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Síntesis Balashov


Enviado por   •  13 de Abril de 2023  •  Síntesis  •  2.436 Palabras (10 Páginas)  •  28 Visitas

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Tema: INTERACCIÓN ENTRE ARTRÓPODOS CHUPADORES DE SANGRE        Y SUS ANFITRIONES Y SU INFLUENCIA SOBRE EL POTENCIAL VECTORIAL. - Balashov

https://www.studocu.com/co/document/universidad-del-valle-colombia/educacion-en-salud/1 984-balashov-arthropodsenes-traducido/27644950

INTRODUCCIÓN

La importancia de los vectores artrópodos en infecciones transmisibles, para su estudio se debe tener en cuenta las características internas del vector que ayuden al desarrollo del patógeno hasta llegar al estadio infectivo, además de analizar la relación entre el el vector y el huésped. Principalmente se estudiaba el daño entre ectoparásitos y chupa sangre hacia animales domésticos, de experimentación y humanos, dejando a un lado la relación de estos frente a animales salvajes y su respuesta inmunológica y comportamientos defensivo del huésped hacia los artrópodos. Beklemishev fue el primero en analizar en detalle las relaciones huésped-parásito entre insectos, garrapatas y ácaros y los vertebrados terrestres.

LA EVOLUCIÓN DE LAS ASOCIACIONES DE ARTRÓPODOS Y VERTEBRADOS

Tijeretas, piojos mordedores y chupadores, chinches, pulgas, moscas mordedoras, polillas, escarabajos, y entre los Acari, garrapatas y muchas familias de ácaros tienen una relación en común, todos o en su mayoria tienen en comun asociaciones parasitarias con vertebrados terrestres

Además, se ve una relación entre algunos patógenos que solo se transmiten por insectos, garrapatas o ácaros que se alimentan de sangre, linfa o exudado inflamatorio o Algunas moscas picadoras, pulgas, chinches garrapatas duras y blandas, Gamasina y larvas de Trombiculidae son vectores de arbovirus y rickettsias, algunas bacterias, protozoos patógenos y nematodos filarioidea. Por otro lado, se puede observar que existe una relación entre determinadas familias de insectos, garrapatas y ácaros y ciertos grupos taxonómicos de patógenos, y que existe una incapacidad correspondiente para transmitir representantes de otros grupos.

Los huéspedes de artrópodos chupadores de sangre son los mamíferos, las aves, los reptiles y, en raras ocasiones, los anfibios. La mayoría de los insectos y ácaros se alimentan de miembros de las dos primeras clases. Una excepción es la alimentación del mosquito Uranotaenia lateralis en el pez anfibio Periophthalmus. También hay combinaciones de hematofagia de vertebrados con entomofagia en algunos parásitos facultativos, por ejemplo ciertos Gamasina y Reduviidae.

Aunque los vectores pertenecen a diferentes grupos taxonómicos de Arthropoda, todos tienen en común alguna relación consistente con los vertebrados receptores o donantes de patógenos, y estas relaciones son en cierto grado parasitarias. En la formación y desarrollo del parasitismo han sido más significativos dos tipos de relaciones biocenóticas: tróficas y espaciales. El origen del parasitismo en los artrópodos terrestres se desarrolló a través de dos vías independientes, la primera vía se basa en la integración del nidicole al huésped vertebrado, hasta el punto de usar las partes vivas como muertas del vertebrado, esta fue probablemente la vía evolutiva que siguieron los antepasados de Anoplura-Mallophaga, Siphonaptera, Hemiptera, la mayoría de Acari y algunos dípteros. Una vía distinta a la

nidicola sustenta como la foresis fue una forma de transición al ectoparasitismo en algunos ácaros del suelo y ácaros de la cama de Acaridae, La fijación de los ácaros al pelo o las plumas fue cambiando hacia la piel de los vertebrados. El paso final en esta tendencia evolutiva fue el parasitismo tisular obligatorio de hipopi, acompañado de afagia en todas las demás etapas de desarrollo, como se describe en el ácaro Hypodectes propus, un parásito de las palomas.

En la segunda vía principal, la transición al parasitismo en insectos aéreos altamente móviles parece haberse dado principalmente por la transformación de las relaciones tróficas facultativas con los vertebrados (coprofagia, mucofagia, hematofagia) en hematofagia obligatoria.

Una o varias características de una asociación artrópodo-vertebrada no constituyen necesariamente parasitismo. Este último surge sólo si los socios están al menos vinculados por asociaciones tróficas o espaciales, de lo contrario podemos estar observando solo diferentes etapas desde la existencia de vida libre hasta el parasitismo. Muchos grupos taxonómicos de vectores se unen a huéspedes que son principalmente una fuente de alimento (la mayoría de los dípteros hematófagos); otros pasan solo una parte de su vida en el cuerpo de su huésped (Ixodidae, Trombiculidae, Siphonaptera). Por lo tanto, el término "parásito" en el sentido estricto sólo debe aplicarse a las formas que poseen todas las características esenciales de esta categoría ecológica. Entre los vectores, solo Anoplura tiene todos los atributos de los parásitos, mientras que en otros taxones superiores estos atributos están incompletos. Es particularmente difícil distinguir entre parásitos y micro predadores. En particular, los mosquitos, las moscas negras, los mosquitos, los tábanos, las moscas   de los ciervos y los flebotomos, que son vectores importantes, pueden denominarse formas hematófagas de vida libre y considerarse cercanos a los organismos parásitos. Sin embargo, hay razones para referirlos a un grupo separado de micro predadores (que también incluye a los murciélagos vampiros) o incluso a nectarófagos que también se alimentan de sangre. Por el contrario, muchos ácaros gamasina y triatominos pueden alimentarse de otros artrópodos, es decir, pueden verse tanto como chupasangres que excavan madrigueras como entomófagos depredadores.

Resumen: los artrópodos no son “parásitos” :v

CLASIFICACIÓN DE LAS RELACIONES HUÉSPED-PARÁSITO

Existen categorías basadas en el tiempo (temporal y permanente) y el hábitat (ectoparásitos y endoparásitos; habitan en la superficie de la piel o excavando en la piel) pero parecían insuficientes para distinguir todos los grupos existentes. Por lo tanto al estimar el grado de implicación de su ciclo vital en relaciones parasitarias y la alternancia

entre existencia libre y parasitaria, hablamos de parasitismo de fase.

Los parásitos permanentes comprenden sólo unos pocos insectos y ácaros (piojos); los parásitos temporales como las garrapatas y algunas moscas que permanecen durante cierto periodo de tiempo en el huésped se denominan parásitos verdaderos y su desarrollo posterior en el hábitat externo depende del suministro de nutrientes acumulado cuando se encontrada en el huésped (pueden ser aphagous - no comen), usualmente lo que hacen estos parásitos es cambiar de huésped para continuar “parasitando”.

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