Análisis de la empresa - Evangelista S.A.
jesluc87Tesina3 de Julio de 2014
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TEORÍA Y TECNICA
DE LA DECISION
“A. EVANGELISTA S.A.”
INDICE TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR PARTE II
Introducción 3
La empresa 3
Descripción del sector 6
Ambiente Externo 8
Escenarios futuros 14
Ambiente Interno 18
FODA 23
Estrategia 25
Matriz de Ansoff 26
Ciclo de vida y matriz BCG 28
Bibliografía 32
LA EMPRESA
Introducción:
Nosotros somos el grupo “MIGU” y vamos a exponer en el presente trabajo de análisis sobre la empresa elegida A- Evangelista S.A. de acuerdo a lo solicitado por la cátedra Teoría y Técnica de la decisión. Cabe mencionar que a partir de la segunda entrega se integra al grupo Nancy Guillor.
Los orígenes de la compañía:
En la primera presidencia de Juan D. Perón (1946), gracias al desarrollo del Plan Quinquenal que, junto con la nacionalización de los servicios públicos, preveía desarrollar un programa de inversiones y obras para asegurar los suministros de materias primas, energía y combustible.
Con casi 16 millones de habitantes, un vigoroso plan de industrialización con incentivos y financiamiento a la actividad del sector, y un mercado interno en plena expansión, el contexto parecía favorable al surgimiento de empresas que atendieran las demandas de insumos y realización del sector energético al amparo de la acción estatal.
Con esta perspectiva, iniciativa y los deseos de progresar, Alfredo Evangelista, Armando Canosa y Roberto Marchese, en 1948 decidieron dar inicio legal, jurídico y físico a la firma Alfredo Evangelista y Cía. S.R.L., con la finalidad de diseñar, construir equipos y ejecutar obras para la industria energética.
En sus primeros años de trayectoria, la Empresa había logrado insertarse en el mercado nacional, incursionando en áreas no solo relacionadas con la extracción y abocándose casi exclusivamente a áreas referidas a las instalaciones electromecánicas. A su vez, había obtenido muy buenos resultados en el terreno de la fabricación, provisión y montaje de equipos e instalaciones para la industria del petróleo y el gas, demostrando capacidad de adaptación, agresividad comercial, vocaciones por la calidad y sentido de liderazgo.
En 1968, la empresa que había nacido como fuente de trabajo y fe en los destinos del país, cumplía sus primeros veinte años de vida. Sorteando graves crisis económicas, con inflaciones, suspensión de importaciones y estados de violencia interna generalizada, procuro continuar durante la década del 1970 y afianzando su capacidad de producción y ampliando sus instalaciones.
Entre 1973 y 1978 se fueron consolidando los talleres de Canning como planta madre de la Empresa, concentrando en ella todas las actividades industriales y de obra, ubicación que no era fortuita, el futuro establecimiento industrial se encontraba vinculado con ramales ferroviarios y viales que permitían la salida de su producción hacia Buenos Aires, a su cordón industrial y a los principales puntos del interior del país.
A partir de 1986 la empresa es adquirida por Astra Capsa, dejando los tres socios fundadores la misma, Desde este momento su nueva denominación será Astra Evangelista.
En 1989 asume el gobierno el Dr. Carlos Menem y en 1990 la inflación no se detiene y comienza el periodo de privatizaciones. Al año siguiente YPF sociedad del estado se convierte en YPF S.A., se lanza el plan de convertibilidad, lo que genera una profunda transformación en las reglas de juego. Se abre de esta manera el camino la libre negociación de petróleo crudo entre los productores y refinadores y la inversión estatal es reemplazada por una liberación y apertura del mercado. En este contexto, muchas empresas desaparecieron, ya que económicamente no pudieron competir cuando el estado abandono su rol de Protector.
En 1996 la firma fue adquirida por Repsol, asumiendo esta última compañía el control. A partir de este año la empresa pasa a formar parte del Grupo Repsol, el cual decide cambiar la razón social por A-Evangelista S.A.
En el 2001, en el marco de la fusión de Astra e Repsol YPF, ambas empresas controladas por Repsol, se decide que el paquete accionario de A-Evangelista pase a manos de Repsol YPF S.A. siendo esta situación vigente hasta el presente.
La Empresa hoy en día
AESA es una compañía con amplia trayectoria y experiencia en Latinoamérica y cuyo accionista es REPSOL YPF, empresa multinacional líder en los sectores de la energía y la petroquímica.
Hoy en día, su actividad está focalizada en tres pilares en pleno desarrollo: la construcción integral de obras industriales, la fabricación de equipos y módulos de proceso y la provisión de servicios en las áreas del gas y del petróleo.
Posee actualmente una capacidad tal en recursos humanos, económicos, financieros y de infraestructura que le permite integrar diferentes disciplinas para llevar a cabo cualquier combinación de actividades, que van desde la construcción de obras civiles, la provisión de equipos y materiales, su transporte, el montaje electromecánico, el abastecimiento e instalación de cañerías e instrumentos, la capacitación de personal, los ensayos y la puesta en marcha, hasta la completa ejecución de la obra, incluso la operación y el mantenimiento de la planta.
AESA tiene como misión fundamental de su accionar la de realizar obras, equipos y servicios con la calidad requerida por el cliente, sin descuidar por ello su responsabilidad hacia la gente, su patrimonio y el medio ambiente.
Desarrolla sus actividades con la máxima eficiencia priorizando la seguridad e higiene de su personal, preservando la integridad de sus obras y las de terceros y actuando en forma responsable con la gente y el medio ambiente aplicando planes modernos de disposición de residuos y estudios de impacto ambiental.
Ha probado a lo largo de seis décadas de existencia que su éxito radica en la fidelidad para cumplir con los objetivos de sus clientes.
Descripción del sector: Contexto nacional del sector Energético
La argentina está actualmente inmersa en una crisis con características de tipo estructural y que básicamente se traduce, en una amenaza generalizada para la producción y la recuperación económica en marcha, y que golpea particularmente a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad. En primer lugar y en el corto plazo, la falta de abastecimiento en los servicios públicos esenciales como los combustibles líquidos, el gas natural y la electricidad, se puso de manifiesto en los cortes de gas a la industria por parte de las distribuidoras, en la insuficiencia de gas natural por falta de inyección desde los yacimientos de origen, yen centrales eléctricas que trabajaban con gas natural y que debieron recurrir al fuel-oil o gas-oil para seguir funcionando. A esto se le sumaron los bajos niveles estaciónales de agua registrados en nuestros ríos, con el consecuente impacto de disminución en la producción de las centrales hidroeléctricas y en el uso alternativo del gas como insumo para generarla. Estos problemas fueron coyunturalmente solucionados con la importación de fuel-oil de Venezuela, gas natural de Bolivia y electricidad de Brasil, debiendo nuestro país asumir en estas transacciones costos superiores a los de nuestro mercado interno. Y así continuamos con las actuales restricciones de abastecimiento, los aumentos de precios para consumidores y los cambios en el marco de regulación que sólo favorecen a los grupos económicos concentrados que operan en el sector energético de nuestro país. En segundo lugar, en términos de mediano plazo, esta crisis estructural se relaciona con la actual capacidad de transporte de gas de nuestro sistema y más aún teniendo en cuenta que el gas natural ha pasado a ser el combustible primario de mayor importancia, casi el 50%, en la composición de la matriz energética argentina. Para ello se requiere inevitablemente del concurso de nuevas inversiones para la expansión de la capacidad instalada existente y para la construcción de nuevos gasoductos que aseguren un abastecimiento sustentable ante la demanda. En lo referente a la energía eléctrica, esta necesidad no aparece como tan perentoria en materia de distribución, pero en el marco esperado de continuidad de la recuperación económica y dada la dependencia que tiene la generación eléctrica con respecto al gas, el déficit también se hará sentir y deben implementarse políticas que terminen con el accionar privado oligopolio existente. Y el tercer elemento estructural de la crisis, situado en el largo plazo, se vincula directamente con el actual nivel de reservas comprobadas de hidrocarburos. Para que se entienda en toda su importancia, la detección y cuantificación de las mismas requiere de trabajos intensivos de exploración de riesgo y de altas inversiones que en la Argentina prácticamente han dejado de hacerse desde el descubrimiento en el año 1977 de los yacimientos de Loma de La Lata en la provincia del Neuquén, por parte de YPF y antes de que fuera privatizada. Este gran hallazgo del Estado ha alcanzado
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