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Bienestar y Justicia para todos: La Economía


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  1.268 Palabras (6 Páginas)  •  184 Visitas

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Formación Cristiana
Trabajo Práctico

Tema: Bienestar y Justicia para todos: La Economía

  1. ¿Qué entendemos por economía?
  2. ¿Cuál es el objetivo de la economía?
  3. ¿Cuál es la relación entre economía y ética?
  4. ¿Es inmoral el bienestar?
  5. ¿Es la Iglesia crítica con la economía?
  6. ¿Puede ser una vocación dedicarse a la economía?
  7. ¿Qué dice la Biblia con respecto a la riqueza y la pobreza?
  8. ¿Es siempre mala la pobreza? Fundamenta
  9. ¿Es siempre bueno el bienestar? Fundamenta
  10. ¿Lee Mt 6, 34 y responde: ¿Por qué dice Jesús que no debemos agobiarnos por el mañana?
  11. ¿Cómo reacciona un cristiano ante la propia pobreza?
  12. ¿Y qué debo hacer para enfrentarme a la pobreza externa?
  13. ¿El progreso material y el Reino de Dios son compatibles?
  14. ¿Se puede conciliar el capitalismo con la dignidad humana? Ejemplifica con artículo periodístico
  15. ¿Existe un modelo económico cristiano?
  16. ¿Cómo se llega a un ordenamiento económico que sirva al ser humano y al bien común?
  17. ¿Es injusta la propiedad privada de las empresas?
  18. ¿Es el dinero malo en sí?
  19. ¿Es lícito obtener beneficios?
  20. Realiza un esquema sobre el tema, ‘’Libre Mercado, Globalización, Estado y Economía’’
  21. ¿Qué papel desempeña los grupos asociadores, fundaciones y organizaciones?
  22. Investiga sobre algunas de ellas en Mendoza, origen, destinatario, funcionamiento, etc.
  23. Realiza un comentario sobre el tema de la Empresa y como ser una buena empresa. Puntos 184-187
  24. ¿Cómo se actúa con justicia económica?
  25. ¿Qué es un precio justo?
  26. ¿Cuáles son los pecados de la economía?
  27. ¿Qué es la corrupción y como se puede combatir?
  28. Realiza un comentario sobre la ‘’Dictadura de una economía sin rostro’’

Respuestas:

  1. Por Economía se entiende el ámbito de nuestra realidad social en el que los seres humanos satisfacen sus necesidades materiales y las de los demás. Trata de la producción, del reparto y del consumo de bienes y servicios.
  2. El objetivo de la economía es el suministro material de todo aquello que nos hace falta para vivir. Pero dado que los recursos son escasos, tenemos que crear ordenes económicos u organizar la economía para que su uso sea lo más racional y eficiente posible.
  3. La economía funciona según sus propias leyes. La forma economía que se está implantando globalmente es la economía de mercado. Pero se ha demostrado la eficiencia de la misma solo si es ética y se convierte en una economía de mercado social apoyada por un marco legal de Estado.
  4. No. El incremento del bienestar es incluso un elevado fin ético, pero que solo resulta moralmente correcto si está orientado al desarrollo global y solidario del hombre, y no cuando son solo unos pocos los que disfrutan del bienestar progresivo.
  5. La Iglesia valora a la economía generalmente de manera positiva. Solo se muestra crítica con ella cuando se produce una absolutización económica, que es por ejemplo lo que sucede cuando explota o acaparan el trabajo humano, o también cuando se descuida el uso sostenible de los recursos de la tierra.
  6. Si. El trabajo en el mundo de los negocios y de la economía puede ser una auténtica vocación de Dios: las personas actúan dentro de su ámbito de responsabilidad al servicio del hombre y de la sociedad son una bendición para todos.
  7. El seguidor de Jesús no olvidara jamás que debemos atesorar riquezas ‘’ante Dios’’ (Lc 12,21). La riqueza material no es el objeto de una vida cristiana, así como tampoco es signo de ninguna gracia especial de Dios. No se aspira al lujo, sino a todos los bienes necesarios para una vida feliz con cierto bienestar, para la preservación de la familia, para la misericordia y para la participación en la vida cultural y en la formación, así como para un progresivo desarrollo social.
  8. Si pobreza significa una situación de necesidad obligada o la desposesión de todos los medios necesarios para la vida, entonces sí: la pobreza es un mal. El mero hecho de que una parte de la humanidad se muera de hambre y que otra este desperdiciando los alimentos que le sobran es un escándalo y un pecado que clama al cielo.
  9. Poder vivir sin preocupaciones materiales es un gran privilegio por el que hay que dar gracias a Dios. Pero la riqueza puede conducir también a una tristeza espiritual, a la arrogancia y a la presunción. Cuando la posesión se convierte en codicia, aparece muchas veces también la dureza del corazón.
  10. Esta afirmación de Jesús no pretende desacreditar cuidadas medidas de previsión, pues es sabido que Jesús en otro pasaje, alaba el manejo inteligente de los bienes y el trabajo responsable, incluso cuando este no parece tener valor. Lo que no es conciliable con la confianza fundamental que debe tener un cristiano es el agobio angustiado por el futuro.
  11. En caso de pobreza, cada persona y cada familia han de hacer todo lo posible para salir de ella trabajando de manera concentrada y persistente. En ocasiones se debe trabajar en conjunto para vencer las estructuras ‘’del mal’’ y las injustas fuerzas que impiden la posesión, la conservación y el progreso material de los pobres.
  12. Se está llamado a hacer todo lo posible para aliviar el dolor del otro. El cristiano encuentra una orientación para ello en Obras de Misericordia. Podemos ayudarnos entre nosotros o colaborar también de manera indirecta mediante donativos para que los pobres puedan sobrevivir y vivir dignamente. Pero más importante es ofrecer una ayuda que permita a los pobres librase por si mismos de su pobreza.
  13. Luchando con pasión y persistencia por el desarrollo integral del hombre y la preservación de la creación podremos llegar muy lejos, pero no al paraíso. Jesús dice ‘’Mi Reino no es de este mundo’’. El Reino de Dios no debe confundirse por ello con el progreso material o terrenal. Aun así el progreso económico, puede contribuir a ordenar mejor a la sociedad humana, esto tiene gran importancia para el Reino de Dios.
  14. El papa san Juan Pablo ll escribió: Si por capitalismo se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, y de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque sería más apropiado hablar de ‘economía de empresa’, ‘economía de mercado’, o simplemente ‘economía libre’.
  15. No existe ningún modelo económico cristiano. La iglesia debe difundir el Evangelio y no involucrarse en la competencia entre modelos económicos y soluciones técnicas. La llamada de la Iglesia a que la economía sirva al hombre y al bien común es una exigencia de la razón derivada de la dignidad humana.
  16. Depende sobre todo de cómo se integren en el día a día económico los factores de justicia y de la caridad. Los cristianos tienen la obligación de mejorar las instituciones y las condiciones de vida hasta convertirlas en humanamente justas. El cristiano antes de mejorar a los demás debe mejorarse a sí mismo.
  17. No, el empresario tiene el derecho natural a los frutos de su trabajo y a los medios para alcanzarlos como cualquier ser humano. Este derecho es consecuencia de la libertad empresarial creativa de la que se benefician todos los partícipes del proceso económico.
  18. No el dinero no es malo en sí. Ni siquiera se puede decir si es bueno o malo, es neutral. Es el medio de intercambio, una medida de valor, una reserva para el futuro, un medio para proteger lo bueno y para dejar de lado lo malo. El dinero puede ser idolatrado y convertirse en objeto de adicción. El que va detrás del dinero por codicia se convierte en un esclavo de su avidez.

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