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Calidad y competitividad


Enviado por   •  22 de Enero de 2014  •  Tesis  •  2.382 Palabras (10 Páginas)  •  355 Visitas

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Introducción

Empecemos por definir Competitividad, término para el cual se han acuñado innumerables definiciones por muchísimos autores, empresarios e incluso políticos, una de mis definiciones que mas me gusta, es la de Peter Drucker, Autor del libro “Desafíos de Management para el Siglo XXI”© , quien define los la competitividad de esta manera:

“Lo que hace que un negocio sea distinto y constituye su recurso peculiar; es su habilidad para usar el conocimiento de todo tipo -desde el conocimiento científico y tecnológico, hasta el conocimiento social, económico y administrativo- y otros recursos, dinero o equipo”

Basándome en esta definición, mi concepto de Competitividad es:

"La habilidad del empresario para saber qué producir, que consiste en la correcta aplicación de sus propios recursos disponibles; R. Humanos, R. Financieros, R. Materiales, R. Tecnológicos , con el conocimiento adquirido para hacer las cosas, usando también las herramientas necesarias para hacerlas; Financiamiento, Capacitación, Asistencia Técnica, Consultaría, haciéndolas justo en el minuto en que se deben hacer para poder llegar al mercado en el momento exacto, no antes, ni después.

Una de las mayores preocupaciones de los empresarios en la actualidad, es como enfrentar los retos del futuro, sabiendo que éste será cada vez más complejo y competitivo, pero que además entraña un conjunto de circunstancias todavía por identificar, a sabiendas de que el avance tecnológico, el uso cada vez más generalizado de las tecnologías de información y comunicación en el negocio empresarial y la velocidad con que se realizan las transacciones comerciales y financieras a nivel global, son factores que no pueden ser obviados. La habilidad para hacer uso de estos factores, va a depender - y en gran medida también determinar - el nivel de competitividad y la propia supervivencia de cada entidad en el universo empresarial.

Lógicamente, debe partirse de la base de que cada situación es diferente, incluso tratándose de dos empresas que a priori pudieran parecer similares. Las causas que pueden llevar a la aparición de problemas, la solvencia económica de la empresa y sus socios, su política de relaciones con clientes o proveedores, etc. suman un conjunto de factores que concluyen casuísticas diferentes para cada empresa.

Frente a esta situación, existen alternativas de solución, basadas en técnicas, estrategias y herramientas que deben permitir a las empresas, con cierto grado de previsión, anticiparse a las dificultades, con una mayor probabilidad de éxito y ser una empresa altamente competitiva.

Aspectos como el conocimiento y uso de productos financieros, una formación adecuada, un plan de negocio viable, gestión de la tesorería, análisis de la estructura de costes, eficacia comercial, análisis de mercados, etc., deben contribuir a la mejora de los proyectos empresariales para su consolidación en el mercado.

Calidad y competitividad

Según Deming "La satisfacción equivale a suministrar al cliente o usuario un producto con un valor añadido que anteriormente no tenía. Un producto con un alto valor añadido es un producto de calidad, y una elevada calidad es un poderoso medio para elevar la competitividad y la cuota de mercado de las empresas.

La mejora de la competitividad se logra mediante el control de los factores del proceso productivo. Pero no únicamente la calidad depende del área de producción, sino que ha de afectar a toda la organización. Sólo un decidido esfuerzo encaminado a gestionar la calidad en toda la organización es como se puede reforzar su eficacia competitiva y que se logra, genéricamente, cuando se satisfacen las necesidades de los clientes

Como señala Garvin “Los usuarios se inclinan por aquellos productos que poseen ventajas en las características de calidad que realmente valoran, sin sopesar el conjunto de factores de calidad que tenga realmente el producto.

Por su lado Gale añade que se han producido en los últimos años una proliferación de estudios empíricos que tratan de corroborar cómo las empresas de un modo u otro - a través de consultores, certificaciones o premios están tratando de aplicar o ser reconocidas como partícipes de la gestión de la calidad total. Muy particularmente participan de ésta aquellas empresas que son reconocidas como líderes en sus mercados o que aspiran a serlo.

Empresas que defienden las ventajas de la gestión de la calidad en función de valor añadido ante su entorno operativo (clientes, trabajadores y red de empresas involucradas en el proceso productivo), por lo que se caracterizan por haber optado por una cultura organizativa para la calidad total y cuyo objetivo es tener clientes leales y rentables. Y el concepto de lealtad se basa en el ofrecimiento continuo de valor por parte de la empresa y que constituye el nuevo factor crítico de compra por el cliente.

El servicio es una de las palancas competitivas de los negocios en la actualidad. Prácticamente en todos los sectores de la economía se considera el servicio al cliente como un valor adicional en el caso de productos tangibles y por supuesto, es la esencia en los casos de empresas de servicios. Las organizaciones se deben caracterizar por el altísimo nivel en la calidad de los servicios que entrega a los clientes que nos compran o contratan. La calidad de los servicios depende de las actitudes de todo el personal que labora en el negocio.

El personal en todos los niveles y áreas de debe ser consciente de que el éxito de las relaciones entre la empresa y cada uno de los clientes depende de las actitudes y conductas que observen en la atención de las demandas de las personas que son o representan al cliente.

Las motivaciones en el trabajo constituyen un aspecto relevante en la construcción y fortalecimiento de una cultura de servicio hacia nuestros clientes. Las acciones de los integrantes de la empresa son realizadas por ciertos motivos que son complejos, y en ocasiones, contradictorios. Sin embargo es una realidad que cuando actuamos a favor de otro, sea nuestro compañero de trabajo o alguien que es nuestro cliente, lo hacemos esperando resolverle un problema. El espíritu de colaboración es imprescindible para que brinden la mejor ayuda en las tareas de todos los días.

FACTORES PARA QUE UNA EMPRESA SEA ALTAMENTE COMPETITIVA.

Cambio organizacional

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