En el Puente de las Brisas
Enviado por kamilalessandra • 29 de Octubre de 2015 • Ensayos • 2.097 Palabras (9 Páginas) • 117 Visitas
Título: En el Puente de las Brisas
Autor: Fabián Choque
Personajes:
Pedro (El Esposo)
Yali (La esposa)
El mensajero
La guía
Los Turistas
Primer Acto
(Yali se encuentra sentada en su sala tejiendo. De pronto, llega Pedro por detrás y sorpresivamente, le da un beso en la mejilla. Ella salta de la impresión y voltea rápidamente).
Pedro: Muac
Yali: ¡Ay! ¡Pedro, amor!
Pedro: Ni con una expresión de asombro, se altera tu graciosa hermosura. Muy buenos días, “mi bella dama”. (La sigue mirando muy sonriente).
Yali: Muy buenos días tengas tú también, (Lo ve de la misma manera) “mi guapo caballero”, ¿Cómo amaneciste?
Pedro: Feliz de saber que tengo un día más para contemplar nuevamente tu mirada tan cautivante, mi esposa.
Yali: ¡Ay, tú siempre tan halagador!
Pedro: Es que tu bella y cándida sonrisa, siempre será una fuente inagotable de inspiración para mí.
Yali: Pues tu voz es… (Acaricia su rostro) como el canto de un canario en el jardín al amanecer, encantando mis oídos con sus melodiosos gorjeos. (Ellos se besan y se dan un muy fuerte abrazo).
Pedro: (Mira el tejido mientras apoya el mentón en el hombro de Yali) ¿Qué estás haciendo, mi amor?
Yali: (Lo levanta para que lo vea bien) Una sorpresa para ti
Pedro: ¿¡De verdad!?
Yali: Sí, y no te diré nada hasta tenerlo listo.
Pedro: ¿Nada? (Pedro muestra una expresión de pena).
Yali: Nada (Golpea suavemente la cara de su esposo) ¿De acuerdo?
Pedro: Bueno está bien, trataré de esperar.
Yali: Así me gusta. Bueno y ahora, vamos a tomar desayuno, ¿Sí?
Pedro: Perfecto, vamos.
(Yali deja su tejido y se pone de pie. Mientras van caminando, se abrazan)
Segundo Acto
(Pedro se sienta en la mesa mientras que Yali va a la cocina a preparar el desayuno. En eso, comienzan a tocar la puerta). (Toc toc toc)
Pedro: ¡Yo voy! (Grita Pedro mientras se levanta. Al abrir, ve a un mensajero y sorprendido, lo mira seriamente y le pregunta).
Pedro: ¿Sí? ¿Qué desea?
El Mensajero: Disculpe la molestia, ¿Es usted el señor (revisa el nombre en el sobre) Pedro Robles?
Pedro: Sí, ¿Qué se le ofrece? (mira el sobre también).
El mensajero: Tengo una carta para usted, señor. (Le responde mientras le entrega la carta. Pedro la toma y la mira con algo de preocupación).
Pedro: Muchas gracias.
El mensajero: A usted, me retiro.
Pedro: Hasta luego. (Pedro cierra la puerta y camina hacia el comedor, se sienta en la mesa y ve con seriedad el papel). (Desde la cocina, Yali pregunta).
Yali: ¿¡Quién tocó la puerta, Pedro!?
Pedro: Eh… (Se pone algo nervioso) ¡Nadie Yali, era uno de esos vendedores! (Le responde mientras continúa observándolo con la misma expresión).
Yali: ¡Nunca faltan esos!, ¡Qué raro que vengan a estas horas! ¿¡No!?
Pedro: Sí amor…muy raro.
(Pedro abre e sobre y al leerlo, la expresión en su rostro cambia radicalmente. Suspirando, lo guarda en su bolsillo para que no lo vea Yali. En eso, llega ella con el desayuno y poniéndolo sobre la mesa, se sienta muy sonrientemente al lado de Pedro).
Yali: Hoy te preparé algo realmente delicioso, espero te guste (Yali se percata que algo anda mal) ¿Qué te pasa, amor?
Pedro: Nada Yali es solo que… me imaginé por un segundo la vida sin ti y me sentí (Coge su cabello con ternura) vacío.
Yali: Nosotros siempre estaremos juntos, prometimos que nunca nos separaríamos, ¿Recuerdas?
Pedro: Claro que lo recuerdo, nunca olvidaré la promesa de amor que hicimos en el puente donde las brisas del verano, acarician siempre nuestros.
Yali: Bueno pues entonces, ¿Por qué en tu linda cabecita, pasa la tontita idea que nos vamos a separar?
Pedro: No sé. Mira, olvida lo que dije y tomemos desayuno, ¿Sí?
Yali: Bien… Mira lo que te preparé, está muy rico ¿No?
Pedro: Delicioso, como todo lo que preparas, amor mío.
Yali: Mmm… (Acerca su cara a la de él y le da un beso) qué lindo eres, mi Pedrito.
Pedro: Es que tus bellos ojos y tu hermosa sonrisa son como agua, que hacen germinar las más bellas palabras de este loco enamorado.
(Ambos se toman de las manos y Pedro besando la mano de Yali, continúa mirándola con ojos tiernos. En eso, ella se percata de la carta y alejando un poco la cabeza, le pregunta).
Yali: Amor, ¿Qué es eso? (Señala su bolsillo).
Pedro: ¿Esto? Ah es…Nada importante, sigamos tomando desayuno.
Yali: ¿Nada? A ver, déjame verlo (Dice mientras que sorpresivamente, toma la carta).
Pedro: ¡No, espera! (Grita Pedro pero demasiado tarde. Yali abre el sobre y comenzando a leer la carta, su expresión cambia radicalmente).
Yali: ¿Qué es esto, Pedro? (Queda totalmente extrañada) ¿Por qué no me contaste nada?
Pedro: (Pedro suspira y mira a un costado por la pena) Es que no quería preocuparte con mis asuntos.
Yali: Pensé que habíamos acordado compartir nuestras
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