Uso de la vitamina D en el tratamiento del Covid

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INTRODUCCIÓN

El COVID-19 ha generado la pandemia más grande de la humanidad afecta a más de mil millones de personas en el mundo, siendo la principal amenaza para sanitaria en todos los países, producida por el virus SARS-CoV-2 se caracteriza por provocar el Síndrome respiratorio agudo y una posible muerte (1,2).  

La vitamina D es una hormona esteroidea producida por la exposición al sol (los rayos UV) y al ingerir alimentos o suplementos de esta vitamina. Esta vitamina es fundamental para la salud ósea sin importar la etapa de vida (2,3).  La vitamina D tiene función de controlar las cantidades de calcio en la sangre, aumentar la absorción de calcio en el intestino y reducir la cantidad de calcio excretada en la orina (4).  En esta investigación analizaremos el papel de la vitamina D en la prevención y tratamiento del COVID-19.  También se investigará el efecto de la vitamina D en las infecciones respiratorias. La vitamina D ha demostrado una eficacia en la utilidad para prevenir infecciones respiratorias y neumonía ya que la vitamina D tiene cumple con funciones inmunomoduladores, aumenta la secreción de péptidos antivirales, aumenta la indemnidad del epitelio respiratorio, favorece a la homeostasis,  y  participa en la regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, además cumple con un rol facilitador de la inmunocompetencia de la inmunidad innata como la adquirida (5,2,3). El Sars-CoV-2 utiliza la enzima convertidora de angiotensina como receptor en el sistema respiratorio y en la zona abdominal, que puede producir un exceso de citocinas y provocar una complicación pulmonar aguda (2).

 La deficiencia de la vitamina D y las infecciones sistemáticas se han demostrado que existe un vínculo, esto se debe que la vitamina D cumple algunas funciones metabólicas (2).   Se ha encontrado que en grupos de riesgo a la deficiencia de vitamina D, principalmente ancianos, personas obesas y con un desorden metabólico son más propensos a padecer con mayor gravedad enfermedades infecciosas respiratorias y una mayor tasa de mortalidad, sin embargo, no se considera un factor de alto riesgo en el COVID-19 grave (3). Se describirá las ventajas y desventajas del uso de la vitamina D durante el desarrollo de la enfermedad de COVID-19.

La búsqueda de la literatura se la hizo en las siguientes bases de datos: PubMed, Elsevier y Google Scholar. Las citaciones y bibliografías se la realizo con el gestor por defecto de Word en normas Vancouver.

DESARROLLO

La vitamina D es un grupo de vitaminas, en ella se encuentran la vitamina D2 que procede de las plantas y la D3 cuyo origen es en los tejidos animales, estas son farmacológicamente inactivas sin embrago tienden a activarse en órganos como el hígado a 25 hidroxivitamina y los riñones a1α-hidroxilasa, esto se debe a el proceso de hidroxilación. Una de las fuentes de vitamina D es la luz UVB que sintetiza D3 en nuestra piel,  procede también esta vitamina de productos de origen animal como el pescado azul, las carnes rojas, hígado, yemas de huevo entre otros alimentos. (3)

 La deficiencia de esta vitamina es muy común, más aun en épocas de invierno afectando a bebes y niños (< 4 años), mujeres embarazadas, adultos mayores, personas que no se exponen al sol frecuentemente y a aquellas que tienen la piel oscura, esta deficiencia forma parte de un aumento de riesgo ante enfermedades virales respiratorias agudas.  (3,4)

Existe las evidencia in vitro en relación a la vitamina D, que se involucra en las respuestas de las células inmunitarias contra virus o bacterias. Se ha llegado a pensar que aquellas personas cuyo nivel  es bajo de vitamina D en el suero, tienen a sufrir la infección. Por ejemplo las personas con enfermedad crónica, edad avanzada y persona de ascendencia negra. (3)

 Se considera que la vitamina D debería actuar como un complemento para prevenir y disminuir el daño causado  por el COVID-19, debido a que la VD tiene acciones antivirales, antiinflamatorias y protege a los pulmones. La VD sigue un proceso en contra del COVID-19, ya que este tiende a favorecer la unión estrecha y la capacidad de adherirse del epitelio respiratorio, además favorece la capacidad de fagocitar de los macrófagos, elimina los agentes de infección y bloquea la viralidad de la célula debido a que el virus del COVID-19 tiene una respuesta excesiva de inflamación y no da respuesta a la inmunidad, así mismo la VD controla la producción de péptido antimicrobianos de manera que fortifica la funcionalidad de las células epiteliales pulmonares ante infecciones como el COVID-19. (4)

Raharusun y Col. realizaron estudios a 780 pacientes que tenían COVID-19, los resultados que se obtuvieron fueron: el 23% poseía niveles de deficiencia, el 49,7% obtuvo niveles normales en relación a la vitamina D, por otra parte la mortalidad de los pacientes que tenían insuficiencia y deficiencia de VD arrojó  un resultado del 98,9 y 87,8%. (4)

La relacion entra la vitamina D y el sistema inmune fue observaba cuando las células presentadoras de antígenos (macrófagos y células dendríticas) sintetizaron la forma activa de vitamina D que es 1,25 (OH) 2 D a partir de su precursor 25-OHD por medio CYP27B1 (enzima). La expresión de CYP27B1 y la síntesis de la forma activa de la vitamina D son esenciales en el desarrollo de macrofagos y células dendríticas (6)

Los epitelios también expresan esta enzima, estos actúan frente a que activan el sistema inmunológico innato para activar las células presentadoras de antígenos, produciendo neutrófilos y células T en el sitio de la infección. Si se presente deficiencia de vitamina D, habría menos 25-OHD para sintetizar 1,25 (OH) 2 D, causando un deterioro de la función inmunitaria innata. La importancia de esta vitamina en el sistema inmune es la disponibilidad de 25-hidroxivitamina D, la acción de la enzima 1α-hidroxilasa frente a patógenos invasores y la estimulación de 1,25-dihidroxivitamina D, forma actica de la vitamina D en tejidos diana del sistema inmune (7).

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