SUN TZU (el arte de la guerra)

SUN TZU (el arte de la guerra)

     Es un libro de arte de la guerra que tiene más de 2500 años, en el cual se siguen aplicando todas sus estrategias en la actualidad, pero no es solo un libro de guerra  si no un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación, “la mejor victoria es vencer sin combatir”. Existen dos principios, todo el arte de  la guerra se basa en el engaño y el supremo arte de la guerra  es someter al enemigo sin luchar, en la actualidad  el conocimiento del arte de la guerra  no solo  se aplica estrictamente en el ámbito  militar sino que  aplica en los deportes, en la diplomacia e incluso el comportamiento personal.

     Sobre la evaluación, se constituye por cinco factores fundamentales el primero es la doctrina significa que el pueblo este en armonía con su gobernante de modo que le siga donde sea sin temer por sus vidas ni a temer por cualquier peligro, el segundo es el tiempo significa el ying y el yang,  la noche y el día,  el frio y el calor, tercero  el terreno implica a las distancias y hace referencia  a donde es fácil o difícil desplazarse, cuarto el mando tiene cualidades como benevolencia, coraje y disciplina, quinto la disciplina es la organización del ejército.

     Sobre la iniciación de las acciones, advierte de la importancia de conocer las cantidades y el costo que va a suponer la campaña militar. Si el objetivo principal de la guerra, la victoria, tarda demasiado en llegar es posible que la moral decaiga y que los recursos se agoten. Así que, de nada sirve que una campaña se alargue demasiado en el tiempo. Entonces, la estrategia del líder debe ser debilitar al enemigo y desproveerlo de alimentos para suministrárselos a los suyos a esto se le llama vencer al adversario  e incrementar por añadidura tus propias fuerzas.

     Las proposiciones de la victoria y la derrota, es importante combatir los planes del enemigo y, ante todo, no permitir una alianza entre adversarios. La mejor estrategia de guerra es generar impacto en un estado y no arruinarlo. La estrategia es vencer sin luchar, sin asediar ciudades y destruir a otros ejércitos sin emplear  demasiado tiempo en ello. Nunca se debe atacar con cólera y con prisas. Para ello se necesita una buena planificación y coordinación. Para conseguir el éxito se requiere atender a cinco aspectos fundamentales: el ataque, la estrategia, las alianzas, el ejército y las ciudades.

     Sobre La medida en la disposición de los medios, conocer la habilidad de invencibilidad y conocer los defectos del enemigo para poder derrotarlo en su momento más débil, la victoria puede ser percibida pero no fabricada. Así que, es importante conocer los defectos del adversario. En este sentido hay que preparar a los comandantes para que establezcan una buena base de defensa y que no cometan errores a esto se le llama el camino y sus leyes, Existen cinco reglas militares medición, valoración, cálculo, comparación y victoria.

     Sobre la firmeza, todo buen líder es capaz de vencer al enemigo si crea una percepción favorable para su ejército. Solo hay dos clases de ataques en la batalla el extraordinario por sorpresa y el directo ordinario, el combatiente inteligente consigue su victoria sin recurrir a la fuerza. De este modo, se debe fingir desorden para distraer a los adversarios. Sin embargo, para conseguir despistar al enemigo, antes hay que planear un orden. Solo así se puede crear un desorden artificial. Al igual que si se quiere fingir cobardía primero hay que conocer la valentía y, si se pretende aparentar debilidad, antes hay que conocer la fuerza. Ímpetu perfección es decir que incluso el tímido se vuelve valiente y cuando se pierde la fuerza del ímpetu incluso el valiente se convierte en tímido.

     Sobre Lo lleno y lo vacío, un buen guerrero se anticipa al campo de batalla, solo de esta forma sus combatientes estarán en una posición descansada, mientras que los adversarios llegarán agotados. En la guerra hay que ser sutil, discreto y silencioso e intentar aparecer en los lugares críticos para atacar al adversario donde menos se lo espere. El ejército debe aprovechar cualquier momento de debilidad del enemigo como una oportunidad para atacar. En una batalla solo será capaz de vencer aquel que tenga una aptitud favorable al cambio y pueda adaptarse al enemigo, ya que en un conflicto no hay circunstancias fijas y permanentes.        

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