El Secreto De Sus Ojos

El secreto de sus ojos

Dicen que las más grandes historias hablan sobre el amor y tal vez me arriesgo demasiado, sobretodo porque este film tiene una clara estructura de policial negro, pero a mí entender, esta y todas las películas de Campanella tienen como centro el conflicto amoroso. En este film en particular no está la excepción a la regla y Campanella nos cuenta una historia de amor, una vez más, pero en términos de conflictos que provocan lo que nunca se animaron a expresar. Contra la pulsión que generan las pasiones y sus frustraciones a través del tiempo y en un contexto histórico concreto como fueron aquel particular año teñido de lopezrreguismo. Más allá de la clásica historia de amor que está interpretada en este caso por los personajes de Benjamín Espósito e Irene Menéndez Hastings. Una de las incógnitas al misterio de encontrar a un asesino, es revelada mediante una emocionante definición sobre la pasión, emoción ligada sin duda alguna al amor, de ahí en más, un plano secuencia comienza con un travelling elevando su cámara por sobre una cancha donde transcurre un partido de fútbol, donde se ve explícitamente sobre lo que los personajes hablan.

Campanella construye un relato con enorme simpleza, pero no por eso sencillo, donde el espíritu de la historia se halla tras los ojos y miradas de los personajes de la película, que ocultan pasiones sin poder negarlas. Con una variedad de amores para todos los gustos, amores que destruyen, amores muertos, amores que emocionan, amores valientes, reprimidos y secretos. Todos los personajes a merced del amor, dónde queda demostrado que ese sentimiento puede producir algo hermoso y algo horrible al mismo tiempo.

El comienzo del film está conformado por tres secuencias claves que sustentan esta idea del amor. La primera escena es la despedida de dos personas, un momento romántico, que nos da la sensación de que no quieren separarse. Con una puesta en escena que acompaña los sentimientos de ambos personajes, donde no sabemos si es algo real o la reconstrucción que alguien tiene en su memoria. En la segunda escena vemos desayunando a una pareja feliz, que comparte un momento simple y perfecto. Con una puesta en escena muy diferente a la anterior, más naturalista y una iluminación más clásica y hasta inocente teniendo en cuenta la última de estas tres escenas que dan comienzo al film, en ella, también protagonizada por un hombre y una mujer, podemos ver un violento ataque sexual. Esta escena es muy violenta y está filmada con una cámara que se mueve dando una sensación de desesperación e intranquilidad y elocuentemente parece una elaboración de un recuerdo.

Estas escenas que no están unidas entre sí por el montaje, sí los están por un hombre que las escribe. De este modo se nos presenta al personaje de Benjamín Espósito, una figura solitaria que vemos tratando de entender aquello que habita en su ser y que no puede ser articulado en forma de escritura. En relación al género policial negro, este personaje cumpliría el rol del Detective Hardboiled, donde una de sus ramas sería ese modelo de detective que puede estar caracterizado por un periodista o un abogado, etc., a modo de agente investigador. El cual va a luchar por los valores, por una razón social para el bien de todos, por una sociedad menos corrupta. Un personaje que se vuelve víctima de la sociedad, donde en muchos casos para llegar a la verdad, se posiciona del otro lado de la ley. Siempre queda atrapado por la mujer fatal y se involucra personalmente en el caso. Características que describen sin duda alguna al personaje de Espósito. Su indignación al enterarse que el Dr. Romano detuvo a dos “perejiles” para cerrar el caso; su entrometida junto a Sandoval, en la casa de la madre de Gómez, aunque el juez no se lo hubiese permitido, destacando ese rasgo de ambigüedad que caracteriza a este género, además de todos los recuerdos e imágenes que están caracterizadas por esa ambigüedad en la representación; su amor nunca confesado hacia Irene, hasta esa casi obsesión por descubrir al asesino de Liliana Coloto, quedando completamente involucrado en el caso. Un detalle que sí difiere a esta caracterización es la figura de la mujer fatal. En este film el personaje de Irene no tiene los rasgos característicos de una mujer fatal en un sentido estricto, ya que en el policial negro clásico es presentada como una seductora y manipuladora del rol masculino, cuyos motivos y lealtad no son muy claros. En este film sí tenemos a una mujer rodeada de hombres, característica que comparten, pero con fines y rasgos muy diferentes y con el atributo que se destaca en la sutileza de los rojos que la rodean, como símbolo de esa pasión por ella que reprime Espósito pero que está siempre latente, devenidos en un blanco de novia hacia el final. Este personaje puede funcionar como ayudante, según el sistema de Greimas, al igual que Sandoval, la figura del amigo de nuestro detective, que lo acompaña en todo momento, incluso cuando Benjamín frecuenta las “afueras” de la ley. Cumpliendo como oponentes tenemos a los personajes del Dr. Romano y el Juez Fortuna Lacalle. Donde el objeto de deseo de nuestro sujeto, Benjamín, está representado por la figura del amor de Irene y por el deseo de atrapar a Gómez.

Si tenemos en cuenta que el policial negro se caracteriza principalmente por la realización de un crimen ligado a un hecho de violencia, El secreto de sus ojos, encaja perfectamente en este esquema clásico. Si bien el estilo más característico del cine negro está representado por la nocturnidad, tal vez no lo sea en esta película en su totalidad. Pero sí podemos ver esta característica en el ámbito más personal de Benjamín, su casa. Una densidad inunda el espacio, lograda principalmente por la turbiedad que crea el humo de los cigarrillos que él fuma. Instaurando una atmósfera cargada, con las cortinas y persianas cerradas, solo iluminando su alrededor con algunas lámparas de escritorio.

Hay además dos escenas claves que se desarrollan con este estilo nocturno. Cuando asesinan a Sandoval, justamente en la casa de Espósito, donde el sonido, que en este género es utilizado para producir el sentido estético de la violencia, es representado por los tiros que en medio del silencio de la noche atraviesan a Sandoval. Característica también utilizada en la escena de la violación de Liliana, cuando con sus gritos intenta escapar de esa desesperante y tortuosa situación que termina con su vida. Para concluir con un Espósito que descubre a Morales teniendo cautivo a Gómez en el fondo de su casa, una escena donde la nocturnidad se vuelve a hacer presente, alojando de este modo a Benjamín, Gómez y Morales en un espacio oscuro, alejado y oculto. Sin dejar de observar la nocturnidad, elegida por Campanella, del partido

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