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Resumen de OSBORNE. Herramientas para transformar el gobierno. Cap 1: Precisar el rumbo: Utilizar la gestión estratégica para generar una dirección clara


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2018  •  Resúmenes  •  1.896 Palabras (8 Páginas)  •  474 Visitas

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OSBORNE. Herramientas para transformar el gobierno. Cap 1: Precisar el rumbo: Utilizar la gestión estratégica para generar una dirección clara

Gestión estratégica = precisar el rumbo

Precisar el rumbo: juego de herramientas

Precisar el rumbo significa crear un sistema que ayude a su administración a permanecer centrada en sus objetivos más importantes, aunque esos objetivos cambien con el tiempo.

- El desarrollo de visiones a futuro (visioning) ayuda a que los dirigentes aclaren a donde quieren ir.

- Los objetivos de resultados proporcionan blancos hacia los que apuntar y modos de medir sus progresos.

- Los organismos directores ayudan a crear visiones y objetivos propios, a desarrollar estrategias para alcanzarlos, a financiar esas estrategias y a medir los avances logrados.

- Las declaraciones de misión (misión statements) ayudan a los organismos específicos a mantenerse orientados en la dirección correcta.

- Los presupuestos por rendimientos ayudan a transferir recursos hacia las estrategias que se hayan elegido.

La planificación estratégica fue desarrollada para gestionar organizaciones privadas. Obliga a largos procesos de planificación formal que son difíciles de sostener en las organizaciones públicas.

En la administración pública, la planificación estratégica tiene como único fin obligar a los gestores a definir sus objetivos en ausencia de unos sistemas de gestión que lo hagan. Por el contrario, la gestión estratégica:

- construye sistemas que definen propósitos y objetivos de resultados

- crean estrategias conscientes para conseguirlos

- elaboran presupuestos para financiarlos

- hacen uso de medidas y evaluaciones del rendimiento para comprobar lo efectivos que son

La gestión estratégica ayuda a pensar, a planificar y a actuar estratégicamente todo el tiempo, en vez de tener que cumplir con todas las formalidades cada vez que se acerca el plazo límite para la presentación de un nuevo plan estratégico.

¿Por qué es tan importante hoy en día la gestión estratégica?

En un mundo de cambios rápidos, mercados globales y revoluciones tecnológicas, los gobiernos deben responder constantemente a los cambios en su entorno. La capacidad de tomar decisiones correctas de forma sistémica a lo largo del tiempo, de manera que para una organización sea posible adaptarse rápidamente a los cambios de su entorno, se ha convertido en un factor determinante del éxito.

Parte de esa ventaja la constituye la capacidad de un gobierno para anticiparse a los problemas y prevenirlos en lugar de tratar de mejorarlos cuando ya han aparecido. Un sistema de gestión estratégica confiere a los dirigentes la capacidad de prevenir tendencias futuras.

La gestión estratégica también elimina la necesidad de que existan muchas reglas, procedimientos y controles internos en las organizaciones empresariales. Cuando tanto los gestores como los empleados tienen claros la visión, la misión, los objetivos y las estrategias elegidas por sus dirigentes, necesitan de menos reglamentaciones para mantener el rumbo correcto

La ausencia de alineamiento estratégico puede ser reconocida a partir de:

- Énfasis interno en las reglas y los procedimientos

- Conservadurismo a la hora de cambiar las cosas

- Incertidumbre sobre quien tiene las competencias para tomar decisiones

- Derivación de cuestiones hacia instancias superiores

- No disposición a compartir información ni a cooperar

- Negativa a asumir responsabilidades por los resultados

Precisar el rumbo: lecciones aprendidas

La gestión estratégica necesita dirigentes políticos que tomen decisiones de manera racional y visible.

Los beneficios de la gestión estratégica se dejan ver a muy largo plazo. “No llegas a medirlos durante tu mandato, mientras estás en el cargo”.

1. Céntrese en mejorar su capacidad de dirección solo cuando ya haya logrado cierto impulso que genere fe en la iniciativa. Una vez se empiece a tener fe en que la reinvención puede generar resultados importantes, se podrá comenzar la larga escalada a la montaña de la gestión estratégica.

2. El ejecutivo ha de tomar la iniciativa a la hora de mejorar la capacidad de dirección, pero debe implicar al legislativo, al municipio o a la junta en el proceso. La gestión estratégica no se produce a menos que quienes toman las decisiones estratégicas (cargos electos y asesores) crean en estas nuevas herramientas.

En la mayoría de los sistemas, los poderes ejecutivos son los que tienen mayor capacidad para ser estratégicos, mientras que los legislativos son más reactivos.

3. Para conseguir que los cargos electos se tomen la dirección en serio, publique tablas de resultados y ayude a los ciudadanos y a los grupos de interés en la difícil tarea de pensar en cómo mejorar esos resultados. Además de educar, implicar y escuchar a los cargos electos, la clave es mostrarles que la mejora de resultados es importante para sus votantes.

4. Si quiere que los políticos se tomen la dirección en serio, no puede esperar que renuncien a procurar satisfacción inmediata a su electorado. Los cargos electos siempre van a necesitar resolver problemas a corto plazo de sus electores. Los gestores deberían llegar a un trato explicito con sus cargos electos: “Nosotros les ayudaremos a responder de manera efectiva a las necesidades de sus electores si ustedes nos ayudan a crear y a utilizar un sistema de gestión estratégica”.

5. Mantenga una orientación bipartidista durante todo el proceso de dirección.

6. Construya el sistema de gestión estratégica en su integridad y no solo una parte del mismo. No se deben desarrollar objetivos de resultados sin vincularlos formalmente a los presupuestos y a las medidas de rendimiento de los organismos. Tampoco se debe desarrollar medidas de rendimiento y presupuestos por rendimientos sin haber dejado claro los objetivos a largo plazo.

7. Dirigir bien cuesta caro: esté preparado para pagar ese precio. Construir un sistema de gestión estratégica lleva mucho tiempo. Si no está

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