Pelicula Babel

BABEL, 2006

Como ya es costumbre Alejandro González Iñárritu nos trae una historia de un grupo de desconocidos unidos por la desgracia. Una sucesión de hechos entrelazando la vida de cuatro familias, cada una con una historia diferente pero unida de una u otra forma, aun cuando cada uno se encuentra en un extremo diferente del mundo.

Tras de una historia sencilla, que habla sobre una turista norteamericana herida durante una visita a Marruecos, podemos encontrar de trasfondo la diferencia cultural misma que se evidencia en cada acción, en cada costumbre y en cada decisión tomada por los diferentes protagonistas de esta historia. Diferentes escenarios para una misma protagonista: la violencia.

Uno de los rasgos que podemos evidenciar dentro de la cinta y de las situaciones protagonizadas es la exclusión social, aplicada a los personajes que conforman las minorías de su entorno; en el caso de la chica Japonesa, el hecho de ser sordomuda hacia que se sintiera alejada del mundo y de las experiencias normales de una chica de su edad. Sus arrebatos y comportamiento febril correspondían a la necesidad de atención por parte de su padre y a la soledad sentida luego del suicidio de su progenitora. Por su parte Amelia, nos muestra una realidad diaria vivida por los miles de inmigrantes que anualmente llegan a los Estados Unidos con la ilusión de mejorar su calidad de vida en busca de una ciudadanía norteamericana, pero renunciando a su vida misma, a sus familias, sus costumbres y sobre todo a su dignidad, los prejuicios de los policías de frontera hacen que Amelia pase en un segundo de niñera amorosa y comprometida a fugitiva y señalada por la autoridades. Otro caso de exclusión y de mayor envergadura, ya que lo sufre un país entero es el sucedido en Marruecos. Un pequeño niño jugando a ser hombre escondido tras un arma comete el error de dispararla sin medir las consecuencias de sus actos, el resultado: una turista norteamericana herida y todo un país con delirio de persecución imaginando atentados terroristas y buscando motivos para tal vez, una nueva guerra.

Si bien es cierto la violencia protagoniza los diferentes escenarios de la película, hay puntos en común que van más allá de simples coincidencias. Las instituciones encargadas de cuidarnos y de velar por nuestra seguridad se convierten en un poderoso enemigo a la hora de impartir juicios sin conocer los precedente y de estigmatizar antes de defender, la violación constante de los derechos humanos por parte de estas instituciones se convierten en una constante en las diferentes culturas.

Mientras que en Marruecos la policía casi mata a golpes al supuesto dueño del arma con que se hirió a la turista y finalmente asesina a uno de los niños protagonistas de la historia, en la frontera de México los policías, con el fin de verificar la legalidad la niñera, la trata de manera hostil, lo que hace que su sobrino tome medidas desesperadas y que termine con deportación y el fin del aún anhelado sueño americano de Amelia.

La película también nos invita a reflexionar sobre las diferencias culturales que van de la mano del desarrollo económico y por ende social. Mientras que en Norteamérica los niños son considerados en eje central de la familia, cuentan con comodidades y cuidados especiales, al otro lado, en Marruecos,

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