Análisis De Las Películas: The Adventures Of Baron Munchausen, Brazil, Micmacs à Tire-larigot Y El Estudiante

Análisis de las películas: The Adventures of Baron Munchausen, Brazil, Micmacs à tire-larigot y El Estudiante · Lectura, imaginación y creatividad

El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.

Una de las acepciones que da el Diccionario del Español de México a la palabra lectura es: interpretación del sentido de un texto o de algunos de los signos que contiene, particularmente cuando se comparan sus variantes.

La imaginación es definida como la facultad de los seres humanos para imaginar. Ser una idea falsa y sin relación con la realidad, o ser tu fantasía.

Y la creatividad, es someramente definida como la capacidad o habilidad para crear.

Las tres definiciones nos hablan de las habilidades inherentes del ser humano, vienen incluidas en el “paquete” que se nos da al nacer. Son habilidades que se pueden desarrollar y ejercitar.

¿Dónde podemos ver estas habilidades en las películas vistas en clase?

A mi parecer la película Las aventuras del barón Münchausen muestra en mayor grado lo que sería la imaginación. Él mismo inventaba su historia y la contaba como si él hubiese sido un gran héroe militar. Sin embargo pasó a la historia como un mentiroso compulsivo y exagerado.

Aunque pensándolo bien, ¿que hazaña militar ha pasado a la historia tan pura como sucedió?, pensemos un poco en la historia de México… quién en su sano juicio se lanzaría de la azotea de su escuela con una bandera enrollada al cuerpo, o cargaría parte de un techo derrumbado en su espalda para prenderle fuego a un edificio. Me parece que todos hemos escuchado historias nacionalistas llenas de imaginación, que exaltan en demasía a un personaje con el fin de crear en una sociedad esa sensación de orgullo y pertenencia.

Pero una cosa contar una historia ensalzada con fines nacionalistas y otra es contar que derrotaste a un dragón de tres cabezas, o volaste por los aires sobre una bala de cañón además de haber volado a la luna. Es este aspecto que me hace reflexionar acerca que qué tan sano es el crear historias como “realidades alternas”, ¿cuál es la diferencia entre contar una historia ficticia, mentir y ser mitómano? Y trato de responderme al decir que contar una historia tendría como fin el impresionar al receptor de la información (sea una película, libro, narración oral, etcétera.), como cuando se le cuenta una leyenda a un niño, o un adolescente que lee un libro de ciencia ficción. Mentir tiene una base parecida a la anterior, sin embargo su fin último es evitar lo que se teme, o causar mal a un tercero. Pero, a diferencia de la mitomanía, en los dos anteriores se tiene conciencia de que lo que se dice, no es verdad, o lo es hasta cierto punto. Los mitómanos simplemente toman como si fueran verdad las mentiras que ellos mismos inventan.

Es posible que el barón de Münchausen, haya padecido de mitomanía o incluso de delirio de grandeza. A fin de cuentas es conocido por literatura, cine y aún por el síndrome Münchausen (una alteración psicológica en la que el paciente puede llegar a límites extremos para llamar la atención).

En el caso de la película Brasil, honestamente no fue de mi total agrado, la historia se presenta de manera bastante extraña, los personajes y las situaciones al menos a mí me causaron angustia y desesperación, literalmente deseaba que la película terminara por fin entre una de sus secuencias que parecían finales. Cuando por fin aparecen los créditos en pantalla, el espectador se encuentra totalmente confundido. Llega el momento en que la línea que separa lo verosímil de lo inverosímil desaparece.

A pesar de todo el espectador se puede identificar con el protagonista Sam Lowry, al ver todo lo que tiene que hacer para conseguir lo que uno desea, la lucha eterna contra el sistema, los agotadores trámites burocráticos y la decadente sociedad que se desarrolla actualmente. Es en verdad frustrante cómo se desarrolla la vida de Sam, cuando parece que ha sido ascendido en su trabajo, en realidad lo encierran en un pequeño cubículo que comparte escritorio con su vecino. O cuando quiere arreglar la tubería de su departamento, tiene que cumplir con una serie de trámites burocráticos y lidiar con un par de trabajadores insoportables.

Es interesante cómo a veces nosotros mismos nos encontramos en la misma situación al hacer algún trámite de gobierno, como el sistema está corrompido y nos gobiernan seres insólitos. Definitivamente vivimos en una distopía, donde todo parece que va en contra de lo deseado.

Hay escenas que resultan muy interesantes, como aquella donde hay una explosión en un restaurante y varias personas resultan heridas; sin embargo los músicos del restaurante comienzan a tocar, y los trabajadores cubren la escena con biombos, lo peor de todo es que los mismos comensales actúan como si nada hubiese pasado. Otra serie de escenas que resultan extrañas es cómo la madre de Sam está obsesionada con verse más joven sometiéndose a ridículas cirugías estéticas. Que terminan por hacerla irreconocible ante los ojos de su propio hijo. Es aquí donde también se puede ver la imaginación y la creatividad del ser humano; se busca la manera de aparentar menos edad usando tratamientos faciales, tiñéndose el cabello y realizándose

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