Película Babel

Conclusiones de Babel

Babel significa confusión, y esa palabra describe bien una de las emociones que emite la obra cinematográfica dirigida por el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu: Babel. En esta narrativa de cuatro historias se puede apreciar a tres familias relacionadas por un rifle; que en principio, parecen tener nada en común, aunque finalmente, resultan tener cierta similitud. Además de estas familias, también aparece una que es latinoamericana, pero como el hijo de este hogar contrae matrimonio en la historia presentada; y lo que se busca en este escrito es encontrar las semejanzas entre los menores de edad que se retratan en la película, no se considerará una familia como tal. Después de todo ese polluelo ya voló del nido.

Aunque viven en diferentes partes del mundo y tiene diversas edades, los niños y jóvenes del filme presentan la siguiente situación: no tener una buena relación con sus padres. Y no solo eso, sino que muchas son las actividades que comparten, todos juegan, todos se alimentan, todos visten ropa, tienen casas para vivir; claro que, no se divierten de las mismas maneras, ni consumen los mismos productos, mucho menos portan atavíos iguales y sus paredes están construidas de diferentes materiales.

Enfocándose más en el escenario que si tienen todos, se observa lo que a continuación se menciona. Los dos más pequeños, los niños rubios están al cuidado de una mexicana inmigrante en Estados Unidos de América. Ella, mas que ser una abuela postiza, es casi una madre para esos infantes. Por otra parte del globo terráqueo, en el hogar de unos marroquíes, los tres jóvenes (dos muchachos y una muchacha) temen a sus padres y no les cuentan la verdad de sus actos para evitar castigos físicos. La señorita japonesa, quién aparentemente es la más distanciada entre las relaciones que hay entre los personajes, tampoco tiene atención de su padre. Solía sentirse más cercana a su madre pero esta ya ha muerto. Que tus propios padres no te cuiden, te hagan sentir miedo e indiferencia de ellos hacia ti es consecuencia y causa de una relación de padres a hijos, en donde los adultos (que se supone son por mucho los más responsables) no se prepararon para la paternidad ni maternidad, respectivamente.

En estos dos últimos casos, un puberto de Marruecos y una adolescente de Japón tienen hormonas a brote, a flor de piel. Esto es muy normal en esa etapa de la vida. Pero la manera en que las controlan los lleva a salirse de control. Van de la masturbación y lujuria, hasta el incesto, el acoso sexual y la gerontofilia. Supongo que más acá, más que ser depravados o pervertidos, simplemente, en su hogar no tienen a nadie responsable y que sea de confianza para hablar de temas como la orientación sexual. Si no pueden resolver sus dudas en casa, más difícil será hablar de eso con alguien ajeno a ellos. Estas acciones que cometieron, terminan por quitarles dignidad e integridad a su persona. La joven acosa a hombres mayores para que tengan intimidad con ella y el joven de Marruecos, el menor, goza de ver desnuda a su hermana, quién lo permite. No están ni siquiera en el mismo país pero

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