Weber Max, Sobre La Teoría De Las Ciencias Sociales.
Nishikido10 de Octubre de 2012
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Weber Max, Sobre la teoría de las ciencias sociales.
INDICE
Introducción --------------------------------------------------------------------------------Pag.2
El conocimiento objetivo de las ciencias y las políticas sociales I -----------Pag.4
El conocimiento objetivo de las ciencias y las políticas sociales II -----------Pag.6
Significado de la “Libertad de valorización” en las ciencias sociológicas y económicas --------------------------------------------------------------------------------Pag.10
Sobre la teoría de las ciencias sociales en México 2012 ----------------------Pag.12
Sobre la teoría de las ciencias sociales y Trabajo Social----------------------Pag.13
Conclusión/Critica------------------------------------------------------------------------Pag.14
Bibliografía ---------------------------------------------------------------------------------Pag.14
INTRODUCCIÓN
Cuando sale una revista de ciencias sociales especialmente de política social, o en una revista se modifica su cuerpo de redacción, normalmente se suele formular una primera pregunta: ¿Cuál es su tendencia?.... Se origina un interés general a la problemática que se plantea de manera natural , particularmente ¿ a quién va dirigido dicho problema?, ¿Cuáles son sus propósitos?, ¿Cuáles fueron los método y las técnicas empleadas ?,¿Qué ciencias sociales y naturales participan ? y principalmente ¿Cómo se resolverá dicha problemática?....
En este ensayo se presenta un breve análisis de The Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik (Los Archivos de Ciencias Sociales y Bienestar Social) fue una revista académica de la ciencias sociales en Alemania entre 1888 y 1933. Sus primeros redactores fueron Edgar Jaffé, Werner Sombart y Max Weber . Este último publicó su ensayo seminal La ética protestante y el espíritu del capitalismo en la revista en dos partes en 1904 y 1905. En 1933, la revista dejó de publicarse, en ella se publicaron grandes artículos en relación a las ciencias sociales.
Surgió en un momento en que los problemas prácticos concretos de la “cuestión obrera”, en la aceptación proverbial del vocablo, se encontraban en el primer plano de la investigación científico social, representando una disciplina empírica, en donde el empeño de una ciencia experimental nunca podrá ser el establecimiento de normas e ideales, con objeto de deducir de ellos unas fórmulas para la praxis. Tratando toda materia de estudio en un contorno económico-social.
Sus propósitos han sido desde siempre los de constituir una revista exclusivamente científica, elaborada solo con medios de la investigación científica.
El The Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik no ha sido hasta ahora, ni lo será nunca, una tribuna en la que se polemice contra determinados partidos políticos o políticos-sociales, y tampoco habría de permitir la práctica del proselitismo a favor o en contra de ideales políticos o político-sociales.
Las funciones esenciales de toda ciencia de la vida cultural humana consiste en predisponer el intelecto a la comprensión de tales “ideas”, para las cuales se ha luchado y se sigue haciendo, así sea real o aparentemente.
Ello no franquea los límites de una ciencia cuya aspiración es el “orden racional de la realidad empírica”. La ciencia empírica no es capaz de instruir a nadie acerca de lo que “debe”, antes bien del “puede” y en especiales circunstancias lo que “quiere”.
La fuerza histórica de las ideas ha tenido y sigue teniendo una importancia tan grande a favor de la vida social.
Es así como tenemos que el estudio científico de los juicios de valor no sólo pretende que se comprendan y que revivan los fines propuestos y los ideales en que se fundan, primordialmente se empeña en instruir como “enjuiciar” dentro de la crítica, en la inteligencia de ésta, naturalmente no puede tener más que un carácter dialectico, es decir únicamente un juicio lógico-formal de los elementos existentes en juicios de valor destacados, las ideas históricamente dadas, es un examen a los ideales frente a la carencia de contradicción interior de aquello que ha sido propuesto. La crítica puede ser una ayuda para la persona tenaz en la reflexión.
Igualmente cierto que justo los recursos mas íntimos de la “personalidad”, así como los juicios máximos y últimos, de valor que determinan nuestro proceder y dan sentido e importancia a nuestra vida, son percibidos por nosotros como algo “objetivamente” valioso. La dignificación de la “personalidad” estriba en el hecho de que para ella concurren ciertos valores a los cuales relaciona su propia vida. Dichos valores se encontraran, excepcionalmente, y solo dentro del marco de la propia individualidad, la “entrega” por completo a esos intereses para los cuales reivindicara la significación de los valores, transformándolos en ideas de calidad referencial.
Nuestras ideologías transmitidas a nuestras ciencias, acostumbran a intervenir de modo interrumpido en la argumentación científica, contaminándola continuamente y la inducen a evaluar, de diferentes maneras el peso de los argumentos científicos, hasta en el ámbito del establecimiento de relaciones casuales simples de hechos, según sea que el resultado disminuya o incremente las posibilidades de los ideales personales, es decir la posibilidad de pretender algo en concreto.
En los siguientes capítulos de este ensayo, nos adentraremos a las ideas dadas en The Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, encontrando las posiciones a favor y en contra, las técnicas usadas en el área de las ciencias sociales y naturales obteniendo como se logra el conocimiento de estas y la manera en que se transmiten al ser social.
A continuación unas citas de reflexión de uno de los más grandes sociólogos - politicologos: Max Weber.
"La creencia en el valor de la verdad científica no procede de la naturaleza, sino que es producto de determinadas culturas."
“El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones.”
EL CONOCIMIENTO OBJETIVO DE LAS CIENCIAS Y LA POLITICA SOCIALES I
Nuestras ciencias (exceptuando tal vez la historia política) que tienen por objeto las instituciones y los acontecimientos culturales del hombre, se originaron históricamente de reflexiones practicas. Su primer (en un principio) fue la formulación de unos juicios de valor respecto a la aceptación, por parte del Estado, en especificas medidas de política económica, esto era un “técnica”, en donde la diferencia del principio del “ente” y del “debe ser”, enfrentándose a la idea de que los fenómenos económicos los regían siempre unas inalterables leyes naturales; en un segundo lugar, el parecer de un principio de desarrollo univoco era el que los regia.
El “debe ser” coincidencia con el inalterable “devenir”. Ante el adviento del sentido histórico, las ciencias quedaron sometidas debido a una combinación de evolucionismo ético y de relativismo histórico.
Nos sujetamos únicamente al hecho de que en la actualidad aún no haya desaparecido, la economía política genera y debe generar juicios de valor, partiendo de una ideología “económica” de manera específica.
Todo análisis reflexivo en derredor a los elementos últimos de la actividad del hombre se encuentra ligado en principio a las categorías de “fin” y de los “medios”. Lo más accesible (para la realización del análisis), en modo directo es un estudio científico, interrogando la idoneidad de los medios frente a unos fines estipulados. Nadie a responsable conciencia es capaz de abstenerse en sopesar el fin y las consecuencias de su acción.
En el deber político de la practica puede ser tanto la conciliación entre la pugna de pareceres, como el hecho de tomar partido, por uno de ellos. En esto no tiene nada que ver la “objetividad científica”, ya que la “línea centralista”, no es una verdad científica que los ideales de los partidos más extremistas sean de derecha o de izquierda, en el proceder del tiempo la ciencia se resiste al máximum donde hay quien se niega a ver los hechos perturbadora y las realidades de la existencia propia.
Mediante la síntesis o el corte diagonal por los puntos de vista de varios partidos pueden llegar a ser la consecución de unas normas prácticas de validez científica, teniendo el hábito de arropar a sus propias escalas de valor de forma realista, resulta excesivamente más arriesgada la imparcialidad de la investigación, que al modo antiguo de la “demostración”.
Es aquí en donde las ciencias intervienen para la capacidad de distinción, reconocimiento y el juzgar, cumpliendo con su objetivo, y no solamente como deber científico, si no para la mostración de los hechos reales. Dejando claro que nunca habrá una diferencia insuperable entre la argumentación que converge hacia nuestro sentimiento y a nuestra capacidad de adhesión fervora a finalidades practicas determinadas o por otras formas en contenidos culturales, aquella que va directa a nuestra conciencia, en donde se pone entredicho la validez de normas éticas, o en aquellas que se dirige a nuestra capacidad y urgencia de ordenar racionalmente la realidad empírica, con la aspiración de dejar establecida la validez, como verdad empírica.
Esto es lo busca una revista científico-social, que podamos entender que la
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