Resumen El Arte De La Guerra

Índice

El Arte de la Guerra – Sun Tzu 1

Capítulo I 1

Capítulo II 1

Capítulo III 1

Capítulo IV 1

Capítulo V 2

Capítulo VI 2

Capitulo VII 2

Capitulo VIII 3

Capitulo IX 3

Capitulo X 3

Capitulo XI 4

Capitulo XII 4

Capítulo XIII 5

El Arte de la Guerra – Sun Tzu

Capítulo I

La guerra se puede considerar como la manera de proteger lo que es nuestro, para lo cual es de vital importancia defender eso que nos es tan querido. Para la guerra tomaremos en cuenta la armonía de los pueblos, el clima, terreno, el líder y la disciplina que muestre el ejército. De tal manera que el que sepa dominar dichos aspectos será el que triunfe ante el enemigo, mientras que ante el incumplimiento de estos factores los llevará al fracaso. Principalmente el arte de la guerra se basa en el engaño, aparentando lo que queremos que el enemigo vea, atrayéndolo para ataques sorpresa cuando este se encuentre débil y evitarle cuando sea fuerte. Si se han seguido a cabalidad los cálculos tendremos como resultado una victoria o si éstas indican una derrota tendremos menos posibilidades de ganar.

Capítulo II

No se deber permitir la sublevación de soldados, evitando hacer campaña por mucho tiempo se debe tratar de ser rápido y veloz en las caminatas, evitando una segunda movilización. Consumir los alimentos de enemigo constituyen una felicidad para el pueblo, recompensar a los soldados valientes. En el caso de capturar a soldados enemigos tratar que éstos cambien de mando, usando el enemigo para derrotar al enemigo, lo importante es la victoria, más no la persistencia debido a que la cabeza del ejército lleva a cabo muchas vidas.

Capítulo III

Capturar al enemigo intacto, es decir, obtener la victoria sin violencia es mejor que ganar por la fuerza. Hacer que el enemigo se rinda constituye el respeto para el maestro en el arte de la guerra, así mismo, no se considera digno atacar una ciudad, ni el actuar por cólera, todo movimiento debe estar previamente planificado, de tal manera habremos vencido sin siquiera haber batallado. La inteligencia de cortar el suministro del enemigo asegurará la victoria completa, pero si el adversario nos es diez veces superior, rodéalo, si son cinco veces superiores, atácalo y si son dos veces superiores, divídelos. Si las fuerzas son inferiores al enemigo, persiste ya que puedes llegar a cansar y dominar al adversario, al igual que si tus fuerzas están en orden, pero si éstas son inferiores no quedara más que retirarse. Los que triunfan son quienes saben cuándo luchar y cuando no, quienes tienen la iniciativa al tomar decisiones, quienes conocen a los demás y a sí mismos, los vencidos serán quienes no sepan manejar su fuerza o su debilidad, los que no se conozcan entre sí.

Capítulo IV

Para vencer se debe lograr que los adversarios sean vulnerables, incluso en caso de que el enemigo esté bien pertrechado existe la posibilidad de ganar, ya que la victoria puede ser percibida, pero no fabricada. Trata de obtener la invencibilidad en la tu defensa y buscar la vulnerabilidad al proceder el ataque, así mismo tomar en cuenta que la defensa es para tiempos de escases, cuando debes callar y borrar huellas, mientras que en el ataque para tiempos de abundancia de unidades, donde se debe ser agiles y con gritos fulgurantes. Lo mejor es alcanzar la victoria en el mundo de lo sutil, no hace falta de fuerza para ganar, el conflicto armado es la vitoria más dura y nunca son casualidad, el éxito es ganar antes de batallar mientras que el derrotado primero lucha esperando ganar. Tener un ejército disciplinado que moriría antes de desobedecer las reglas militares y que mantiene el orden de la batalla.

Capítulo V

No importa la cantidad de unidades que se tenga ya que se puede gobernar a personas por grupos, por tropas y movimientos. Se debe manejar percepciones de ortodoxo y heterodoxo, atacar inesperadamente, se indefinibles de forma o cantidad. El batallón deberá crear un desorden artificial, pero siempre manteniendo la línea de batalla. Engañar el ojo y percepciones del oponente teniendo en cuenta que para fingir cobardía, deberán ser extremadamente valiente; para fingir debilidad, debe ser extremadamente fuerte. Un ejército con ímpetu se vuelve valiente, puede lograr que el enemigo se mueva por el camino que se le trace, haciendo que el enemigo se mueva con perspectiva de victoria cuando en realidad corre a la emboscada. Asignar a los soldados por sus capacidades, ubicar al valiente, al cuidadoso y al inteligente, logrando así que las unidades rueden juntas hacia la victoria.

Capítulo VI

Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan donde ellos y de ningún modo se dejarán atraer fuera de su fortaleza, ya que si el enemigo se acerca a ti su fuerza estará vacía mientras que la tuya estará llena, es decir, el camino de la victoria consiste en vaciar a los demás para llenarte a ti mismo. Cansar a tus adversarios agotando sus fuerzas y recursos, despistarlos caminando por territorios despoblados, atacarlos por donde no hay defensa para desubicarlos. Cuando estos lineamientos son cumplidos, las personas están sinceramente comprometidas y leales con el grupo que de seguro no revelarán las estrategias. El no mantener una formación contra, genera inseguridad en el adversario, de manera que se podrá dirigir su destino, así al desunirse, podremos atacar a sus puntos débiles con rapidez. Entonces cuando el adversario quiera atacar, no debemos luchar para reorganizar la estrategia y confundirlos, lo extraordinario se verá como extraordinario y viceversa, al notar eso, el enemigos se desplegarán en unidades deficientes siendo vulnerables por todas partes. A más defensa, habrá menos seguridad. Incluso con menos unidades, harás que ellos combatan, incita la acción para conocer sus puntos débiles y descansa. El genio se adapta al enemigo.

Capitulo VII

La dificultad de la lucha armada es hacer que las distancias largas se hagan cortas, utilizando una unidad especial para que tus ataques

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