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LA LIBERTAD EN LA ÉPOCA DE LA REFORMA


Enviado por   •  24 de Mayo de 2014  •  1.466 Palabras (6 Páginas)  •  163 Visitas

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III.- LA LIBERTAD EN LA ÉPOCA DE LA REFORMA

1.- La sociedad medieval y el renacimiento.

La edad media ha sido deformada de dos maneras:

a).- El racionalismo la ha considerado sobre todo como un periodo de oscurantismo. Señala falta general de libertad personal, despojo de la gran masa de población por parte de una pequeña minoría y el predominio de la superstición y la ignorancia.

b).- Ha sido idealizada, sobre todo por los filósofos reaccionarios y, en ciertos casos, también por algunos críticos progresistas del capitalismo. Se ha señalado el sentido de la solidaridad; la subordinación de las necesidades económicas a las humanas; el carácter directo y concreto de las relaciones entre los hombres; el principio supranacional de la iglesia católica y el sentimiento de seguridad característico del hombre medieval.

Fromm manifiesta que ambas imágenes son correctas, lo erróneo es considerar tan sólo una de ellas.

Lo que caracteriza a la sociedad medieval, en contraste con la moderna, es la ausencia de libertad individual. La vida personal, económica y social se hallaba dominada por reglas y obligaciones a las que prácticamente no escapaba esfera alguna de actividad. Poseía desde su nacimiento un lugar determinado, fuera de toda discusión, dentro del mundo social, se encontraba arraigado en un todo estructurado y, de este modo, la vida poseía una significación que no dejaba ni lugar ni necesidad para la duda, lo que proporcionaba un sentimiento de seguridad y pertenencia, pero existía un grado considerable de individualismo concreto dentro de la vida real, es decir, disfrutaba libertad para expresar su yo en el trabajo y en su vida emocional. Había mucho sufrimiento y dolor, pero estaba la iglesia que los hacía más tolerables al explicarles como consecuencia del pecado de Adán y de los pecados individuales de cada uno.

La estructura de la sociedad y la personalidad del hombre cambiaron en el periodo posterior de la Edad Media. La unidad y la centralización de la sociedad medieval se fueron debilitando. Crecieron en importancia el capital, la iniciativa económica individual y la competencia; se desarrollo una nueva clase adinerada. Podía observarse un individualismo creciente en todas las esferas de la actividad humana, el gusto, la moda, el arte, la filosofía, y la teología. Esto se efectuó en Italia con mayor intensidad: El italiano del renacimiento llegó a ser el primer individuo de la Europa moderna. La estratificación de clases medievales perdió importancia. Surgió en Italia una poderosa clase adinerada, impulsada por el espíritu de iniciativa, poder y ambición. Al lado del nuevo individualismo surgió un nuevo despotismo.

El renacimiento fue una altura de ricos nobles o ciudadanos y su actividad económica les proporcionaba su sentimiento de libertad y de individualidad; eran más libres, pero más solos. Usaron poder y riqueza para obtener placeres, pero al hacerlo emplearon despiadadamente todos los medios, desde la tortura física hasta la manipulación psicológica. El individuo es absorbido por un egocentrismo apasionado e insaciabilidad de poder y riqueza. Hay aumento del sentimiento de fuerza y aislamiento, duda y, como consecuencia angustia.

Asimismo, Fromm aduce que el Renacimiento representó el comienzo del individualismo moderno, y representó un grado de evolución alto del capitalismo industrial y comercial; era una sociedad en la que gobernaba un pequeño grupo de individuos ricos y poderosos que formaban la base social necesaria para filósofos y artistas que expresaban el espíritu de esta cultura.

2.- El periodo de Reforma.

Para Fromm, la Reforma, fue esencialmente una religión de las clases urbanas medias y bajas y de los campesinos. El desarrollo capitalista provoca un aumento en la división entre ricos y pobres y en el descontento que imperaba entre estos últimos. El hombre se encuentra amenazado por fuerzas poderosas y supra personales, el capital y el mercado. Sus relaciones con otros hombres son lejanas y hostiles, debido a que ahora cada uno es un competidor potencial; es libre y solo.

Al no poseer la riqueza o el poder que tenía el capitalista del Renacimiento, y habiendo perdido también el sentimiento de unidad con los otros hombres y el universo, se siente abrumado por su nulidad y desamparo individuales. La nueva libertad esta destinada a crear un sentimiento profundo de inseguridad, de impotencia, de duda, de soledad y de angustia.

En la Reforma surgió el Luteranismo y el Calvinismo como nuevas religiones, dirigidas

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