Los hábitos es competencia principal de la filosofía y la psicología

Los hábitos es competencia principal de la filosofía y la psicología, cuando se trata de conocerlos y de precisar su naturaleza; ya que este tema ha sido generalmente soslayado en el tratamiento de los múltiples problemas de la ciencia moderna, aun cuando no pocos analistas han hecho directa o indirectamente aportes relevantes al mismo.

Estas reflexiones pretenden plantear un problema específico del quehacer intelectual y sobretodo científico potencia de la adquisición de los hábitos del pensar riguroso. Del trabajo intelectual, cuando este tipo de actividad es el oficio cotidiano de un hombre y adquiere todas las características de un trabajo profesional.

El tema de los hábitos del pensamiento gira alrededor del simple, pero a la vez es un complejo problema de la actitud del hombre de ciencia; se puede entender por hombre de ciencia, no solo a un investigador científico que por su vocación, profesión, se centra en el campo de la ciencia y también en la reflexión, que vincula en forma estable con la vida diaria, y académica, la cual está a su vez puede estar ligada con las relaciones liberales.

1. Crisis de pensamiento y capacidad propia de juicio; se precisa de manera analítica, desde el punto de vista filosófico, pero también sociológico. Lo cual es eminentemente cultural y que es una crisis de la inteligencia para una sociedad moderna, estructurada y organizada de una forma creciente, en lugar de conducir a los hombres a comportamiento cada vez mas substancialmente racionales.

2. Los hábitos; un hábito o los hábitos en el área de las ciencias de la educación e incluso de la pedagogía. En una aparente libertad del individuo, de su capacidad de discernimiento y creatividad. Pero se usa el hábito por dos razones, el primero marcado por la importancia que tiene en la educación y la segunda, porque la vida diaria nos dice que los hábitos nos facilitan enormemente el desenvolvimiento de la existencia humana.

El habito es propiamente una forma permanente o una cualidad de una potencia, como el principio productos de actos, caracterizados precisamente por su permanencia, de tal manera que los actos se convierten en fáciles y deleitables.

El poseer de alguna manera los hábitos intelectuales no implica necesaria o mecánicamente la generación de nuevos conocimientos o el buen uso del conocimiento, se tiene la posibilidad de ampliar indefinidamente los conocimientos.

3. Los hábitos de pensamiento; la firme, pronta y deleitable manera de enfrentar los problemas, de acuerdo a los principios lógicos del acto de pensar, ya que se supone que son los hábitos adquiridos; pues la experiencia, penosamente repetida, nos instruye que no es así. El hábito de pensar rigurosamente se adquiere en medida que ejercitemos ciertas operaciones del entendimiento tales operaciones son: definición, distinción, relación, causalidad, sistematización, crítica y síntesis. Ya que también el pensamiento riguroso se genera en la mediad en que se generen los hábitos.

a) El hábito de la definición; la mayoría de los errores se cometen o surgen de una deficiente compresión del término que es utilizado, adquirir el hábito de la definición. Sobre todo en los términos polisémicos que el uso cotidiano a cargo de las ambigüedades y de subjetivismos.

b) El habito de la distinción; dice que somos capaces de progresar el conocimiento en la medida en distinguimos, desagregamos formalidades. La lógica dice que lo que puede distinguirse, puede negarse. La distinción es la base y el punto de

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