Cuauhtemoc, luchador heroico, y Juan Diego, sumiso y adaptable.
En los “Traumas a lo largo de los siglos”, podemos decir en cierto sentido, que toda la historia de México ha sido traumatica. Lo común era que al cabo de las batallas el saldo fuera de miles y miles de indios tendidos en charcos de sangre. Aunque por otra parte se dio un intenso lavado de cerebro, los europeos no contentos con exterminar en campos de batalla. Su voluntad de destruir la cultura aborigen fue implacable.
Podemos considerar como los ocho traumas por antonomasia, de nuestra historia, la conquista militar, la conquista espiritual, el mestizaje, la secularización, la independencia, la mutilación del territorio nacional, la reforma, y la revolución.
Al termino de la conquista, la conquista militar y religiosa, fue un cataclismo que disloco las bases de la relación con los dioses, el cosmos, el acontecer temporal.
Los dioses de los vencidos se convirtieron en los demosnios de los vencedores, y redundo en la destrucción de todos los valores de los naturales. De tal modo que desarraigo causo un repliegue y un desgano vital, en adelante el lenguaje indígena seria el silencio.
La situación que fue en particular delicada, fue la de la
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