Análisis de la película "Escritores de la Libertad"

Análisis de la película “Escritores de la libertad”

Introducción

     Los escritores de la libertad, una película que sin duda alguna, causa un tsunami de emociónes sin distinguir tu sexo, raza o género, el filme nos ubica en los Angeles en el año de 1992, y nos narra un poco sobre una realidad que viven  muchos adolescentes en la actualidad, quienes son arrastrados al mundo de las calles, la drogadiccion, las armas y las guerras de pandilladas, marginacion racial, bullying y vilencia, entre otras cosas; se nos muestra que los alumnos que asisten a la preparatoria Woodrow Wilson de Long Beach pertenecen al amplio grupo étnico que conforman la población de estados unidos, esto debido a un “programa de integración voluntaria” que consistia en hacer que escuelas de personas blancas acepten a todo tipo de estudiantes, entre ellos podemos encontrar asiáticos, latinos, afroamericanas, etc. La protagonista de esta historia es la nueva maestra Erin Gruwell quien llegó para impartir clases de inglés a los alumnos del aula 203, la peor aula de la escuela y quienes menor probabilidad tenían de graduarse, y a quienes más despreciaba la administración,  el director y los docentes de esta, quienes están en ella desde antes de la reforma (cuando a la escuela asistían jóvenes blancos), pues debido a esto se ve amenazado su espacio de trabajo y el prestigio de la institución.

Desarrollo

     El aula 203, este salón de clases resulta ser lo que son muchos salones de clase en la actualidad: un real campo de batalla, en donde son los mismos estudiantes quienes se encuentran divididos en diversas tribus urbanas o por razas, y se han “declarado la guerra” los unos a los otros. En este grupo, “el aula 203”, se encuentran aquellos estudiantes de los cuales no se espera que tengan ningún tipo de superación académica, de quienes se espera lo peor ya que son mantenidos en el sistema de educación gracias a un programa de enseñanza que trata de integrar jóvenes que se mantienen allí bajo la amenaza de otras instituciones de colocarlos en el penal o el reformatorio. En el aula 203, observamos todo tipo de problemática: está dividido en grupos minoritarios, hay problemas de aprendizaje por parte de los estudiantes por ejemplo algunos leen como niños de quinto grado, hay problemas de autoestima, problemas de desintegración familiar, muchos alumnos carecen de un techo, o vivienda digna, hay problemas emocionales, una normativa académica contradictoria que los “incluye” pero a la vez los “excluye”, y los consideran incapaces de aprender negándoles mejores programas educativos y hasta los libros por miedo a que los rompan, el programa académico no se adecua a estos adolescentes quienes ven en estas clases magistrales una obligación y no una oportunidad para cambiar y salir del odio y la violencia en que se encuentran sumergidos, las relaciones entre los profesores y los alumnos se encuentran sumamente deterioradas al grado de ser considerados enemigos de los alumnos.

Aquí la profesora Gruwell, nuestra querida protagonista, se topa con un ambiente hostil no sólo de parte de su grupo de estudiantes sino que además no recibe apoyo de sus superiores ni colegas, quienes llegan a considerar que todos sus esfuerzos son una pérdida de tiempo para ella, pero la profesora Erin por su parte hace uso de algunas estrategias educativas. primero para unir al grupo entre ellos, por ejemplo de esto, mediante el juego de la línea, en el que les pregunta a sus alumnos diversas cosas, empezando por cosas simples hasta llegar temas más profundos y delicados, como pérdidas de amigos o familiares en tiroteos, si vienen de familias desintegradas o si sufrieron por padres abusivos, de esta manera los hace conscientes de que lejos de tener diferencias ellos tienen semejanzas y similitudes porque su sufrimiento lo conoce su otro compañero quien lo ha vivido también en carne propia. Además la profesora Gruwell hace uso de un paradigma que podríamos decir que es el Humanista, ella ve que la única manera de cambiar para bien a estos alumnos es “poniéndose en sus zapatos”, comprendiendo el dolor y la batalla que libran cada día, y ve en esta estrategia educativa lo fundamental para poder llegar a su corazón y abrir de esta manera el terreno para el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos; de esta manera se le ocurre la idea de regalarles un diario para que ellos escriban lo que deseen: poemas, canciones, vivencias personales, preocupaciones, todo aquello que desearían contar a alguien y que no pueden por miedo, por que deben demostrar que son fuertes, todo esto con la promesa de que ella solamente los leerá si ellos así lo permiten, además de que ella no los calificará, ni juzgará, pues “la verdad no merece una A o una C, es simplemente la verdad”, de esta manera habilita un armario con llave en cual pueden dejar el diario para que ella lo lea si así lo desean.  Al implementar esta estrategia se da cuenta de que funciona porque ellos se sienten por primera vez personas importantes y son escuchados, al abrirle los estudiantes el corazón, ella puede entender cómo han sido sus vidas y usar esto como la base del aprendizaje, ella parte de este marco para mirar, interpretarlo y así intervenir sobre él para ayudar a sus alumnos a buscar por ellos mismos el aprendizaje, hacerlos ver que tienen una gran oportunidad enfrente y que deben aprovecharla.

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